Un ?récord? para los abuelos
Para que aquellas familias que no viven muy cerca de los abuelos de sus hijos puedan ponerse en contacto con los nietos de vez en cuando, tome una hoja de papel grueso, acueste al niño sobre él y trace su contorno. En donde va la cabeza, ponga su última foto y anote lo que pesa y mide en la esquina del papel. En otra dibuje el contorno de una de sus manos y en la tercera el de un pie. De este modo los abuelos podrán compartir desde lejos el desarrollo de los nietos, lo que les dará una idea bastante exacta de sus tallas cuando quieran regalarles ropa. Tal vez los niños quieran colorear su estampa o hacer algunos dibujos a colores en la parte posterior. Los abuelos recibirán una gran alegría. Por supuesto, su envío se hará periódicamente y qué divertido será sacar los dibujos al cabo de unos años para ver qué tanto han crecido los niños y a qué grado ha cambiado su fisonomía, su modo de peinarse y vestirse.
Camotes glaseados
Después de pelar los camotes, agrégueles azúcar, mantequilla o margarina y las especias que acostumbra. Luego báñelos con jugo de piña, poniendo también una pequeña cantidad de él en el recipiente y déjelos así hasta el siguiente día. Luego cuézalos en el horno como de costumbre. Su sabor será diferente y mucho más delicioso.
Desbaratando costuras
Después de desbaratar cualquier costura o dobladillo, extienda la prenda sobre una superficie plana y lisa, tome una hoja de rasurar de un solo filo y pásela por todos los cabos del hilo que se hayan quedado adheridos al material y que resultan tan difíciles de quitar. Trabajando del modo indicado, se formará con ellos una bolita que usted desprenderá con gran facilidad. Cuide nada más de no maltratar ni cortar la tela.
¿Le molestan los zapatos nuevos?
Si los siente muy incómodos cuando acaba de comprarlos y va posponiendo su uso, rocíe un día su interior con maicena y se sentirá mucho mejor.
¿Tiene canarios?
Consiga por unos cuantos pesos un muestrario de papel tapiz descontinuado. Tendrá hojas para cambiar durante mucho tiempo la cubierta del piso de la jaula de sus aves, que se embellecerá considerablemente.
Ahorre el polvo limpiador
No quite completamente la cinta adhesiva que cubre las perforaciones de la lata, sólo muévala de modo que queden descubiertas dos o tres de ellas. Así podrá regular la cantidad de limpiador a emplear y no hay tanto desperdicio de él.
No tire los viejos cepillos dentales
Cuando ya no sirvan para el fin para el cual han sido hechos, no los tire. Úselos para limpiar lugares de difícil acceso, para aplicar pegamentos, para algunos trabajos de pintura, etc. Sus niños los encontrarán también muy útiles. Deles dos o tres.
Limpiando viejas monedas
Si quiere limpiar las que guarda, humedezca ligeramente un paño viejo, envuelva su dedo con él, sumérjalo en una pequeña cantidad de bicarbonato y frote las piezas hasta dejarlas relucientes. El procedimiento no raya el metal.
Barras de pan blanco
¿Le molesta o se le dificulta quitarles y volver a ponerles a las bolsas de pan blanco las cintas flexibles con que vienen cerradas? Pues no batalle más si no quiere perder tiempo en torcer y destorcer esos cierres, simplemente cámbielos por un clip de los que se usan para sujetar papeles, tan pronto como las compre y cuando necesite sacar pan podría quitar el clip rápidamente con una sola mano.
No abuse de su energía
Nuestras energías son limitadas, pero desgraciadamente nunca pensamos en ellas y muchas veces nos agotamos haciendo cosas innecesarias y hasta inútiles. Aprenda usted a ahorrarlas. Un minuto aquí y cinco más allá, sumados durante un período de varios meses, le darán una cifra equivalente a unas vacaciones. Piense en esto y no malgaste las suyas.