“¿Cuándo encontramos un pueblo gobernante?... En las elecciones.”
Giovanni Sartori
Este próximo domingo primero de agosto se reanudan los procesos electorales de este año. Dos estados, Aguascalientes y Oaxaca, tendrán elecciones para gobernador. Uno más, Baja California, organizará comicios para elegir a nuevos presidentes municipales y diputados estatales.
De todas estas elecciones, la que menos interés ha generado entre los medios ha sido Aguascalientes. La razón, quizá, es que la ventaja que tiene el candidato panista Luis Armando Reynoso —por lo menos hasta el momento en que se permitió la realización de encuestas la semana pasada— parece definitiva.
El PRI nunca tuvo muchas oportunidades de ganar en Aguascalientes, un estado que ha sido bien gobernado por el panista Felipe González; pero las pocas que tenía las perdió hace meses con la renuncia de Óscar González a la candidatura priista. González afirmó que alguien le había hecho escuchar por teléfono una supuesta conversación entre el gobernador panista Felipe González y la secretaría general nacional del PRI, Elba Esther Gordillo, en la que supuestamente ésta prometía su apoyo a Reynoso. Óscar González renunció a su candidatura, pero nunca pudo demostrar que hubiera existido esa conversación ni logró explicar por qué tendría que renunciar en consecuencia. Se ha especulado, por lo tanto, que la supuesta conversación fue inventada por el priista para tener una excusa que le permitiera salirse de una campaña que tenía perdida. González fue reemplazado como candidato por el ex senador Óscar López Velarde, quien, sin embargo, no ha podido remontar la ventaja del panista Reynoso.
En Oaxaca, por el contrario, la atención de los medios ha sido muy intensa. Esto se debe en buena medida a que éste es el estado que gobierna el polémico José Murat, un político cuyas excentricidades y pleitos lo han alejado no sólo de empresarios y opositores sino incluso de muchos priistas. Murat maniobró para que el PRI postulara como candidato a Ulises Ruiz, quien recibió también el apoyo del Partido Verde y el del Trabajo. Del otro lado el PAN, el PRD y Convergencia, así como algunos priistas distinguidos, entre quienes destaca el ex gobernador y ex secretario de gobernación Diódoro Carrasco, han apoyado al ex presidente municipal de Oaxaca, Gabino Cué.
Los priistas han dado a conocer encuestas que supuestamente señalan una muy amplia ventaja de Ruiz. Incluso falsificaron una que atribuyeron al periódico Reforma para mostrar esta ventaja. Pero los sondeos independientes, incluido el real de Reforma, señalan por el contrario una contienda muy cerrada o incluso un empate. El problema es que Oaxaca, con sus cacicazgos y zonas indígenas de usos y costumbres donde los líderes ordenan el voto de todo el pueblo, es un estado muy difícil de encuestar y, sobre todo, muy difícil de vigilar en una elección. Las posibilidades de que se genere un conflicto postelectoral en el estado, independientemente de quién gane la batalla de las urnas, son muy amplias, en parte porque la elección se presenta muy cerrada pero también porque el pleito entre Murat y Diódoro ha rebasado con mucho los límites normales de las diferencias políticas.
La atención principal en la elección de Baja California se centra en Tijuana. La razón es la postulación en ese municipio gobernado actualmente por el PAN —y que por sí solo es más importante que varios estados del país— de Jorge Hank Rhon, el hijo de Carlos Hank González, como candidato del PRI. A él se enfrenta un panista, Jorge Ramos, que parecía tener una cómoda ventaja en un principio. La contienda, sin embargo, se ha venido cerrando en las últimas semanas.
Otro punto importante que se juega en las elecciones de Baja California es el control del Congreso. El PAN consiguió la mayoría en las elecciones del 2001, pero la renuncia de dos diputados panistas le dio el control a la oposición. El gobernador panista Eugenio Elorduy necesita urgentemente que su partido recupere la mayoría parlamentaria.
Los procesos de este primero de agosto pueden verse modificados de manera muy importante por el abstencionismo. Cuando los ciudadanos no se presentan a votar, triunfa no el candidato más popular sino el que tiene mayor capacidad de movilización de su gente. Y éste, en nuestro país, suele ser el PRI.
ENFRENTAMIENTO
Si alguna duda había sobre la volatilidad de los ánimos en Oaxaca ésta quedó demostrada por la violenta agresión a un grupo de manifestantes opuestos al priista Ulises Ruiz. El gobierno de José Murat ha tratado de soslayar el hecho, el número de heridos y la existencia de un muerto, lo cual es una muy mala señal para los comicios de este próximo domingo. Esperemos que éste sea el único episodio de violencia en el proceso.
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