Se busca el poder y el sometimiento
El Siglo de Durango
El hombre busca espacios de poder para ejercer el control en la política y en los organismos, para servirse a sí mismo; es parte de la naturaleza del ser humano, del animal ?racional?. La diferencia que existe con los animales es que en las manadas se busca el liderazgo para conservar el mando, sobre todo, para asegurar la cópula y su supervivencia.
El animal busca la conservación y garantiza su permanencia peleando por el primer sitio para aparearse con el mayor número de hembras. Obedece a sus instintos y se deja llevar por las leyes de la naturaleza.
El hombre en la política y en los organismos busca el poder para el sometimiento y obedece a instintos egoístas, no de estabilidad, dice Dora Chamorro Salinas, psiquiatra y jefa del Departamento de Salud Mental de los Servicios de Salud de Durango (SSD).
Hoy el estado tiene varios sectores divididos, en lucha y pugna: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que registra actos violentos al interior; el Partido Acción Nacional (PAN), con divisionismo, al igual que el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
También se puede observar el mismo comportamiento entre los empresarios, en pugna por la dirigencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); los burócratas por el Sindicato de los Tres Poderes (que ya se resolvió, pero ahora hay disidencia). Existen dos sindicatos del magisterio (SNTE), secciones 12 y 44, además de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), colegios, asociaciones y otros organismos.
El gobernador del Estado, Ángel Sergio Guerrero Mier, manifestó que los eventos que registran divisionismo no obedecen a una política del Ejecutivo, sino a manipulaciones, malos manejos y descalificaciones que se dan al interior de los gremios.
No aceptó que la división sea provocada por él, como lo manifestó Hugo Leonel Salas Ramírez, presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, quien ha señalado acciones caciquiles del Gobernador al tratar de mantener el control político de Durango.
Manuel Lozoya Cigarroa, ex presidente del Instituto Estatal Electoral (IEE), manifiesta su repudio para los hechos violentos que se han suscitado en las últimas elecciones internas del PRI. Califica como inconcebible que al interior de los mismos organismos políticos, empresariales, culturales y sociales se registren divisionismos por la lucha del poder.
La única explicación que encuentra Lozoya Cigarroa es la nula existencia de una verdadera plataforma ideológica. No hay personas preparadas ni políticos que respalden a los partidos ni a las organizaciones.
EN LA HISTORIA
Dice el historiador Atanasio G. Saravia, en investigaciones realizadas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que Durango fue uno de los últimos estados en sumarse a la Constitución de 1917.
El primer gobernador de la entidad, Santiago Baca Ortiz (1824), fungió como titular del Ejecutivo estatal con una visión liberal; ahí comenzaron las pugnas entre candidatos conservadores y liberales. Nacieron dos grupos políticos: los ?Cuchas? y los ?Chimines?. De aquí se derivan las distintas corrientes.
Guadalupe Victoria, originario de Tamazula y primer presidente de la República, también fue liberal. Como republicano, luchó contra la imposición de la Corona.
Cuando se formó la República y al establecerse formalmente el estado de Durango, la lucha de los bandos por la supremacía del poder entre liberales y conservadores atrajo un sinfín de enfrentamientos. Hubo cambios en las estructuras sociales y en las relaciones entre grupos. Para entonces, en la época de la Reforma, había estructuras guerreras de indígenas, apaches y comanches.
La Intervención Francesa no vaciló en influir en las comunidades tepehuanas, coras y huicholas, quienes a su vez no manifestaban ningún interés de relacionarse con mestizos o criollos. Así lo menciona también el historiador Antonio Avitia Hernández en ?Los alacranes alzados?.
Las divisiones en los distintos grupos políticos y sociales siempre existieron. Las clases de abolengo y de famosos apellidos eran claras en su riqueza económica. El otro extremo, marginado y lleno de pobreza, fue y ha sido un sector que se ha expresado en desacuerdo con la inequidad en su trato y contra la discriminación laboral, económica y social.
Hacia la novena década del siglo XIX, en la época de la dictadura liberal porfirista, se registraba un excesivo control de la paz social que se sustentaba en la fragilidad del poder armado y en la sobreexplotación de la mano de obra.
En aquella época, el hacendado era una autoridad feudal, como en su momento lo señaló Pastor Rouaix; era omnímoda y absoluta y en ocasiones superior al jefe político y al jefe municipal, y hasta llegaron a ser la misma persona.
Durante esta época, los conservadores, capitalistas, latifundistas y administradores de los intereses de la oligarquía fueron incondicionales al Gobierno de Porfirio Díaz. Entre ellos estuvieron Francisco Gómez Palacio, el latifundista Juan Manuel Flores, Cipriano Guerrero, Leandro Hernández, Juan Santamarina y Esteban Fernández, que ocuparon la gubernatura en el Porfiriato.
Únicamente los allegados a Porfirio Díaz y a su política represora y discriminatoria crecieron en sus empresas, que comenzaron a instalarse y a beneficiarse con la sobreexplotación laboral.
Uno de los ejemplos que desde el siglo XX se manifestó con resultados funestos fue el caso del poblado minero de Avino, en el municipio de Pánuco de Coronado. Los administradores de Avino Mines of México Limited decidieron el 5 de abril de 1909 no pagar a los trabajadores la ?raya? mensual de marzo. Sin explicación alguna el pago fue retrasado. Los trabajadores se amotinaron para ejercer presión, cansados de los abusos, pero recibieron la visita del esbirro Octaviano Meraz y sus rurales, quienes inmediatamente liquidaron a los cabecillas.
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Mientras que Manuel Lozoya Cigarroa, historiador y ex presidente del IEE, sostiene que no existen líderes políticos ni ideologías que los sustenten en una verdadera plataforma filosófica, Dora Chamorro Salinas, psiquiatra, coincide en la visión psicoanalítica, en la que debido a que existe mayor apertura a la democracia, cualquier persona, sin conocimiento y preparación, pretende luchar por un puesto de elección popular, como sucede en las pugnas de partidos políticos y campañas y precampañas.
La transición política que abrió Vicente Fox Quesada, presidente de la República, con el Partido Acción Nacional (PAN) en el 2000, permitió una mayor apertura de opinión en los medios de información y los mexicanos expresan ahora su pensamiento con mayor facilidad.
Los espacios de represión son menores y los puestos políticos suelen estar con mayor facilidad al alcance de quien lucha por ellos.
Aunque este fenómeno continúa desarrollándose, Lozoya Cigarroa indica que deben existir verdaderos ideólogos que convenzan a la gente en el credo que profesan. Los partidos políticos tienen que volver a los principios y valores con los que persuadan y aglutinen a las masas.
Dora Chamorro explica que los animales continuarán buscando el dominio de su manada. La naturaleza también seguirá sosteniendo al hombre dentro de la búsqueda del poder por el poder.