Reportajes

El reto:| conseguir un trabajo

Cristal Barrientos Torres

Persiste la desvinculación entre el sector productivo y las instituciones

de educación superior.

El Siglo de Torreón

Torreón, Coah.- El mercado laboral demanda egresados del área industrial, sin embargo, los jóvenes se inclinan por las licenciaturas administrativas, las consecuencias: miles no logran conseguir trabajo.

Ante esta situación, los empresarios advierten: las universidades no están cumpliendo con las expectativas del mercado laboral, además aseguran que no tienen la obligación de generar fuentes de empleo, pues su función es crear riqueza.

Los catedráticos se defienden: la sociedad requiere de filósofos, abogados, comunicólogos, entre otros, pues no se debe perder el sentido humanista de las profesiones. Pero además dan opciones a los egresados: emigrar para buscar oportunidades laborales o crear proyectos y así autoemplearse en algo relacionado con sus estudios.

Tan sólo de las universidades La Salle, Autónoma de La Laguna, Autónoma de Coahuila, Ibero, Autónoma del Noreste, egresarán este semestre dos mil 30 alumnos de diferentes licenciaturas e ingenierías.

De acuerdo a datos proporcionados por Fomento Económico Laguna de Coahuila, A. C., (Fomec), en 2003 la población escolar en las universidades se compuso de cuatro áreas: siete mil 776 alumnos en licenciaturas administrativas, siete mil 679 en pública social, cinco mil 589 en recursos naturales y del medio ambiente, ocho mil 717 en ingenierías, para dar un total de 29 mil 761.

Pero de esa población sólo se graduaron seis mil 93. Dos mil 368 alumnos en licenciaturas administrativas, mil 117 en recursos naturales y medio ambiente, mil 324 en el área pública social y mil 284 en ingenierías.

La información del organismo es resultado de una encuesta aplicada en las 19 universidades más representativas en la Región Lagunera de Coahuila y Durango.

Fabiola Martínez de la Torre, gerente de orientación laboral de Fomec, explica que aún no cuentan con el total de egresados en 2004 a nivel licenciaturas, ingenierías y carreras técnicas, porque muchas instituciones tardan en reportar el dato hasta tres meses después de las graduaciones.

Sin embargo, informa que de acuerdo a datos de 2003 de las escuelas técnicas egresaron cinco mil 437 alumnos. “Las áreas administrativas a nivel licenciatura son las que más alumnos captan, pero lo que hemos visto en el mercado laboral, de acuerdo a las empresas instaladas en la región, es que la demanda de empleos se enfoca al área industrial”.

Cuando hemos platicado con los maestros, nos dicen que la razón es que los alumnos le tienen miedo a las matemáticas, a la física y a la química, se van con esa idea y al final de cuentas son pocos los que estudian carreras del área industrial”.

El mercado laboral demanda carreras del área industrial como Ingeniería Mecánica, Electrónica, Mecatrónica, Automotriz, Eléctrica, Producción, entre otras.

Es claro que el sector industrial cada vez se consolida más, incluso hay nuevas ramas como electrodomésticos y tecnologías de la información.

Ya no es como antes

En medio de las elevadas tasas de desempleo registradas en la entidad, Roberto López Franco, psicólogo y director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), señala que antes los alumnos se sentían realizados por concluir una licenciatura, pues tenían la ambición y seguridad de encontrar un trabajo.

Sin embargo, a partir de 1998 surgió un fenómeno en el que los alumnos comienzan a manifestar una fuerte preocupación en cuanto a su futuro laboral, además cuestionan abiertamente la formación académica que recibieron por parte de las instituciones educativas tanto públicas como privadas.

“Eso es consecuencia del miedo y de la inseguridad que se presenta en el plano social para encontrar trabajo como profesionistas, los jóvenes se sienten enojados con las universidades que los formaron”.

Además, por no conseguir trabajo una parte de la población estudiantil comienza a tener comportamientos autodestructivos al buscar un escape en el alcohol y algunos llegan a participar en accidentes viales.

Cuando los alumnos cursan los últimos semestres de las carreras que eligieron, se vuelven inquietos, la pregunta constante que se hacen es: “¿qué voy a hacer cuando salga de la universidad?”.

Y quienes se sienten seguros es porque conocen a alguien que los puede ayudar a conseguir un trabajo una vez que concluyan sus estudios.

López Franco aclara que los comportamientos son diferentes dependiendo de si los jóvenes egresaron de una universidad privada o pública, los primeros al tener una situación económica desahogada postergan su entrada al mundo laboral y optan por estudiar diplomados, maestrías o doctorado.

Por otro lado, los egresados de instituciones públicas sienten que tienen poco tiempo para consolidarse en el plano laboral. Y es que la apuesta de sus padres es que al terminar sus estudios logren primero, un estatus por contar con un título; segundo, que consigan un empleo bien remunerado para favorecer la economía familiar.

“Lo veo en los estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila, saben que tienen una responsabilidad muy fuerte de encontrar trabajo para hacerse cargo del sustento de su familia”.

Mientras los alumnos de una universidad privada ven en el pago de sus colegiaturas una inversión que les va a redituar en el futuro, en las instituciones públicas lo toman como un gasto que deben recuperar inmediatamente.

A decir del catedrático, los egresados desempleados se sienten enojados y consideran que la formación académica recibida fue en vano porque muchos ganan dinero dedicándose a otra actividad que nada tiene que ver con lo que estudiaron.

“A las universidades no nos corresponde generar empleos pero considero que vamos a tener que movilizarnos para aprender a manejar los problemas emocionales que viven nuestros egresados cuando no encuentran trabajo”.

Para eso es necesario que las instituciones cuenten con un área de vinculación para canalizar a los ex alumnos que presenten dificultades para encontrar empleo.

Nuevas estrategias

Saúl Ramos Aranda, coordinador de Relaciones Universitarias de la Ibero, Plantel Laguna, señala que el panorama del país es muy complicado porque todas las variables económicas afectan la generación de empleos.

En consecuencia en la Ibero se plantea la posibilidad de vincular a los alumnos desde los primeros semestres al campo profesional y adaptar el plan de estudios a las nuevas necesidades laborales.

“Las prácticas profesionales se han implementado más enfáticamente, hay cierto tipo de actividades académicas en las cuales el alumno se vincula al campo productivo a través de proyectos de interés social, los estudiantes buscan espacios diferentes para dar a conocer sus conocimientos y habilidades”.

La nueva estructura curricular está basada en un modelo de competencia donde el alumno desde los primeros semestres es insertado en la práctica profesional para tener más contacto con el ejercicio básico de su disciplina.

“Este modelo, sumado a la filosofía educativa ignaciana, está centrado en la cuestión humanista que permite panoramas más amplios de trabajo y ser más creativo en acceder al autoempleo y adaptarse a las circunstancias del país”.

El modelo económico de México, señala, no ha podido dar respuesta a la demanda laboral de los egresados en licenciaturas, ingenierías y carreras técnicas. Considera que tanto la Iniciativa Privada como el Gobierno y universidades, deben hacer un planteamiento para atacar el desempleo.

“Por un lado el Gobierno no está cumpliendo su responsabilidad como generador de empleo, por otro lado la Iniciativa Privada prefiere carreras que sean afines a los campos productivos y las universidades están generando egresados de diferentes disciplinas pero con una vocación más humanista”.

Y es que Ramos Aranda reconoce que las ingenierías son importantes pero asegura que no se debe olvidar a los campos que generan un valor cualitativo para el país.

“El panorama lo veo muy complicado porque siento que el Gobierno ha estado muy trabado en la generación de empleos, no le veo por dónde, no veo muchas posibilidades, sería cuestión de platicar, de asentar proyectos, de analizar la situación y ser más proactivos”.

Pago inútil

Marina Estrada Castro, directora de Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de La Laguna, reconoce que en ocasiones los alumnos sienten que el dinero que invirtieron en las colegiaturas no se compensa por los bajos salarios que perciben al momento de ingresar al mundo laboral.

Explica que en la UAL cuentan con 15 licenciaturas y asegura que sus egresados están preparados para enfrentarse al mercado laboral a partir del cuarto semestre, pues cuando inician sus prácticas profesionales se vinculan con la comunidad empresarial.

“No sólo en Torreón sino en el país están enfrentando el desempleo, hemos tratado de mantener un vínculo con los empresarios para que reciban a todos nuestros egresados, la mayoría de ellos está trabajando, tal vez no perciban un salario muy bien remunerado pero están haciendo algo en beneficio de su carrera”.

Para Estrada Castro los bajos salarios son una problemática que se arrastra en México desde hace muchos años, pero insiste en que la mayoría de los egresados de la UAL cuentan con empleo aunque sea de medio tiempo.

“Nosotros sabemos que hay muchos despidos, sobre todo a nivel técnico operario, sin embargo no descartamos que esto represente un golpe fuerte para nuestros egresados, nosotros como universidad estamos en la mejor disposición de seguirlos preparando con becas en diplomados y maestrías”.

Y añade: “a lo mejor se van a cerrar muchas puertas para ellos, pero pensamos que vendrán mejores oportunidades, tenemos confianza en ellos, en la universidad, en la comunidad y en los empresarios”.

A pesar del panorama, asegura, los alumnos tienen esperanzas en conseguir un trabajo pero sobre todo de hacer el bien en la sociedad porque para la universidad es importante la formación académica con un enfoque humanista.

Demasiado calificados

En ocasiones contar con una maestría o doctorado, es un impedimento para conseguir trabajo. Los egresados de la Universidad Iberoamericana, Plantel Laguna, son rechazados por estar “sobrecalificados” en los requerimientos de las vacantes.

Cinthia Gaspar Montero, coordinadora de la bolsa de trabajo de la Ibero, explica que los ex alumnos se quejan de que debido a la maestría o doctorado que estudiaron, en las empresas se niegan a contratarlos a consecuencia del alto costo de su trabajo profesional.

“Creen que como tienen más estudios van a pedir mucho dinero, ahora algunos alumnos me solicitan que en sus datos no ponga que tienen maestrías porque luego no los van a contratar, hay jóvenes que no se dejan y exigen que se les hagan valer sus estudios”.

A consecuencia de la falta de fuentes de empleo, un porcentaje considerable de alumnos y egresados trabaja en el área de ventas. Gaspar Montero asegura que se creía que el número de vacantes disminuiría en 2004, sin embargo la captación se mantiene estable.

Pero la responsable de la bolsa de trabajo se muestra optimista. Hace días recibió una llamada de los representantes de una empresa extranjera que se instalará en Torreón y está requiriendo egresados Ibero.

“De manera masiva solicitaron egresados de todas las carreras, incluso practicantes, todos Ibero, estamos tratando de avisar a los chicos que están desempleados para que tomen esta oportunidad”.

En la actualidad quienes más batallan en conseguir trabajo son los egresados antes de 2000, después de esa generación se colocan más fácilmente porque en las empresas alegan que no quieren contratar profesionistas “viciados”.

La fama de “chico Ibero” también los afecta al momento de solicitar empleo porque los empresarios creen que van a pedir sueldos elevados por su trabajo o exigir puestos gerenciales a pesar de no tener experiencia.

Aclara que no está en manos de la universidad resolver el problema del desempleo de los egresados. La bolsa de trabajo es solamente un servicio, en consecuencia los alumnos buscan otras alternativas. Una de ellas es emigrar o asociarse para abrir un negocio relacionado con su carrera.

Cinthia Gaspar Montero señala que Torreón destaca por ser uno de los lugares en el país donde peor pagan. Asegura que hay empresas que solicitan egresados a cambio de dos mil pesos mensuales, en estos casos las vacantes no se publican en la bolsa de trabajo.

“Quien tenga trabajo que lo cuide y no renuncie porque ya no esté a gusto o se lleve mal con su jefe, encontrar un nuevo empleo está difícil y si lo hacen será mal pagado”.

Nadie es profeta en su tierra

En opinión de Rosa María Franco Parra, coordinadora de la Universidad Autónoma de Coahuila, los egresados deben tomar la decisión de emigrar de sus lugares de origen en busca de oportunidades laborales, así podrán adquirir experiencia y en unos cuantos años regresar.

Señala que el panorama pudiera parecer desolador pero asegura que el Gobierno está haciendo lo necesario para atraer más empresas y así ofrecer oportunidades laborales a los profesionistas.

De acuerdo a datos proporcionados por la coordinadora, en los dos primeros años el 60 por ciento de los egresados consigue trabajo y el resto se autoemplea o está en el subempleo: “ese 40 por ciento no está en actividades para las que fue formado, pero eso será temporal si persisten y se siguen preparando de acuerdo a sus posibilidades”.

Contrario a la postura de los empresarios, Rosa María Franco Parra considera que las licenciaturas del área administrativa o social son tan importantes como cualquier ingeniería o carrera técnica.

“Todas las carreras siguen siendo necesarias. El Gobierno está trabajando, siempre faltan más opciones pero creo que está en buen camino”.

Generan desempleados

Arturo Gallegos Salcido, presidente de Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), es contundente: los empresarios de ninguna manera tienen la obligación de generar fuentes de empleo para los egresados, pues su única obligación es crear riqueza.

Y es que el empresario, dice, debe usar la tecnología y no mano de obra, además es necesario que cuente con el entorno adecuado para generar riqueza y en consecuencia empleos.

“No debemos irnos en la ‘finta’ de que porque tenemos maquiladoras estamos muy bien, no, tenemos maquiladoras porque tenemos ‘mano de obra’ pero debemos evolucionar, tener ‘mente de obra’ que son los profesionistas”.

Pero los profesionistas, aclara, deben ser versátiles para adaptarse y adecuarse a las necesidades del mercado laboral porque no se puede generar un empleo en la medida de lo que saben, por eso los planes de las autoridades estudiantiles deben ser ágiles, considera el presidente de Coparmex.

“La capacidad de respuesta y de adaptación de las universidades es muy lenta, necesitamos instituciones más ágiles que cambien sus currículas, hacer trajes a la medida como las carreras técnicas; para qué crean contadores públicos si no van a tener empleos, las universidades deben ir enfocadas al cliente”.

Cuestionado sobre cuál es la demanda del mercado laboral, responde: “ahora no hay demanda de nada, siempre habrá nichos en donde encontrarán una oportunidad, ésa es la labor del empresario, es decir, en el momento en que huele un nicho debe atacarlo y cuando deja de ser interesante brincar a otro”.

Apostarle a las ideas

Para convertirse en un empresario, como propone la Iniciativa Privada o para crear un proyecto en base a los conocimientos adquiridos, como sugieren los catedráticos, ante la falta de empleos en el país, no hay fórmulas mágicas que funcionen.

Eso lo saben Lilia Rojas Subealdea, Luis Xavier Bernal Flores y Claudia Elena González Berlanga. Los tres son diseñadores gráficos egresados de la Universidad Iberoamericana, Plantel Laguna, en 1996.

Antes de concluir sus estudios, trabajaron en diferentes empresas. El sueldo era malo pero la oportunidad de adquirir conocimientos laborales era única. Luego de muchos años de esfuerzo consiguieron crear un proyecto que al poco tiempo se convirtió en un negocio redituable: la fotografía infantil.

Lilia Rojas asegura que no hay fórmulas exactas que funcionen en una economía con tantos altibajos como la mexicana, por eso recomienda a los estudiantes y egresados tomar cualquier oportunidad de trabajo que se les presente aunque el salario no sea el esperado.

Se debe tener claro, dice, que el recién egresado tiene fuerza física, talento, conocimiento, juventud, pero no experiencia laboral, la capacitación continua es lo que va a marcar la diferencia entre lo que ofrece un profesionista a diferencia de otro.

Gracias a las oportunidades y a la capacitación laboral, Lilia contempló la posibilidad de independizarse. Entre ella y dos de sus ex compañeros crearon el proyecto para echar andar el negocio de fotografía infantil.

“Nunca me hubiera imaginado tener un negocio propio y fue difícil porque para empezar ser empleado aunque te paguen poco representa menos responsabilidad porque la empresa donde trabajas no deja de protegerte, ahora dependen de mí y mis compañeros dos empleos directos y varios indirectos porque tenemos proveedores”.

Niega que por ser “chicos Ibero” hayan tenido la facilidad de abrir un negocio propio: “en el caso de los tres, el dinero que necesitamos para invertir fue producto del trabajo de muchos años, todo nos lo ganamos por nuestro esfuerzo”.

Luis Xavier considera importante que tanto alumnos como egresados apuesten todo a sus ideas por más descabelladas que parezcan: “los conocimientos que te dan en la escuela son importantes pero nada como la experiencia laboral para lograr lo que uno quiere”.

De una idea creativa, dice, surgió su negocio. Y es que al ver una carencia en el mercado -no existía un estudio especializado en niños- se formó un concepto innovador: “no es un factor de éxito el que hayamos salido de la Ibero, creo que hay diferentes niveles de educación pero las expectativas que tienen las personas son las mismas”.

Luis Enrique todavía no olvida las burlas de sus compañeros por el sueldo que recibía en su trabajo cuando era estudiante: “me decían que un cerillo ganaba más que yo, pero para mí era importante en ese momento la experiencia porque estaba aprendiendo programas de computación que en la escuela no enseñaban”.

La diferencia de triunfar en medio de la crisis económica, dice, es dejar a un lado la apatía: “hay que tener iniciativa de hacer las cosas aunque te salgan mal, hacerlas hasta que salgan bien, sólo con empeño los sueños se logran cristalizar”.

EN CIFRAS

En 2003 egresaron seis mil 93 alumnos de las diferentes carreras que ofrecen las universidades de la Región Lagunera de Coahuila y Durango:

ÁREAS TOTAL

Administrativas 2,368

Ingenierías 1,284

Recursos Naturales y Medio Ambiente 1,117

Pública Social 1,324

En 2003 la población escolar fue de 29 mil 761 estudiantes, algunas de las carreras con mayor número de alumnos

fueron:

Contador Público 2,389

Administración de Empresas 2,870

Ciencias Computacionales 2,514

Ingeniería Industrial 1,574

Medicina 1,220

Química 1,129

Educación 2,680

Leyes 2,196

FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón

Leer más de Reportajes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Reportajes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 92797

elsiglo.mx