Filadelfia (EU) (EFE).- Un medicamento ha demostrado, por primera vez, su capacidad para retrasar el avance del mal de Alzheimer, según un informe presentado en la reunión de expertos de esta enfermedad que se celebra en Filadelfia (EU).
El mal de Alzheimer -la forma más común de demencia- afecta a unos cuatro millones de personas en EU, según estudios se presenta antes entre las personas de origen latino, y, debido al aumento de las expectativas de vida de las personas, se espera que aumente la proporción de población susceptible a ese deterioro que ocurre con el avance de la edad.
El medicamento hidrocloruro donepezil -su nombre comercial es Aricept- ha probado que puede demorar en unos seis meses el paso desde las dificultades cognitivas moderadas hasta el comienzo del mal, según la presentación hecha en una de las quince reuniones que forman parte de la conferencia.
De todos modos, después de tres años, los pacientes que tomaron el medicamento tenían tantas probabilidades de haber desarrollado el mal de Alzheimer como los que no lo tomaron, pero su calidad de vida durante este período fue mejor.
Para sorpresa de algunos expertos, la investigación encontró asimismo que la vitamina E, que mucha gente toma en un esfuerzo por combatir la demencia senil, no tiene efecto, lo cual contraría otros estudios anteriores que le habían atribuido un posible beneficio.
El mal de Alzheimer causa un daño enorme en el cerebro y por ello muchos investigadores se concentran en saber qué tipo de condiciones se dan entre los enfermos para llegar a determinar cuáles son las personas más susceptibles de desarrollarlo, y cómo puede detenerse ese proceso.
La directora adjunta del Instituto Nacional de la Vejez, Marcelle Morrison Bogorad, señaló que la meta es hallar un tratamiento que postergue por años el comienzo del mal de Alzheimer, o que lo evite totalmente.
El trastorno cognitivo moderado es a menudo, pero no siempre, un signo precursor del mal de Alzheimer, una enfermedad que para muchos expertos comienza muchos años antes de que los pacientes estén tan enfermos que se les haga el diagnóstico adecuado.
El trastorno cognitivo moderado no tiene un diagnóstico específico, pero en general se le vincula con las dificultades de memoria, más notables que las que podrían esperarse de alguien de cierta edad, pero que funcionan normalmente.
El que uno se olvide de dónde ha dejado las gafas o las llaves, es un problema típico del envejecimiento. Pero que uno se olvide repetidas veces de alguna cita importante, ya representa un problema y no es típico.
Durante el estudio, en el que participaron 769 pacientes, el trece por ciento de los que tenían trastornos cognitivos moderados pasaron anualmente al mal de Alzheimer, comparado con entre el uno al dos por ciento de las personas sin ese diagnóstico.
Los pacientes que tomaron hidrocloruro donepezil mostraron menos probabilidades de desarrollar el mal de Alzheimer durante los primeros 18 meses del estudio de tres años.
Pero, después de ese período no aparecieron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos y el desarrollo de Alzheimer mostró la misma tasa para todos.