Priva la desesperanza en productores que sufrieron daños por lluvias y el desfogue de las presas regionales
A tres semanas de las inundaciones registradas en el poblado Málaga, del municipio de la capital, el olvido y las falsas promesas de las autoridades reina en cada rincón, sus habitantes reflejan en su rostro la vaga esperanza de apoyo, pues hasta la fecha no han recibido ningún tipo de ayuda.
Sus casas son la evidencia de las necesidades que ahí imperan, se están cayendo; además, los pobladores no saben que hacer ante la cercanía de las heladas de invierno, sus techos sólo son detenidos con la ayuda de polines de madera, pues ante el temor de que se vengan abajo buscan la manera de mantener el único patrimonio que conservan: una casa en ruinas.
Ante la necesidad de cuidar lo poco que les queda, albergan aún la esperanza de que las autoridades los ayuden en realidad a pesar que esto se presenta cada año, ?esperamos apoyo en verdad, no como lo están presumiendo por televisión, pues después de las inundaciones no se han vuelto a parar?, aseguran.
?Quedaron en traer ayuda para el pueblo, pero no han regresado, las casas se están cayendo; que vengan a darse la vuelta?, enfatizó Gabriel Díaz, habitantes de Málaga, quien vive en condiciones precarias y pide a las autoridades que no los dejen en el olvido, como está sucediendo.
Gabriel señaló que algunos político les prometieron que arreglarían el camino que conduce al poblado, el cual resultó dañado por las inundaciones, pero debido a que todo quedó en promesas los aproximadamente 300 habitantes cooperaron con la cantidad de 100 pesos para que se realizaran estas tareas en los siete kilómetros que comprenden esta vía, significando que quedara en condiciones transitables.
NECESIDADES MÉDICAS
Además de las carencias en sus viviendas convertidas en ruinas y las cosechas dañadas, los pobladores tienen que enfrentarse a las necesidades médicas, ya que debido a los encharcamientos, se han propagado plagas provocando alergias y enfermedades en la piel y respiratorias.
Los afectados pidieron médicos, luego les aseguraron que visitarían el lugar, pero nunca cumplieron, ante esto algunos acuden al centro de salud de la colonia Hidalgo, otros tienen que trasladarse hasta el Hospital General del municipio de la capital.
Una de ellas padece anemia, tiene que acudir a recibir atención médica dos veces por año; sin embargo aseguran que los costos son inaccesibles para ellos, pues en esta institución gastan aproximadamente tres mil 500 pesos en servicios, ya que debido a que no tienen un empleo formal, carecen de seguridad social.
Además, demandan la implementación del servicio de transporte público, aunque sea una vez por semana, ya que aseguran que debido a en su mayoría los habitantes son pobres, tienen que caminar siete kilómetros para llegar a la carretera y trasladarse a la ciudad.
COSECHAS PERDIDAS
Promesas, esperanza, carencias y olvido reinan en el lugar, sin ser exentos los productores de ganado y granos, quienes también perdieron sus cosechas y otros algunas cabezas de ganado, como lo manifestó Silvestre Guerrero, empleado de un rancho cercano, donde 15 hectáreas de cultivo de avena fueron dañadas por las inundaciones. ?No se pudo levantar nada, fue una pérdida total; mucha gente vive de la siembra, y como toda se dañó, necesitamos ayuda?, manifestó.
Don Silvestre aseguró que cada año pasa lo mismo: inundaciones, cosechas siniestradas, pérdidas de animales y promesas sin cumplir de las autoridades gubernamentales, ?sólo traen despensas, hules y láminas de cartón cuando se apiadan de las necesidades de los habitantes, ni caso nos hacen acá en los ranchitos?, finalizó.
Cosechas dañadas, ganado perdido y casas en ruinas absorben la atención de los pobladores, quienes aseguraron desconocer programas de ayuda que existe, como el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden); sólo quieren apoyo para superar las condiciones precarias en las que se encuentran.
PARTIDOS POLÍTICOS
Ayuda condicionada
Habitantes del poblado de Málaga aseguraron que los únicos que se han acercado a ayudar han sido los partidos políticos, quienes aprovechándose de las necesidades que ahí imperan buscan beneficios propios.
Señalaron que en días pasados acudieron al lugar dirigentes del Partido del Trabajo a suministrarles sólo 30 despensas, las cuales les vendieron por la cantidad de seis pesos cada una; además de al ser insuficientes, a algunos les otorgaron un frasco de tornachiles.
Ayuda que el instituto político condicionó, ya que sólo se la otorgó a la gente que era militante del Partido del Trabajo; los pobladores les pidieron ayuda médica, la cual les prometieron pero nunca se cumplió. Sólo han recibido apoyo de particulares.
Señalaron que los líderes de este partido en Málaga les prometieron que les iban a ayudar, sólo que tenían que acudir a las juntas, marchas y plantones que realizara el PT en el municipio de la capital; sólo militantes son beneficiados con despensas y paquetes escolares, quedando marginadas las personas que realmente necesitan apoyo.
