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KABUL, AFGANISTÁN.- Pakistán ayudará a Afganistán a identificar a miembros de la milicia talibán elegibles para una amnistía que podría permitir a Estados Unidos reducir la cantidad de soldados emplazados aquí en los próximos meses, dijo ayer un comandante estadounidense.
El teniente general David Barno manifestó que los vecinos del centro asiático habían aceptado trabajar juntos contra decenas de líderes talibanes considerados ?criminales?, muchos de los cuales se cree estarían viviendo en Pakistán.
?Y cuando esa lista se termine aquí, pienso que muy pronto veremos a ambos países intentando arrestar y entregando a la justicia a esos individuos?, declaró Barno, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
?Finalmente, la cantidad será reducida a un pequeño número que satisfaga a todas las partes involucradas, y podría ser menos de 100?, sostuvo.
Los funcionarios afganos han instado reiteradamente a los partidarios del ex régimen gobernante que cesen los combates o regresen del exilio para ayudar en la reconstrucción del país, azotado por más de 20 años de guerra.
Pero los planes de un programa de reconciliación emergieron recién después de la victoria del líder apoyado por Estados Unidos, Hamid Karzai, en las históricas elecciones del nueve de octubre.
La iniciativa podría enfurecer a minorías étnicas que sufrieron en el régimen talibán, al igual que a potencias regionales como la India e Irán, dudosas de la influencia paquistaní en la región.
Barno dijo que espera que Karzai, que jure como primer presidente elegido por el pueblo afgano el martes, elabore la lista de los líderes talibán y la entregue a Islamabad.
El Gobierno del presidente paquistaní general Pervez Musharraf posteriormente la ?revisará y hará sus comentarios, y creo que habrá una lista respaldada por todos y que dirá aquí están todos los que pensamos debemos buscar?, expresó.
Mientras tanto, los militares estadounidenses comenzarán a registrar a milicianos talibán de bajo nivel que quieran regresar a sus pueblos y vivir en paz, como un paso previo al plan de reconciliación que aún debe anunciar formalmente el Gobierno afgano.