La visita será el 5 y 6 de junio, días en que habrá un encuentro con varios miles de jóvenes y una misa solemne.
03 de mayo 2004.
Ciudad del Vaticano, (EFE).- A pesar de su avanzada edad y su delicado estado de salud, Juan Pablo II está decidido a seguir viajando por el mundo y el Vaticano anunció hoy que visitará Suiza el 5 y 6 de junio próximos, un nuevo viaje por el que nadie apostaba hace unos meses.
Y es que tras el viaje de septiembre pasado a Eslovaquia y los actos de octubre del 25 aniversario del Pontificado, en los que se vio a un Papa con una salud muy debilitada y con graves problemas para hablar y moverse, en ambientes cercanos al Vaticano se aseguraba que la visita al país centroeuropeo había sido el último viaje por el mundo del anciano Pontífice.
El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, salió al paso asegurando que no existía elemento alguno que hiciera pensar que Eslovaquia sería la última etapa internacional y que todo dependería de la evolución de su salud.
La salud del anciano Papa, que cumplirá 84 años el próximo 18 de mayo, se ha estabilizado en los últimos meses.
Aunque ya no camina nada y se desplaza constantemente en el sillón especial que le permite incluso oficiar misa sin levantarse, que se ha convertido en la nueva "silla gestatoria" del Pontificado, se le ve con mejor aspecto.
Dentro de sus limitaciones, tiene la voz clara y fuerte, lee pequeños discursos, aunque se salta algunos párrafos, y bromea con los fieles que le visitan.
Y cumple a rajatabla la agenda del día prevista, que se ha reducido en los últimos tiempos, pero que sigue incluyendo todos los días visitas de cardenales, obispos y organismos pontificios, ante los que pronuncia breves discursos en diferentes idiomas.
Ayer, durante la ceremonia de ordenación de 26 sacerdotes en la basílica de San Pedro incluso cantó. Después en el rezo del Regina Coeli (que sustituye al ángelus en el tiempo de Pascua) ya se le vio cansado, con problemas para respirar y la voz débil.
Ello demuestra que Juan Pablo II resiste perfectamente ceremonias de dos o tres horas, pero que una vez que se supera ese tiempo su salud se resiente.
Esa realidad se ha tenido en cuenta a la hora de organizar el viaje a Suiza; los dos únicos momentos importantes de la visita serán un encuentro con varios miles de jóvenes la tarde del sábado y una misa solemne el domingo.
El viaje a Suiza hará el número 103 de los realizados por el mundo en sus 25 años de pontificado y el tercero que realiza al pequeño país europeo, donde ya estuvo en 1982 y 1984.
El Obispo de Roma partirá del aeropuerto de Fiumicino a las 09.45 horas local (07.45 GMT) del sábado 5 de junio y regresará al Vaticano a primeras horas de la noche del domingo. Serán dos días casi completos en Berna, la única ciudad que visitará.
Además de Suiza, Juan Pablo II, si lo permite su salud, tiene previsto también viajar a Francia en agosto próximo.
Según los obispos galos, el Pontífice visitará Lourdes el 14 y 15 de agosto, con motivo del 150 aniversario de la promulgación del dogma de la Inmaculada Concepción.
El 5 de septiembre viajará al santuario de Loreto, a 300 kilómetros de Roma, para clausurar una gran peregrinación de Acción Católica.
En el santuario donde se custodia la "Santa Casa de Nazaret" -en la que vivió la Virgen María y que, según la tradición, fue trasladada por varios ángeles hasta esas tierras italianas del Adriático- beatificará al laico italiano Alberto Marvelliy y no se descarta que también eleve a la gloria de los altares a otros miembros de la Acción Católica, entre ellos el español Pedro Tarrés.
Juan Pablo II también ha sido invitado a viajar de nuevo a México en octubre próximo para la clausura del Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Guadalajara. Según la Iglesia mexicana, está ilusionado.
Aunque todos esos viajes "asustarían", por lo fatigosos y duros, a personas más jóvenes, el Papa lo acepta complacido. Siempre ha dicho que merece la pena "poder gastarse hasta el final" por la causa del Reino de Dios. Y es lo que está haciendo.