Los hijos de mujeres que tomaron analgésicos durante el embarazo tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar síntomas de esquizofrenia.
Londres, (EFE).- Las futuras madres deberían evitar tomar aspirinas y otros analgésicos durante el embarazo para prevenir el riesgo de que sus hijos lleguen a sufrir esquizofrenia así como toda una serie de defectos físicos.
Según un estudio llevado a cabo por médicos daneses, de próxima publicación en el British Journal of Psychiatry, los hijos de mujeres que tomaron analgésicos, morfina y codeína incluidas, entre tres y seis meses durante el embarazo tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar síntomas de esquizofrenia.
Los expertos daneses, que estudiaron a 7 mil 999 niños, llegaron a la conclusión de que un buen número de defectos físicos incluidos un paladar hendido están relacionados con esos casos de esquizofrenia.
El estudio, adelantado por el diario "The Sunday Express", puede resultar alarmante para muchas futuras madres a las que sus médicos aconsejan tomar aspirinas para eliminar eventuales bloqueos en los vasos sanguíneos de la placenta.
El estudio danés, dirigido por el doctor Erik Mortensen, de la Universidad de Copenhague, tuvo en cuenta todos los factores de riesgo incluido un historial genético de esquizofrenia, las infecciones víricas, el tratamiento con otros fármacos y la edad de los padres.
Los expertos estudiaron los historiales médicos de las madres y descubrieron, entre otras cosas, que las mujeres son más susceptibles que los varones a sufrir la esquizofrenia y que los riesgos eran importantes sólo en le período medio del embarazo: entre la decimotercera y la vigésimo-octava semana.
Ello puede deberse a que en ese momento, el cerebro del feto alcanza su máximo desarrollo y es particularmente sensible a todo tipo de influencias externas.