Contra fuegos en la cocina
No se asuste cuando salga fuego de una sartén con grasa, ni trate de apagarlo con agua. Esparza sobre las llamas simple bicarbonato y logrará extinguirlo inmediatamente. Tenga junto a su estufa un envase lleno del producto, pues hay que proceder antes de que el fuego aumente. Le conviene que el envase tenga perforaciones un poco grandes. Una caja cilíndrica como las de hojuelas de avena, resulta muy apropiada para el citado fin. Fórrela con papel autoadhesivo que armonice con el decorado o accesorios que tiene sobre los muebles. A la tapa, después de forrarla también, hágale perforaciones con un punzón o picahielo grueso. Si usa un papel liso decórela con un sencillo dibujo. Un bombero como el que aparece en el dibujo resultaría muy apropiado y alusivo.
¿Está preocupada y no puede dormirse?
Imprima una buena sonrisa en su rostro. Es imposible pensar en cosas desagradables cuando se está sonriendo.
¿No quiere tomarse la leche el niño?
Posiblemente usted se la dé en un vaso muy grande porque quiere que tome bastante, como debe ser, sin embargo, parece que los vasos grandes no son muy del agrado de los niños. Por lo tanto, cambie de táctica sirviéndosela mejor en un vaso pequeño y poniendo al lado una jarra muy atractiva (e irrompible) que contenga la cantidad que debe tomar. Déjelo que él mismo se vaya sirviendo más a medida que termine la que tiene en el vaso y verá con qué rapidez queda vacía la jarra, sin que usted tenga que animarlo a que la termine.
¿Se rompió el saco de la pijama?
Generalmente los sacos de las pijamas quedan inservibles cuando el pantalón todavía está en perfectas condiciones. Esto pasa especialmente con los de los niños, siga aprovechando estos pantalones huérfanos reemplazando el saco por camisetas con manga. Para darles un poco de vida, puede adornarlas con dibujos indelebles transferibles, o en la forma que usted prefiera. Los niños las preferirán a los sacos, que suelen encontrar muy estorbosos y usted se habrá evitado la compra de una nueva pijama.
Cortezas de pan
Cuando les quite la corteza a los panes, no las tire, extiéndalas en una charola y cuando estén secas, tritúrelas con un vaso grueso o con el rodillo que usa para extender la masa de las galletas o los bisquetes. Así las tendrá listas cuando las necesite para platillos al horno o alguna otra preparación que requiera ?migas de pan?.
Barquillos sin helado para los niños
Mientras sus niños no tengan la edad necesaria para poder manejar un barquillo con helado por sí mismos, deles únicamente el barquillo vacío. Les encantará, pues creerán que es igual al de sus hermanos mayores que están comiendo y se quedarán muy contentos en su carriola mientras usted está haciendo sus compras.
Colador de pinturas
Las viejas medias de nylon son excelentes coladores de pintura y resultan muy prácticas para este objeto. Introduzca una lata vacía o cualquier recipiente en que quiere poner la pintura ya colada, dentro de la media y vierta la pintura a través de ella.
Aproveche la hielera de plata
Si ya no usa su vieja hielera de plata busque la forma de aprovecharla. Límpiela lo mejor que pueda con un limpiador para plata y úsela para poner los cubiertos. Podrá llevarlos a la mesa y recogerlos con gran comodidad, dejándolos allí mismo cuando estén limpios y secos, con lo que ahorrará espacio en los cajones de sus gabinetes de cocina, que nunca parecen suficientes para guardar enseres y utensilios diversos.
Panes y pasteles
Para que los panes, panqués y pasteles no se resequen durante su cocimiento, ponga el termostato del horno a 300° y coloque en el fondo de él una vasija con agua, cuidando de que la evaporación no la agote completamente mientras se está cociendo el pan.