MÉXICO, DF.- No hay leyenda más popular en el beisbol que la maldición de ?Babe? Ruth sobre los Medias Rojas de Boston. Con la derrota que Yanquis tuvo el miércoles en la misma "Casa que ?Babe? Ruth construyó", ¿el perdón para los patirrojos podría haber llegado 86 años después?.
En 1914, Boston contrató a un pelotero de 20 años de nombre George Herman Ruth. Sus cualidades como lanzador pronto llevaron al equipo a la Serie Mundial, la cual ganaron en tres ocasiones, siendo la gran figura "Babe" Ruth.
A pesar de los grandes resultados del equipo, el dueño Harry Frazee decidió desmantelar en 1919 el equipo y vendió la mayoría de los peloteros a su acérrimo rival, los Yanquis de Nueva York. La leyenda dice que el disgusto fue tal del jugador, que haría todo lo posible para que Boston no ganara la Serie Mundial. Además, la prensa, encabezada por el periodista más importante, se enfureció con el dueño de los Medias Rojas, ya que los recursos obtenidos por la venta del ?Bambino? en nada ayudaron para mejorar la precaria situación financiera del equipo.
La historia de Yanquis empezó ahí, llegaron por primera vez a la Serie Mundial en 1921, aunque la perdieron contra los Gigantes de Nueva York, sin embargo de ese año a 1934, en que tuvieron al popular pelotero, llegaron en seis ocasiones más, ganando en cuatro.
La popularidad de Ruth fue tal, que al año de haberlo contratado tuvieron que construir un nuevo estadio con mayor capacidad, para darle cabida a los fanáticos del popular pelotero. En 1922, Yanquis abrió su estadio enfrentando a Boston, al cual derrotaron con un "bambinazo".
La historia de Boston fue el lado opuesto que la de Yanquis. Años perdedores llegaron y fue hasta 1946 que pudieron llegar nuevamente a la Serie Mundial. Pero dicen que la maldición de Ruth no les permitió ganar esa serie que se fue hasta el séptimo juego.
Tres veces más llegaron al clásico de otoño y la misma historia se repitió, en siete juegos fueron derrotados. La última vez, en 1986, cuando enfrentaron a los Mets de Nueva York, cuentan que prácticamente Ruth se les apareció. En el sexto juego y con la serie 3 a 2 a favor de los Medias Rojas, Keith Hernández bateó un rodado de lástima, que parecía fácil para el primera base Bill Buckner, pero inexplicablemente la bola pasó por entre las piernas del inicialista para que los neoyorquinos ganaran el sexto y más tarde el séptimo partido de aquella Serie Mundial.
La maldición parece tomar mayor veracidad cuando enfrentan a Yanquis. En 1949, Boston necesitaba ganar sus dos últimos juegos ante los Mulos de Manhattan para pasar al playoff, sin embargo, el fantasma de Ruth les hizo la travesura.
En 1999 estas dos franelas disputaron por primera vez la Serie de Campeonato de la Liga Americana, pero los patirrojos la perdieron en cinco juegos. Hace un año nuevamente se vieron las caras. En la undécima entrada del séptimo juego Aaron Boone conectó un bambinazo y echó por los suelos las aspiraciones de los malditos.
Pero si alguien aún no cree en maldiciones, lo que le pasó al lanzador de Boston, Pedro Martínez, lo podría convencer. En 2001 el estelar lanzador dijo después de un juego con los Yanquis: "Yo no creo en maldiciones, despierten al maldito ?Bambino? y quizás le perfore el trasero".
Aquella temporada fue la peor de la carrera del dominicano en las mayores con un récord de siete victorias y tres derrotas. Una lesión en el hombro lo molestó casi todo el año y lo obligó a abandonar el equipo sin siquiera terminar la temporada.
Martínez decidió, a comienzos de la siguiente temporada, tratar de remendar su opinión. "Para ser honesto acerca de lo que dije el año pasado, probablemente hablé demasiado, especialmente cuando mencioné su nombre. Sin embargo, estaba frustrado por escuchar acerca de la maldición. Yo no creo en maldiciones y Ruth fue un buen hombre, no creo que hubiese maldicho a nadie. Respeto a ?Babe? Ruth y respeto lo que él significa para el beisbol", dijo ante los medios de comunicación el lanzador en el campo de entrenamiento de los Medias Rojas, en Fort Myers, Florida.
Después de ese año maldito, Pedro Martínez volvió a lucir y ha sido factor para que las últimas temporadas Boston llegue a la final de la Liga Americana.
A partir de este sábado los neoyorquinos evocarán al fantasma de Ruth; los de Boston esperarán que 86 años después los haya perdonado.