La explosión otro artefacto, esta vez en Grozni, la capital de Chechenia, dejó heridos a dos agentes de un cuerpo especial de la policía.
18 de mayo 2004.
Moscú, (EFE).- La guerrilla separatista islámica ha intensificado sus ataques contra las tropas rusas tras el atentado en el que el pasado día 9 fue asesinado el presidente de Chechenia, Ajmad Kadírov.
El mando militar ruso admitió hoy que al menos once efectivos federales murieron ayer y otros cinco resultaron heridos en una emboscada de los secesionistas en el suroeste de Chechenia.
Portavoces castrenses ofrecieron dos versiones distintas de los sucesos ocurridos junto a la localidad de Alján-Yurt, en la región de Urús-Martán.
Según el mando de las tropas del Ministerio del Interior de Rusia, ocho soldados y tres policías murieron al estallar una bomba de gran potencia al paso del transporte blindado en el que se desplazaban.
Sin embargo, fuentes del mando militar ruso citadas por las agencias Itar-Tass e Interfax indicaron que los efectivos rusos murieron en dos escaramuzas distintas, en las que los separatistas destruyeron dos vehículos.
De acuerdo con el parte militar, los guerrilleros detonaron una bomba al paso de un todoterreno UAZ en el que viajaban varios soldados, tras lo cual abrieron fuego con armas automáticas contra los ocupantes del vehículo militar.
Poco después, un transporte blindado BTR-80 fue enviado a la zona donde se había producido la emboscada, pero corrió la misma suerte: una mina estalló a su paso y los soldados que iban a bordo fueron ametrallados.
"Murieron ocho militares y tres policías locales, y una persona se encuentra desaparecida", dijo un portavoz del mando militar ruso.
La explosión ayer de otro artefacto, esta vez en Grozni, la capital de Chechenia, dejó heridos a dos agentes de un cuerpo especial de la policía, comunicó hoy el Ministerio chechén del Interior.
Vladímir Slipchenko, experto en temas militares, dijo hoy en declaraciones a "Eco de Moscú" que "la irresponsabilidad y el menosprecio del peligro" pueden ser causas de la muerte de los soldados rusos en Chechenia.
"No se puede excluir nuestra típica despreocupación rusa: los soldados se exponen demasiado cuando viajan encima de los blindados, y no dentro de ellos", manifestó el experto al comentar el elevado número de víctimas en la emboscada en la región de Urús-Martán.
Slipchenko se mostró partidario de la evacuación de las tropas rusas de Chechenia y de dejar en manos de los propios chechenes la lucha contra los separatistas.
"Hay que traspasar todo el sistema de mando de la lucha contra el terrorismo al pueblo chechén. Los chechenes, conociendo el terreno, harán mejor este trabajo que los soldados federales enviados a Chechenia", explicó el experto militar.
Sin embargo, tras el atentado en Grozni en el que el pasado día 9 murió Kadírov y a otras cinco personas no se perfila un dirigente chechén capaz de liderar la lucha contra los secesionistas islámicos.
La autoría del asesinato de Kadírov, quien en 2001 fue designado por el Kremlin al frente de Chechenia, se la atribuyó el jefe guerrillero chechén Shamil Basáyev, líder del ala más radical de los secesionistas islámicos.