Primera de dos partes
Entre el pesimismo popular y el triunfalismo cupular, el pueblo que es la gran mayoría se debate en la incertidumbre de una accidentada economía, reformas atascadas y la notable inoperancia de los funcionarios para llevar las riendas de un país que se gobierna con el menor esfuerzo en las diferentes dependencias. Gasto excesivo el usado en las campañas para formar la 59 Legislatura, un dinero perdido entre campañas y el mismo IFE cuyo monto es superior a lo destinado para el sector más amolado: el campo.
El estancamiento y la estabilidad alcanzaron, según los enterados en la materia, mínimos históricos, sobre todo en tasas de interés. así como las inflaciones nunca vistas, sin embargo el sector económico se atoró, culpa tal vez de las Reformas Estructurales incumplidas, aunado al desempleo, que como caballo apocalíptico azotó a los obreros.
El dólar terminó por ganar terreno al peso y sus vaivenes en el 2003 fue de altibajos, desde un $10.05 al principio del año hasta cerrar en un $11.56, lo que ayudó a generar una inestabilidad doméstica, no así en los grandes mercados financieros, quienes lo tomaron como normal y sin trastornos mayores. Por otro lado los mismos coqueteos del dólar vinieron a beneficiar a los migrantes y sus remesas, que crecieron un 42%, como nunca, siendo una de las principales divisas lo que nuestros connacionales envían a México. Esto sin duda fue de lo mejor en todo el año en lo que a economía interna sucedió, el envío de dólares.
La piratería sentó sus reales y no sólo en la rama artística como era común (audios/videos), ahora con el incremento de productos: norteamericanos, coreanos, japoneses y sobre todo chinos, que a pasto inundaron de productos todos los terrenos desde el automotriz hasta la industria del vestido, pasando por los juguetes y aparatos electrodomésticos. La policía fiscal, federal y las distintas dependencias no fueron ni han sido capaces de frenar esta marabunta.
El campo se llenó de adioses y de contrastes, fueron incontables las movilizaciones campesinas que desde principios de año 2003 se llevaron a cabo, para al fin terminar con un “Acuerdo Nacional para el Campo”, sin embargo sólo quedó en eso, un simple y huérfano “acuerdo cupular” donde se retrocedió en producción, culpando a las inundaciones y a la sequía y desde luego la entrada de productos norteamericanos en franca y desleal competencia. Los recursos tampoco fueron suficientes o no llegaron como se prometieron y se estipulaba en el tan mentado “Acuerdo Nacional para el Campo”. Tal como comenzó el año 2003, con movilizaciones, así terminó con marchas, pancartas, machetes, encuerados y espaldas desnudas fueron las consignas acompañadas siempre de mentadas de madre dirigidas al presidente Fox hasta el más bajo funcionario del ramo agropecuario, los líderes de las diferentes organizaciones, sólo aparecieron como lindas bastoneras en estas marchas.
Los banqueros comenzaron a ofrecer el crédito con tasas de interés de preferencia, los plazos se extendieron hasta 20 años sobre todo los hipotecarios. La burocracia sigue siendo una carga muy pesada para el Estado. La justicia con Reformas y códigos obsoletos, manejada más por intereses económicos que por lo que representa su precepto, la corrupción aún no es desterrada y se ve lejana. Algunos capos de la droga fueron arrestados, los peces gordos de cuello blanco siguen nadando en sus transas, con lana y buenos abogados. (Continuará) Correo electrónico:
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