Lafayette (EU), (EFE).- Un ex empleado de un crematorio se declaró culpable en el estado de Georgia de enterrar más de 330 cadáveres en los terrenos de su propiedad y de enviar polvo de cemento como cenizas a sus familiares.
Sobre el empleado, identificado como Ray Brent Marsh, de 31 años, se habían sumado 787 cargos en su contra incluyendo robo, profanación de cadáveres, fraude funerario y testimonio falso.
Fuentes judiciales dijeron que debido a su declaración de culpabilidad, Marsh podría ser condenado a un máximo de 12 años de cárcel.
Según los fiscales, Marsh había dejado de realizar las incineraciones en 1997, pero continuó recibiendo los honorarios que le enviaron las casas funerarias y los familiares de los fallecidos.
Tras recibir una llamada telefónica anónima en 2002, las autoridades hicieron un registro de la propiedad de Marsh y encontraron sepultados más de 300 cuerpos.
Las fuentes indicaron que un grupo de esos familiares proyecta plantear una demanda por 80 millones de dólares contra Marsh, quien también enfrenta otra acción judicial de casas funerarias del estado de Tennessee que le enviaron un número no determinado de cadáveres para su incineración.