Demandan ampliar el plazo para revisar Manifiesto de Impacto Ambiental.
Torreón, Coah.- La ampliación del plazo de la revisión del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de la presa El Tigre, a 120 días para no tomar decisiones equivocadas, solicitó la Cámara Agrícola y Ganadera de Torreón (CAGT) y Coparmex Laguna, a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Pedro Vázquez Rodríguez, presidente de la CAGT, expuso durante su ponencia en la reunión pública, la necesidad de abrir más espacios a la participación social, “cuyas aportaciones constituyen un soporte más consistente para llegar a la toma de decisión más adecuada y al margen de cualquier interés de carácter político, personal o de grupo”.
La construcción de la presa Cazaderos, en el río Aguanaval, dijo, provocó problemas muy serios aguas abajo al reducir en forma significativa los volúmenes de escurrimiento, lo cual ocasionó la desaparición de ojos de agua y manantiales en la zona de Viesca, Coahuila, así como menores posibilidades de recarga al acuífero de esa región.
Otro problema, dijo es la planta termoeléctrica de Ciudad Juárez, Durango, que ha traído consecuencias negativas para el área conurbada de Lerdo, Gómez Palacio y Torreón, al utilizar volúmenes de agua de excelente calidad que debían destinarse al abasto de agua potable, “sin embargo tenemos que padecer carencias provocadas por decisiones políticas incongruentes y anárquicas”.
Vázquez Rodríguez enfatizó que la CAGT se opone a la construcción de la presa El Tigre y precisa la necesidad de conocer y ampliar en forma detallada el proyecto en cuestión, previo a la toma de cualquier decisión.
Por su parte, Arturo Gallegos Salcido, solicitó también ampliar el plazo para tomar una decisión más acertada, “ya que el proyecto es cuestionado por una sociedad vertebrada, ejidatarios, campesinos, organismos, empresarios, en fin, una sociedad civil que está viviendo un cambio, que pide transparencia y está dispuesta a ser escuchada”.
“En Coparmex Laguna nunca nos hemos opuesto a la realización de obras en el cauce del río Aguanaval, a lo que nos oponemos es al manejo discrecional, autoritario y oscuro que se le está dando a nuestro patrimonio hidráulico”.
Precisiones
El manejo equivocado de la información, por parte de la Comisión Nacional del Agua, crea falsas expectativas a los productores que se beneficiarían con las presas, según el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), expuso el ambientalista Francisco Valdés Perezgasga.
Durante su intervención en la reunión pública organizada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sobre el proyecto de la presa El Tigre, Valdés Perezgasga destaca que la página 149 del MIA, advierte de la necesidad de manifestar los alcances de la obra de manera explícita entre los habitantes, a fin de evitar futuros conflictos por sentir falsa la oferta original de la Comisión Nacional del Agua, que les prometió proporcionar riego para una superficie mayor.
Este no es un dilema entre el bienestar de los pobladores de San Juan de Guadalupe y la sobrevivencia de unas noas, “es cómo podemos conservar nuestros ecosistemas para que nosotros podamos permanecer aquí, para que podamos desarrollarnos y ser más prósperos sin acabarnos los recursos para las generaciones que siguen”.
Tenemos que reconocer esta conexión, insistió, que somos dependientes de los ecosistemas. “Los que vivimos en las ciudades creemos que los tomates se dan en La Soriana. Nuestra base de sustento son los ecosistemas, no hay vuelta de hoja y si seguimos viviendo a espaldas de la Naturaleza, queriendo domarla, aprovecharla, vencerla, no vamos a llegar muy lejos”.
El MIA, resaltó, es deficiente y engañoso porque nunca analiza los efectos a nivel de cuenca y eso ha generado el conflicto entre los de Viesca y los de San Juan de Guadalupe. El análisis debe ser a nivel de cuenca.
Tampoco el MIA, dijo, analiza el riesgo que presupone la erección de una presa, “que no es una presa chiquita y además no presenta ninguna alternativa que no sea estructural, para mejorar las condiciones sociales y económicas de San Juan de Guadalupe”.
