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MÉXICO, DF.- Hay una forma diferente de viajar: integrarse por un tiempo a comunidades del país, generalmente enclavadas en municipios rodeados de naturaleza.
La experiencia es rica y no es necesariamente incómoda para quien proviene de la ciudad.
Existe la red de comunidades Bioplaneta, que ofrece como destinos turísticos áreas rurales de Oaxaca y Veracruz. Son escenarios naturales en los que se pueden descubrir diferentes ecosistemas que conforman a estos estados de la República mexicana.
Ahí uno se incorpora al pueblo para disfrutar y conocer su cultura, hospitalidad, fiestas, tradiciones y gastronomía.
Por estar en la naturaleza suelen ofrecerle caminatas por senderos para la observación de flora y fauna, senderos de bicicleta, kayak, paseos en lancha, safaris fotográficos, campismo, baños de lodo, masajes, talleres ambientales, de medicina tradicional y artesanía.
Se puede también participar en patrullajes nocturnos para proteger especies en peligro de extinción, liberar cocodrilos, tortugas y venados.
En suma, uno ayuda a la recuperación o rehabilitación de ecosistemas, a cosechar cacahuate y ajonjolí, cooperar en la pizca de café y cacao, o bien ser parte de una salida de pesca tradicional.
Los proyectos ecoturísticos de autogestión comunitaria integrados a Bioplaneta, que ofrecen servicios de hospedaje y actividades son: En Oaxaca: La Ventanilla, El Mazunte, San Rafael Toltepec, El Tomatal, Parque Nacional Laguna de Chacahua, los Pueblos mancomunados y la isla Soyaltepec.
En Veracruz: Las Cañadas de Nanciyaga, Peña Hermosa, El Pescador y la Red de Ecoturismo Comunitario de los Tuxtlas en Veracruz.
Todos los paseos y estancias cuentan con cabañas, agua caliente y espacios propios, para que el visitante que viene de las ciudades no se sienta agredido por tanta naturaleza, sino que se integre poco a poco.
Los guías de las comunidades rurales conocen los diferentes usos regionales de las plantas y las especies del lugar, tienen capacitación en primeros auxilios, manejo de grupos y vías alternas.
