Existen varios casos de muerte por tristeza. Incluso en esta columna se han narrado historias de perros que literalmente han seguido a sus dueños ?hasta la tumba?; otros incluso siguen en el último lugar donde sus dueños vivieron y al final mueren de tristeza e inanición. Hace poco me contó una señora sobre su mascota. Se llamaba ?Chico? y esto hacía alusión a su pequeña estatura de raza chihuahua. ?Chico? tenía apenas tres años con la familia. Vivía dentro de la casa y siempre estaba detrás de Silvia. A pesar de su corta estatura, ?Chico? siempre estaba al pendiente de su dueña, dormía junto a ella, en la calle le ladraba a cuanto desconocido se acercara e incluso la esperaba hasta altas horas de la noche cuando era viernes de disco o sábado de reunión; e incluso no se dormía hasta que algún amigo o novio se hubiese ido de la casa. ?Chico? y Silvia pasaron por muchas cosas, incluso él supo comprender cuando falleció el papá de Silvia, y se alegró cuando su dueña tuvo su primer trabajo. Eran como amigos; siempre juntos. Pero conforme pasó el tiempo ?Chico? fue resintiendo muy lentamente el horario de Silvia, las constantes salidas de viaje o vacaciones, las largas jornadas de horas extras, y vio cómo poco a poco se acababan los paseos por las tardes, las vueltas en coche e incluso los besos de buenas noches. Mucho le costó a ?Chico? acostumbrarse a estar solo en casa, a tener que conformarse con comer y dormir, pero aún así era feliz con ver a Silvia y estar con ella aunque sea muy poco tiempo.
Al poco tiempo Silvia tuvo novio, ahora ?Chico? era derogado al tercer lugar y a pesar de todo esto él siempre era fiel a su amiga, y nunca le negó una sonrisa, un ladrido o un movimiento de cola. El tiempo siguió su marcha y Silvia se casó con Carlos, ahora ?Chico? celebraba lo que él pensaba sería su nueva etapa con una familia. Desgraciadamente al buscar casa Carlos y Silvia nunca pensaron en ?Chico? y no le dieron su lugar, en la casa no había espacio para él y fue confinado a la casa de la ?abuela? (la mamá de Silvia) y según me cuentan ?Chico? siempre estaba despierto pegado a la ventana esperando que Silvia regresará por él, casi no comía e incluso en invierno él estaba pendiente a la ventana buscando una luz, una esperanza que murió junto con él a los tres meses de la boda. ?Chico? murió de tristeza, eso su familia lo sabe. Yo sé que es algo muy difícil, pero para quienes tenemos mascota no olvidemos pensar por dos, nuestra mascota y nosotros.
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