Aún no se dicta sentencia en el caso Manuel Carrillo
A dos años del secuestro y asesinato del joven estudiante del Instituto Tecnológico de Durango, su padre Manuel Carrillo afirmó que a últimas fechas se ha percatado de las bandas de secuestradores que fueron aprehendidas y resaltó la fortuna de que las víctimas fueran rescatadas con vida, para hacer que el peso de la ley cayera sobre los culpables.
?Aún es momento que nadie de la familia, mucho menos yo, ha podido superar la pérdida de mi hijo Manuel Carrillo Jr., y es un trauma que a nadie se lo deseo. El secuestro es un cáncer y una lacra social que daña y afecta enormemente a la sociedad, pues de nada sirve tener una policía eficiente si los afectados no denuncian el hecho?.
Luego de una misa realizada en las afueras de su negocio, a la que asistieron vecinos, trabajadores, familiares y compañeros de estudio de Manuel Carrillo, el entrevistado concedió unos minutos a El Siglo de Durango para informar sobre el estado del caso y hacer una ligera, aunque dolorosa, remembranza de las últimas horas con su hijo.
En el interior de un estudio, a un costado de su despacho, Manuel padre muestra los objetos personales de extinto deportista, su chamarra del ITD enmarcada en un cuadro resguardado por un cristal, sus trofeos y una foto en el escritorio, acompañada de su computadora y algunos discos de su música preferida.
Con voz firme, el empresario recuerda aquel 20 de marzo de 2002, cuando su hijo se despidió de él para ir a la escuela, sin pensar que se trataría de un último adiós.
?Horas de angustia las que vivimos todos, mucho más cuando nos enteramos de que lo habían asesinado; no pude creerlo, señala. Mucho más fue mi asombro al saber que César González García, ex empleado mío, y un tal Joel Carrillo Hernández, quien dijo ser mi pariente (pero no tenemos nada qué ver) fueron quienes cometieron el incalificable acto. No pude contener mi ira y sólo pude pedir todo el rigor de la ley para ellos?
?Manuelito vio sus últimos minutos correr frente a él cuando escuchó los disparos que hicieron estos sujetos contra el federal de caminos Salas Hurtado. Pensó tal vez que podría escapar, pero sólo vio venir la muerte. Créame que me hubiera gustado estar junto a él en esos últimos minutos de vida y compartir su dolor, pero soy creyente de la justicia divina?.
Aseveró que hasta el momento no se ha dictado sentencia en contra de los plagiarios, ya que el proceso, después de dos años, continúa estancado en el Juzgado Tercero de lo Penal.
Finalizó comentando que la comunidad duranguense debe estar unida para denunciar estos hechos y así evitarle tan dura experiencia a otras familias, ya que ?quien tenga un hijo y no lo defienda, no merece tenerlo?.
SEGURIDAD
Consignan a presuntos plagiarios
Durante la mañana del sábado pasado, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad montado por la Policía Ministerial, los presuntos integrantes de dos bandas de secuestradores fueron trasladados al Centro de Rehabilitación Social, para afrontar los diferentes delitos que se les imputan: secuestro, delincuencia organizada, lesiones, entre otros, ante el juez penal que conoció de las causas.
Como se recordará, el miércoles 25 de febrero del año en curso, en diferentes operativos realizados por la Ministerial, de manera coordinada, fueron capturados un presunto cabecilla y el ayudante, así como dos jóvenes vecinos del fraccionamiento Guadalupe, relacionados como cómplices del delito.
Ellos son Sergio Mauricio Hernández Espinoza, de 40 años, ex agente de la AFI originario de León, Gto., supuesto jefe de la banda; Jesús Christian Oliver y Jenealle, de apellidos Delhumeau Islas, de 23 y 25 años, respectivamente, y Alejandro León Muñoz, de 41 años, originario del Distrito Federal.
Posteriormente, el martes 16 del mes en curso, la Procuraduría de Justicia presentó a otra banda de plagiarios detenidos en el estacionamiento de conocida tienda de autoservcio, quienes desde el domingo 14 habían secuestrado a Norberto Corrales Peña, de 17 años de edad, hijo de un empresario del ramo funerario.
El secuestro fue orquestado por el presunto líder de la banda, Antonio Cruz Hernández, seguido de su esposa, Elvira González Barraza, de 18 años, y sus cómplices María Deras, de 54; Sonia Lizeth Salazar Deras, de 20; Aydeé Rubí Julián Morales, de 21, y el taxista José Ángel Barraza García, de 43 años.