Hace unos días con motivo de otro artículo publicado en estas mismas páginas bajo el título de Miedo a Nuevos Ataques comentaba algunos aspectos de un libro realmente valioso que concentra la investigación periodística realizada por la española Pilar Urbano bajo el título de Jefe Atta, el Secreto de la Casa Blanca.
Este libro tiene una primera parte interesantísima en la que nos va llevando de la mano por la biografía personal de los personajes que llevaron a cabo la operación terrorista contra lugares estratégicos de Nueva York y de Washington aun a costa de morir junto a otras decenas de personas en cuatro grandes aviones comerciales norteamericanos llenos del combustible necesario para hacer el mayor daño posible y capitaneados por Mohammed Atta, un musulmán apasionado, proveniente de una familia de clase media egipcia, con muchos años de estancia en Hamburgo, donde llevó a cabo diversos estudios técnicos y científicos y en donde constituyó a partir de la mezquita de esa ciudad alemana, la célula de fervientes musulmanes que llevaron a cabo la famosa operación 11 de septiembre.
Esa primera parte del libro es verdaderamente interesante puesto que ahonda en la pregunta lógica que muchos millones de personas pudiéramos habernos hecho tras un acontecimiento histórico como el que sigue manteniendo la tensión mundial a pesar de haberse llevado a cabo hace más de dos años y tras de dos guerras en Afganistán y en Irak que directa o indirectamente pudieran referírseles.
La pregunta va en la línea de cómo se habrá llevado ese entrenamiento ideológico, religioso, pero también técnico: aeronáutico, computacional, mecánico, geográfico y logístico como para provocar que 18 personas pusieran en jaque al gran imperio contemporáneo. En las 494 páginas del libro de referencia también se pueden constatar errores crasos de los sistemas de inteligencia norteamericana, atribuibles algunos precisamente al clima de libertad de acción dentro de los aeropuertos que existía antes del 11 de septiembre de 2001 y que han desaparecido para molestia de los viajeros norteamericanos y sobre todo extranjeros a partir de ese fecha.
Pero sobre todo es de especial interés en la última parte de ese estudio periodístico maravillosamente documentado y redactado, las mentiras con las que la administración pública y militar de los Estados Unidos ha procurado esconder tras gruesas capas de desinformación, lo referente al destino final de los vuelos 93 de United Airlines y 77 de American Airlines que terminaron sus días respectivamente en Pennsilvania, en un área con varios centros estratégicos de la Armada, o en el centro de la ciudad de Washington aunque el segundo de ellos, según el libro no pudiendo materialmente ser la causa de la apertura de un boquete en el Pentágono. Pilar Urbano vuelve a dar muestra de su gran capacidad periodística en todas y cada una de las páginas de Jefe Atta, el Secreto de la Casa Blanca.
