¿No entran las clavijas?
Al ir a conectar un aparato, ¿ha notado alguna vez que no entran las clavijas del enchufe, a menos que las voltee por el otro lado? El remedio es fácil. Pinte con una pintura brillante un punto en el lado del enchufe que queda arriba y podrá meterlo al primer intento.
Conserve frescas las cebollas
Inmediatamente que las traiga a casa del mercado, quíteles la primera capa de piel y envuélvalas individualmente en envoltura plástica, póngalas luego en una bolsa de plástico, ciérrela con una de esas fajas flexibles que traen las barras de pan blanco, y finalmente guárdela en la gaveta de las verduras de su refrigerador. Éste no recogerá el olor y las cebollas se mantendrán frescas, jugosas y listas para ser rebanadas aún después de seis o más semanas.
Familia aburrida del pollo al horno
Aquí tiene una forma diferente de servirlo. Tome una bolsa pequeña de hojuelas de papa y tritúrelas en la misma bolsa. Bata un huevo, moje en él las piezas de pollo y páselas por las papas desbaratadas. Métalo al horno a 350°F durante una hora. No es necesario ponerle sal ni voltearlos.
Manchas en ropa de poliéster
Si ha probado ya todos los quitamanchas conocidos, detergentes y blanqueadores en polvo, sin lograr que desaparezcan ciertas manchas de sus blusas o vestidos de poliéster, sálvelos bordando sobre ellas flores o dibujos abstractos en punto de cruz. El bordado dará a las prendas un costoso aspecto y nadie sabrá qué se ha hecho para ocultar un defecto.
¿Se enfría demasiado el café?
Llene su taza con agua caliente de la llave y déjela así mientras hierve el agua para el café instantáneo. Para entonces ya la taza se habrá calentado bien y el café no se enfriará tan pronto.
¿Toma baños de aceite?
Son muy agradables y benéficos para las asperezas de la piel, pero cuán latoso resulta limpiar después la tina. Tenga un envase de líquido para lavar trastes en el cuarto de baño y cuando termine de bañarse con aceite, vierta un poco de él en el agua de la tina. Agite el agua un poco y luego deje que salga. Se llevará la aceitosa película y ya no tendrá usted ninguna dificultad para terminar de limpiar la tina.
¿Su abrigo o suéter no tiene bolsas?
Si le hace falta cuando menos una, tome un pedazo de tul de nylon de forma cuadrangular, que tenga doble tamaño de la bolsa que desea. Doble el tul por la mitad y dejando libre y hacia arriba la parte del doblez, cosa los tres lados restantes por el revés de la prenda, en el lugar que considere más conveniente. Nadie verá la bolsa y a usted le servirá bastante. Ahora bien, no ponga en ella muchas cosas ni nada voluminoso, porque la prenda se vería abultada de la parte en donde está la bolsa.
Una almohada singular
Enseñe a sus niñas (y a los niños también) a hacer fácilmente una almohada, sobre la que se sentirán contentos de poner su cabeza, ya que ha sido obra de sus propias manos. Déles una vieja camiseta con mangas, ya sea de papá o del hermano mayor. Haga que cierren tanto éstas como la parte de abajo con aguja e hilo y que luego las rellenen de trapos limpios que ya no sirvan. Se pueden aprovechar también para este fin medias de nylon o pantimedias inservibles y también bolsas de plástico, que se juntan en los hogares en gran cantidad. Una vez terminada esta labor, haga que cierren el cuello, que es por donde habrán introducido el material de relleno.