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GINEBRA, SUIZA.- El Tratado Global contra el Tabaco, que las autoridades sanitarias creen podría salvar millones de vidas, entrará en vigor en tres meses, dijeron ayer funcionarios de la ONU. La cuenta atrás para el primer pacto mundial de salud legalmente vinculante comenzó cuando Perú se convirtió en el país número 40 en depositar la prueba de ratificación el martes en la noche.
Con eso, el tratado entra en vigencia automáticamente en 90 días, es decir el 28 de febrero de 2005, dijeron funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La Convención Marco de la OMS sobre el Control del Tabaco (...) se convertirá en Ley internacional en 90 días”, dijo el director general de la dependencia de la salud de la ONU, Lee Jong-Wook.
“La implementación de este tratado mundial ayudará a los países a limitar el enorme daño hecho por el tabaco”, dijo Lee.
El pacto, que fue aprobado por las 192 naciones miembros de la agencia de salud de la ONU en mayo del año pasado, exige que los países prohíban o fijen estrictas restricciones a los anuncios, patrocinio y promoción del tabaco. También determina las directrices para que se coloquen advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos, recomienda subidas de los impuestos sobre los productos derivados del tabaco y pide enérgicas medidas contra el contrabando de cigarrillos, entre otras acciones.
La OMS dice que 4.9 millones de personas mueren cada año de cáncer, enfermedades cardiovasculares y otros males vinculados al tabaco y que el balance superará previsiblemente los diez millones para 2020, con el 70 por ciento de las víctimas en el mundo en desarrollo. Hay unos mil 300 millones de fumadores en todo el mundo y según las tendencias actuales la cifra subirá a mil 700 millones para 2025.
El tratado tardó tres años en negociarse y se enfrentó a una intensa resistencia de compañías internacionales de tabaco que instaron a que cualquier restricción fuera voluntaria.
La presión dio resultado en una cuestión clave: la política fiscal, con lo que cada país puede decir individualmente si aumenta o no el costo de fumar.
La OMS ha alegado durante mucho tiempo que unos precios de cigarrillos altos son la mejor forma de conseguir que los fumadores dejen el hábito y evitar que los más jóvenes se inicien en él.
