JERUSALEN, (AP).- Un arqueólogo israelí halló lo que considera los restos más antiguos de una víctima de lepra en el Medio Oriente, enterrados en un valle bíblico donde se practicaban sacrificios de infantes y cuyo nombre llegó a ser sinónimo del infierno.
Shimon Gibson, del Instituto Albright de Investigación Arqueológica en Jerusalén, descubrió los restos de un hombre de hace 2.000 años en un nicho en una cueva en el valle Hinnom, o Gehena, donde en la antigüedad se inmolaban niños quemados vivos como ofrendas al dios pagano Moloch.
Gibson dijo que hasta ahora los vestigios arqueológicos más antiguos de la lepra, conocida en términos médicos como Enfermedad de Hansen, databan del período bizantino, alrededor del siglo V.
"Como esta muestra data del primer siglo, es el primer ejemplo conocido de la Enfermedad de Hansen