Hay una sobrepoblación de 500 personas en el Centro de Readaptación Social de esta capital; sobran espacios en otras cárceles
Con una sobrepoblación del 22.3 por ciento de su capacidad instalada, en el Centro de Readaptación Social Número Uno de Durango (Cereso #1) 500 internos enfrentan la complicada situación de tener que dormir en el suelo y vivir en condiciones similares al hacinamiento todos los días.
Según datos de la Dirección de Prevención y Readaptación Social del Estado (DPyRS), la comunidad de internos del Cereso de Durango es de dos mil 240 presos, entre procesados y sentenciados, de los cuales casi una cuarta parte constituye la sobrepoblación del penal.
El Cereso #1 da cabida al 67.8 por ciento del total de la población penitenciaria del estado de Durango, que es de tres mil 300 reos según el padrón levantado por Prevención y Readaptación Social con datos al viernes 12 de noviembre del año en curso.
Sin embargo, en términos generales el sistema penitenciario del estado no registra sobrepoblación, afirma Jesús Reyes Santaella, director de Prevención y Readaptación Social del Gobierno del Estado.
El funcionario explica que en el Cereso #2 con sede en Gómez Palacio hay espacio para mil 100 internos, y solamente se encuentran recluidas 880 personas. Situación similar a la que ocurre en otras cárceles del interior del estado, donde la capacidad de hospedaje es mayor a la ocupación actual de cada una.
Reyes Santaella asegura que la sobrepoblación en las cárceles del país es un fenómeno que se reproduce en el 80 por ciento de los centros penitenciarios de México, y hay casos donde el excedente de internos es de más del 300 por ciento, dice.
Agrega que se satisfacerá al 100 por ciento la demanda de espacios penitenciarios con la incorporación del Centro Distrital de Readaptación Social (Cedireso) de Santiago Papasquiaro y el Centro de Observación y Orientación para Menores Infractores (COOMI) de Gómez Palacio.
?Es cierto que hay sobrepoblación, no en lo general pero sí en lo específico del Cereso #1 de Durango?, dijo Jesús Reyes en entrevista para este matutino.
Incluso, el asunto de las preliberaciones o de las libertades anticipadas se da precisamente por tres factores básicos: por lo costoso que resulta la manutención de los internos, por la falta de espacios físicos, y porque en realidad ya se comprobó su readaptación.
La reincidencia delictiva en Durango es del ocho por ciento de los reos que recuperan su libertad, apuntó el funcionario.
HACINAMIENTO
Falta de recursos, problema recurrente
Es un problema recurrente la falta de recursos para el sistema penitenciario de los estados, ya que la obligación de mantener a los reos presos por delitos del fuero federal es precisamente de la Federación, lo cual no se satisface a cabalidad en el caso de los internos del sistema penitenciario de Durango.
Según el titular de la Dirección de Prevención y Readaptación Social del Estado, Jesús Reyes Santaella, el 43 por ciento de la población del Cereso #1 de Durango está por delitos federales (principalmente por delitos contra la salud y violaciones a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos).
Sin embargo, mientras el costo promedio mensual de la manutención de un reo en el Cereso #1 es de mil 100 a mil 300 pesos por persona, la Federación solamente aporta 18 pesos diarios por cada interno del fuero federal, es decir, un promedio de 550 pesos al mes (el 42 por ciento de lo que cuesta mantenerlos).
Anexo
Numeralia
800
a novecientos beneficios de preliberación o reducción de penas se dan al año en el estado de Durango.
500
a seiscientos casos son salidas anticipadas.
