EFE
VIENA, SUIZA.- Música, colorido y extravagancia no apta para tímidos se citaron hasta altas horas de esta madrugada en el Life Ball (Baile por la Vida), apadrinado por Elton John, celebrado en el Ayuntamiento de Viena y que pasa por ser la mayor fiesta para recaudar fondos en la lucha contra el Sida.
Sir Elton John, que actuó por primera vez en la edición del año pasado, acaparó todas las miradas cuando al inicio de la noche cantó el optimista y primaveral tema Are you Ready for Love (Preparado para el Amor).
La cantante alemana Nina Hagen se encargó esta vez de interpretar el tema del baile, Immer Lauter, (Cada vez más Sonoro) con el acompañamiento instrumental de la Orquesta Sinfónica de Viena.
Junto a ella aparecieron los bailarines del ballet de la Opera de la capital vestidos para la ocasión: estricto negro, detalles en cuero, látigo en ristre y máscaras al estilo sadomasoquista con tachuelas metálicas.
El tradicional desfile de moda fue otro de los momentos centrales, este año corrió a cargo de Gianfranco Ferré, que se trajo a 153 modelos de Italia para el desfile.
Entre ellas se encontraban las cotizadas Alek Wek, Jodie Kidd, o Eva Padberg, que este mes embellece con su anatomía la portada de la revista Playboy.
Un ejemplo de la pasión por esta celebración son las 30,000 personas que se reunieron desafiando a la lluvia para ver el desfile desde el exterior en pantallas gigantes y la llegada de los 4,000 afortunados que consiguieron una entrada, ya que había peticiones de hasta 40,000 de 16 países.
Por primera vez en sus doce años, el Life Ball puso a la venta dos tipos de entrada: una de 130 euros y que daba la posibilidad de ir vestido como uno quiera; y otra de 75 que conllevaba ir "convenientemente disfrazado", algo que se encargaba de verificar la Styling Police.
Los integrantes de esta unidad "policial" dejaban en la calle a aquellos que no pasasen la prueba del "glamour", por lo que los invitados se aplicaron a fondo a la hora de vestirse y maquillarse de la forma más atrevida y seductora.
En las amplias salas neogóticas del Ayuntamiento se pudieron ver políticos, estrellas de la televisión, modelos, invitados anónimos con el tradicional traje de etiqueta, "drag-queens" y una masa con el vestuario y el maquillaje más imaginativo.
También es la fiesta con más centímetros de piel desnuda de la temporada vienesa, en la que abundan escotes de vértigo y ropa bien ajustada para enseñar el palmito ante el resto de los asistentes.
Entre las múltiples atracciones dentro del Ayuntamiento se encontraba incluso una capilla de boda para dar el sí durante el baile, ya sea con la pareja de siempre o con alguien conocido la misma noche.