MELBOURNE, AUSTRALIA.- Los "Superhéroes" del tenis mundial, aunque con algunas bajas, se reunirán a partir de este lunes en Melbourne Park para el 92 Abierto de Australia, que ya cumplió un cuarto de siglo sin un campeón de casa en la modalidad de singles.
Al más puro estilo de Marvel o de DC Comics, el cartel del Abierto de Australia 2004, presentado como el Grand Slam de Asia-Pacífico, muestra imágenes atléticas de Lleyton Hewitt, Serena Williams, Kim Clijsters, Andre Agassi y Roger Federer como en portada de historieta, con la leyenda "Superhéroes. Super Tennis".
El torneo, con el que se abre cada año el Grand Slam, tendrá un cuadro de lujo en los individuales masculinos que responde con creces al cartel, mientras en los femeninos se extrañará a las más recientes campeonas, que son Serena Williams y Jennifer Capriati.
Williams (monarca en 2003) y Capriati (en 2001 y 2002), ambas estadounidenses, integran una lista de bajas por lesión de la que también forman parte la francesa Mary Pierce, quien se coronó en Melbourne Park en 1995, y la serbiomontenegrina Jelena Dokic.
Pero el cuadro de damas será encabezado por las belgas Justine Henin Hardenne y Kim Clijsters, primera y segunda en el ranking mundial de la Asociación de Tenis Femenino (WTA), que dominaron en 2003, lo cual también garantiza en esta rama el "Super Tennis".
Henin Hardenne, campeona el año pasado del Abierto de Francia y del de Estados Unidos, en ambos casos con triunfos ante Clijsters, partirá como la gran favorita, toda vez que hizo una pretemporada de alto grado de exigencia para mantenerse en la cumbre de la WTA.
Su entrenador, el argentino Carlos Rodríguez, y su preparador físico, el chileno Pat Etxeberry, la pusieron a punto para la difícil etapa que le espera, pues ahora se trata de seguir al nivel que la tiene como la mejor tenista de la actualidad.
En cambio, existen dudas en torno a Kim Clijsters, quien no llegará al cien por ciento, una ex número uno del mundo que en 2003 sufrió un severo desplome tenístico.
Y es que para vencer a Henin Hardenne se requiere llegar al tope y contar con un nivel elevado de tenis, condiciones que en este momento pocas jugadoras reúnen, salvo, lo que nunca falta, una sorpresa o una tarde inspirada de sus rivales.
En el cuadro femenino también lucen fuertes la francesa Amelie Mauresmo, subcampeona del Abierto de Australia en 1999, y la estadounidense Lindsay Davenport, monarca aquí hace cuatro años, además de la sorprendente "top ten" japonesa Ai Sugiyama.
No habrá que descartar a la argentina Paola Suárez ni a las rusas Anastasia Myskina, Elena Dementieva, Nadia Petrova y Vera Zvonareva, aunque todas ellas deben demostrar algo más.
En el cuadro masculino, volverán a la acción en un "major" los "Cuatro Fantásticos" del 2003: Andy Roddick (EUA), Roger Federer (SUI), Juan Carlos Ferrero (ESP) y Guillermo Coria (EUA), quienes intentarán arrebatar el título al estadounidense Andre Agassi.
Aquí luce más complicado el panorama, pues los cinco tienen los argumentos para reclamar el título, pero también un numeroso grupo en el que sobresalen Rainer Schuettler (ALE), Carlos Moyá (ESP) y David Nalbandián (ARG).
Mark Phillippoussis y Lleyton Hewitt, flamantes campeones de Copa Davis, tendrán la misión de ganar el torneo para Australia por primera vez desde Mark Edmonson, en 1976.
En mujeres, por el contrario, no hay candidatas, y el tenis australiano seguirá contemplando a su más reciente campeona aquí, Chris O?Neil en 1978.
La legión latinoamericana pasa por similar situación. Nadie de la región lo gana desde 1979, cuando la hazaña corrió a cargo del argentino Guillermo Vilas. En mujeres, el Abierto de Australia no ha tenido campeona de Latinoamérica, sólo una finalista, la brasileña Maria Bueno en 1965.
Así, todo está a punto para el arranque de la competencia sobre canchas duras y casi 13 millones de dólares en premios, que en su rama femenina llegará a su versión 78 y cuyos primeros resultados, por la diferencia de horarios, comenzarán a llegar a occidente durante la tarde de hoy.