El Maglev, tren de levitación magnética, podría reemplazar algún día los aviones para el transporte de pasajeros por todo Japón.
TSURU, Japón (AP) .- Cuando arranca el tren de levitación magnética, la aceleración es tan vertiginosa que los entusiasmados pasajeros son empujados contra el respaldar de sus asientos.
El tren maglev, como se le conoce, alcanza una velocidad de casi 500 kilómetros por hora a sólo un minuto y medio de su partida.
Su nombre deriva del campo electromagnético que lo impulsa en vez de ruedas, lo que permite su levitación y su propulsión. Las autoridades lo consideran un anticipo del futuro del transporte público.
Pero después de cuatro décadas y una inversión de 2.400 millones de dólares en la etapa de investigación, el maglev sólo ha llegado a tener una estación, no ha entrado al servicio del público, ni tiene un futuro claro.
"Deseamos crear la línea cuanto antes", afirmó Yutaka Osada, subdirector de la división de investigaciones sobre levitación magnética (maglev) de la empresa Central Japonesa de Ferrocarriles. "Pero el gobierno tiene que decidirlo porque se encargará de financiar el comienzo de la construcción. Con el estado actual de la economía, es probable que no empiece a funcionar pronto".
Los escépticos afirman que el maglev nunca pasará más allá de su etapa de prueba sobre una vía ferroviaria de 18 kilómetros en Tsuru, al oeste de Tokio.
Afirman que es el afán de prestigio y no el pragmatismo lo que impulsa el proyecto.
Los expertos admiten que los trenes magnéticos no son mejores que los de tecnología eléctrica, ya existentes --sobre todo el Shinkansen-- conocidos como "trenes bala" que atraviesan la zona rural montañosa y que conectan las principales ciudades a una velocidad de 300 kilómetros por hora. Japón también utiliza monorrieles, trenes y subterráneos en su servicio de transporte interurbano.
"El maglev es menos eficiente que el Shinkansen. Y consume casi tres veces más energía", observó Satoru Sone, un profesor de ingeniería de la Universidad Kogakuin, de Tokio.
Pero Sone afirmó que el maglev podría reemplazar algún día los aviones para el transporte de pasajeros por todo Japón, debido a que sólo emite una cuarta parte de los gases tóxicos de los jets de pasajeros.
"Los trenes bala son demasiado lentos para competir con los aviones. Pero el maglev podría reemplazar algún día los vuelos aéreos nacionales en algunas rutas", agregó.
En diciembre del 2003, la empresa Central Japonesa de Ferrocarriles, parte del antiguo sistema estatal que desarrolla el maglev con el Instituto Tecnológico de Investigación del Japón, dijo que un tren maglev de tres vagones alcanzó una velocidad de 580 kilómetros por hora, superando su propia velocidad de 550 kilómetros horarios registrada en el Libro de Récords Guinness y establecido en 1999, con pasajeros.
Pocos países han invertido tantos recursos en el desarrollo de la tecnología de levitación magnética.
China inició la circulación del primer maglev con fines comerciales desde el 1 de enero, pero el sistema construido por Alemania a 1.200 millones de dólares en Shanghai se extiende sólo por 29 kilómetros. Los planes iniciales para la construcción de una línea ferroviaria de 1.285 kilómetros de Shanghai a Pekín fueron cancelados.
Alemania, mientras tanto, ha cancelado sus planes para crear su propia línea entre Hamburgo y Berlín.
Estados Unidos tiene un proyecto maglev en desarrollo. La empresa American Maglev Technology Inc. en Edgewater, Florida, colabora con Old Dominion University, de Virginia, que esperaba transportar estudiantes dentro de la universidad en maglev a fines del 2003. Pero el proyecto fue postergado hace un año cuando se presentaron defectos técnicos y los fondos públicos y privados, que ascendían a 14 millones de dólares, se agotaron antes de que pudieran repararlos.
En este país, los funcionarios de la Central Japonesa de Ferrocarriles dicen que las largas distancias que el maglev podría cubrir en el Japón justifican su enorme costo.
La empresa desea construir una línea maglev desde Tokio hasta Osaka, que vincularía las dos principales ciudades en sólo una hora, lo mismo que un vuelo comercial. Por su parte, los trenes bala requieren dos horas y media para cubrir un tramo de 500 kilómetros.
Pese a que una comisión de expertos del gobierno encomió el progreso, los expertos dijeron que el costo del proyecto era demasiado alto, y que volverían a evaluar la situación en el 2005.
La construcción de la vía electromagnética del tren podría costar a los contribuyentes 85.000 millones de dólares, casi el triple de lo que cuestan las vías para un tren bala. Los trenes maglev costarían otros 6.480 millones de dólares.
La Central Japonesa de Ferrocarriles afirma que sus ingenieros están simplificando y reduciendo las vías y los componentes del tren a fin de adaptarlo a la producción masiva y abaratar su mantenimiento.
Los antecedentes de seguridad del maglev en su período de prueba han sido excelentes. Ha recorrido casi 335.000 kilómetros, que equivale a ocho vueltas a la Tierra, y ha transportado unos 70.000 pasajeros sin accidentes.