WASHINGTON, (Reuters) .- Nuevos métodos para determinar el contenido de agua, oxígeno y otras propiedades del tejido mamario podrían ser más eficaces que los mamogramas para diagnosticar el cáncer de mama, según un estudio publicado el lunes.
Investigadores de la Escuela de Medicina de Dartmouth, en el estado norteamericano de New Hampshire, utilizaron varios tipos de ondas electromagnéticas para evaluar la forma en que el tejido normal de mama absorbe o refleja la luz.
Después de analizar tejido mamario sano, la técnica nueva podría ayudar a los investigadores a comprender y detectar mejor los cambios que ocurren en dicho tejido, los cuales podrían indicar el desarrollo del cáncer, explicó el autor principal del estudio, Steven Poplack.
"Es muy importante definir lo que es normal antes de que se pueda comenzar a describir lo que es anormal", dijo en una entrevista Poplack, profesor de radiología de la Escuela de Medicina de Dartmouth.
Los tres tipos de ondas electromagnéticas estudiados incluyeron rayos infrarrojos, microondas y corrientes eléctricas de baja potencia, según el estudio publicado en la edición de mayo de la revista Radiology.
Los mamogramas, que son la prueba habitual para detectar anomalías en las mamas, utilizan rayos X para tomar imágenes del tejido mamario.
Según expertos, los mamogramas no funcionan tan bien cuando el tejido mamario es muy denso, y esto puede hacer que los médicos no detecten el cáncer de mama en su etapa inicial en algunas mujeres.
Asimismo, los mamogramas pueden fracasar a la hora de distinguir entre tumores cancerosos y otras masas tisulares, lo que aumenta la probabilidad de resultados positivos falsos, según los investigadores.
Las nuevas técnicas determinan la concentraciones de oxígeno y hemoglobina en el tejido mamario normal. El tejido del cáncer de mama es "más activo", según Poplack, y utiliza más oxígeno y sangre para sobrevivir.
Los científicos también analizaron la estructura de la membrana celular y la capacidad del tejido para conducir y almacenar cargas eléctricas.
El equipo de Poplack utilizó tecnologías alternas en las 23 mujeres de raza blanca, cuyas edades oscilaban entre los 40 y 79 años, que arrojaron resultados normales en sus mamogramas, según el estudio.
El estudio de cinco años y siete millones de dólares, auspiciado por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, es parte de una investigación mayor para hallar formas alternativas de crear imágenes de las mamas, según el investigador Keith Paulsen.