Prevén autoridades que el huracán, el cuarto que golpea el estado sureste de EU, podría subir a categoría cuatro.
AGENCIAS
MIAMI, FLORIDA.- Casi un millón de personas a lo largo de la costa este de Florida recibieron ayer la orden de evacuar sus casas debido al avance del huracán “Jeanne”, el cuarto que golpea ese estado del sureste estadounidense en seis semanas.
A las 12.00 GMT, el ojo del huracán estaba sobre Marsh Harbour, en la isla Ábaco en el noroeste de las Bahamas y a 310 km. al este de la costa sureste de Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami.
Con vientos sostenidos de 165 km/h advirtió de la posibilidad de que incremente aún más su furia y que sobrepase los 210 kilómetros horas antes de arremeter contra la zona de Fort Pierce, en la costa este de Florida, donde se prevé que toque tierra, de ser así, “Jeanne”, que como tormenta tropical causó el pasado domingo más de dos mil 400 muertos y desaparecidos en Haití, se convertiría en un ciclón de categoría cuatro.
El sistema se desplazaba hacia el oeste a 22 km/h, con lo que esperaban su llegada anoche u hoy por la mañana.
La zona a la que apunta el ciclón es la misma devastada ya por “Frances” hace tres semanas y donde causó la muerte de al menos 20 personas y más de 15 mil millones de dólares en pérdidas a pesar de que impactó tierra con vientos menores a 179 kilómetros por hora.
El viernes, las autoridades pidieron las evacuaciones voluntarias en los condados de Palm Beach, Martin y St. Lucie (todos al norte de Miami).
Prácticamente toda la costa Atlántica de Florida estaba bajo alerta de huracán. Unos 15.3 millones de floridanos podrían sentir los efectos del huracán “Jeanne” , advirtió la Oficina de Censos.
Por su parte, el servicio meteorológico dijo que “Jeanne” podría traer consigo hasta 25 centímetros de precipitaciones y vientos de 160 kilómetros por hora. Ante los temores de que se desatasen nuevas inundaciones y cortes de la electricidad en la zona, los residentes abarrotaron de nuevo las tiendas en busca de suministros que ya habían quedado escasos al paso de las tormentas previas.
Seis condados a lo largo de 402 kilómetros de costa emitieron órdenes de evacuación de los residentes afincados en las islas costeras, las zonas bajas y los que viven en casas rodantes. La orden afectará a más de 512 mil personas.
Empero, ya que casi la totalidad del estado se encuentra amenazado por “Jeanne”, algunos residentes se preguntaron si hay algún lugar seguro en el que puedan refugiarse.
“No iré a parte alguna a no ser que me obliguen”, afirmó el jubilado Larry Ruby mientras reparaba el tejado de su casa rodante en Hutchinson Island. “No creo que se pueda escapar de esto”.
A las 18.00 GMT, “Jeanne” se encontraba a 732 kilómetros al este de Miami, y avanzaba en dirección oeste a 19 kph. Los meteorólogos dijeron que podría cobrar fuerza al pasar por aguas más cálidas en la costa de la Florida.
Causa desesperación falta de alimentos en Gonaives
Decenas de personas abandonaron ayer la ciudad haitiana de Gonaives con los pocos enseres que les dejó la tormenta “Jeanne”, mientras la población hambrienta corre desesperada sobre el lodo tras los camiones de ayuda humanitaria.
La ciudad, en el oeste de Haití, amaneció ayer más anegada tras las lluvias caídas la víspera, crearon situaciones de pánico entre la traumatizada población, que recordó el comienzo de la tragedia que hace una semana segó la vida de más de un millar de personas.
“No hay comida, no hay agua”, se quejaba Jeanet Michel, de 42 años, que pasa las noches en el techo de una casa y no puede “pelear” por conseguir alimento porque está enferma y se queda “atrás” en las avalanchas de gente.
Las tropas de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTHA, por sus siglas en inglés), se ven obligadas en ocasiones a disparar tiros al aire y gases con humo para dispersar a la gente, que llega a abrir las puertas y a subir a los convoyes en marcha.
Ayer, en medio de un mar de gente sedienta y hambrienta, un niño haitiano quedó tendido en el suelo tras ser arrollado por un camión de ayuda que se dirigía a un centro de distribución.
“Mire, aquí duermo cuando es de noche”, contó Cecile Carilina, de 27 años, que vive sobre el techo de su vivienda de K-Soleil, donde hay colchones, ropa mojada, una vajilla y un espejo roto.
Entretanto, decenas de personas con heridas en los pies y contusiones por el cuerpo, esperan ser atendidos por varios médicos argentinos y brasileños de la MINUSTHA, que ya han asistido cinco partos con medios escasos en las aulas vacías de un edificio universitario.
El capellán de las tropas argentinas, Omar Tejada, bautizó ayer a Daniela, que nació atendida por el enfermero brasileño Daniel Da Silva, mientras en otra aula del edificio los médicos desinfectaban el muñón de Fred Chery, que sufrió la amputación de una pierna por gangrena.
Muchos habitantes de la ciudad tienen heridas graves en las plantas de los pies porque se cortan al caminar descalzos por las calles encharcadas, donde aún aparecen cadáveres entre los escombros y el hedor a animal muerto se hace a veces insoportable.
El hospital general de Gonaives quedó destruido por la inundación, y se está recibiendo ayuda de Médicos del Mundo, una misión de médicos cubanos y otras organizaciones.
Pero ayer eran muchos los que, desalentados, abandonaban la ciudad en abarrotados autobuses cargando maletas, mesas, sillas, y demás pertenencias.
El acceso a Gonaives por carretera lleva al menos cuatro horas desde Puerto Príncipe y en el tramo final el paisaje es el de un gran lago del que sólo sobresalen tejados, letreros y cactus.
Impacta a las Bahamas
El huracán “Jeanne” azotó ayer con furia el archipiélago de Bahamas, donde en las últimas horas los residentes de la isla Gran Ábaco sufrieron el impacto directo de los fuertes vientos y lluvias tras el paso del ojo del fenómeno por esa zona.
Cientos de ciudadanos se han refugiado en albergues y escuelas para protegerse de los vientos huracanados que alcanzan los 185 kilómetros por hora y cuyas ráfagas llegaron a alcanzar los 200, según informaron los servicios de meteorología locales.
Alrededor de 700 personas están refugiadas en escuelas en el Puerto del Pantano en Ábaco, en el noroeste del archipiélago, que tiene una población de 20 mil personas.
Los funcionarios exhortaron a los ciudadanos a dejar los hogares ubicados en zonas propensas a sufrir inundaciones, mientras los pronósticos locales indican que las olas podrían alcanzar hasta los tres metros.
Según el informe de las 15.00 GMT del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, el vórtice de “Jeanne”, de categoría tres en la escala Saffir-Simpson, se encontraba a esa hora cerca de la latitud 26.8 grados Norte y longitud 77.9 grados Oeste, justo al occidente de Marsh Harbour, en la isla de Ábaco y a 250 kilómetros de la costa Sudeste de Florida (EU).
“Jeanne” se mueve hacia el oeste a 22 kilómetros por hora.
Los bahamenses reciben este huracán sin haberse recuperado todavía del paso del huracán “Frances”, que azotó el archipiélago hace tres semanas y dejó dos muertos y miles de casas destruidas.
Las autoridades informaron de que aún hay personas que permanecen en casas de sus familiares y que algunas viviendas aún no han sido reparadas tras el paso de “Frances”.
Antes de azotar a Bahamas, “Jeanne” dejó desolación y muerte en Haití, uno de los países más afectados por el fenómeno meteorológico, donde las cifras de muertos y desaparecidos superan las personas dos mil 400 personas.