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VIENA, AUSTRIA.- Las mayores potencias europeas emitieron ayer el borrador de una resolución de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) que reprende a Irán por haber demorado una investigación sobre sus presuntas actividades nucleares, pero se abstiene de realizar amenazas directas o sanciones.
Diplomáticos representantes de algunas de las 35 naciones en la reunión de la junta directiva de la OIEA dijeron que el proyecto redactado por Alemania, Francia y Gran Bretaña probablemente será aprobado en los próximos días.
En Teherán, el Gobierno iraní advirtió a las tres mayores potencias europeas que podría dejar de cooperar con la OIEA y el parlamento amenazó con no ratificar un protocolo que permite las inspecciones sin previo aviso en las instalaciones nucleares del país.
Aún sin amenazas, el documento europeo mantiene las presiones sobre Irán para que aclare los aspectos de lo que fue un programa nuclear clandestino durante casi 20 años, hasta que fue descubierto hace dos años.
Delegados que hablaron a condición de mantener sus nombres en el anonimato dijeron que es improbable que el borrador incluya cambios importantes antes de que sea presentado formalmente en el encuentro de la OIEA más adelante en esta semana.
El nuevo borrador, al que tuvo acceso, suaviza las demandas a Irak para que abandone sus planes de construir un reactor de aguas pesadas y modifica levemente el lenguaje empleado para referirse a que Teherán obstaculiza la pesquisa de la OIEA.
Sin embargo, las palabras utilizadas siguen siendo duras.
En una parte del documento, se “deplora” el hecho de que la cooperación iraní “no ha sido completa”, una fuerte terminología en el lenguaje diplomático.
Pero el borrador de resolución no incluye un plazo ni mecanismos de sanción, como pretendían Estados Unidos y sus aliados.
El presidente iraní Mohamad Khatami, en una carta a los Gobiernos de Alemania, Francia y Gran Bretaña, dijo que si no respetan sus compromisos con Irán perjudicarán la cooperación de su país con la OIEA.
Las tres naciones europeas prometieron en 2003 facilitar el acceso de Irán a tecnología nuclear avanzada para propósitos pacíficos. A cambio, Irán debía suspender el enriquecimiento de uranio y aceptar un protocolo adicional de inspecciones sin previo aviso.
“La continuación de ese comportamiento, bajo la presión estadounidense, dañará seriamente la confianza mutua y la cooperación iraní con la comunidad internacional para el uso pacífico de energía nuclear”, indicó la carta citada por el diario Sharq.
Sin embargo, el canciller Kamal Jarrazi dijo en Turquía, donde asiste a una conferencia islámica, que Irán no tiene intención de terminar su cooperación con la OIEA ni con la comunidad internacional.
“Todo es transparente y continuaremos nuestra cooperación”, sostuvo Jarrazi.
Bajo una fuerte presión internacional, Irán suspendió el enriquecimiento de uranio y dejó de fabricar centrifugadoras. Permitió además que los inspectores de la OIEA ingresen a sus instalaciones nucleares sin realizar avisos previos.
Irán ha rechazado las acusaciones de Estados Unidos de que tiene un programa nuclear para fabricar armas. En cambio, el país sostiene que el enriquecimiento de uranio -que puede ser utilizado para elaborar bombas nucleares- tiene como fin generar electricidad.
En un esfuerzo desesperado por cambiar el ambiente en la reunión, la delegación iraní conversó privadamente durante una hora el martes con el directror de la OIEA, Mohammed El Baradei, además de cabildear ante los principales delegados de las tres naciones europeas que redactaron el proyecto de resolución, dijo un diplomático cercano a la agencia.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Richard A. Boucher, desestimó las advertencias iraníes como “amenazas y poses que no nos llevan a ninguna parte”.
Y en Viena, Kenneth Brill, principal delegado estadounidense ante la OIEA, dijo que su país sigue convencido de que Irán “está tratando de esconder... un programa de armas”.