Reuters
México, DF.- El Banco de México (Banxico) endureció ayer su política monetaria, que había permanecido estable durante casi un año, para reforzar su objetivo de una inflación anual de tres por ciento tras un deterioro en las expectativas de los precios internos.
El Banco de México subió en cuatro millones de pesos a 29 millones de pesos diarios (unos 2.6 millones de dólares) el “corto”, la herramienta con la que mantiene la liquidez más baja de lo necesario en el mercado secundario de dinero, lo que tiende a impulsar las tasas de interés y controlar la inflación.
La última vez que el Banco de México endureció su política monetaria, que ya era restrictiva, fue el 28 de marzo de 2003.
El peso mexicano se vio favorecido por la decisión del banco central y logró recuperarse de su pérdida inicial para cerrar con una apreciación de 0.13 por ciento a 10,9425 pesos por dólar.
Pero el índice referencial IPC de la Bolsa Mexicana de Valores bajó 1.82 por ciento por la mayor restricción monetaria -que por un alza en las tasas de interés resta atractivo en la inversión en acciones- y por una toma de utilidades tras haber alcanzado máximos históricos en los días previos.
Algunos operadores de mercado esperaban que el banco mandara una señal de que está comprometido en mantener a la inflación dentro de su rango objetivo de entre dos y cuatro por ciento, una vez que en enero el índice subió a 4.2 por ciento anual a la par de las expectativas de analistas privados.
Dado que un endurecimiento monetario ayuda a una apreciación del peso mexicano, algunos economistas piensan que aunque ello abarata las importaciones, también afecta la competitividad de los exportadores que reciben menos pesos por sus ingresos en dólares.
Según el banco central, la economía mexicana ya se encuentra en una etapa de recuperación -luego de tres años de un estancamiento motivado en gran parte el aletargamiento del sector industrial-, aunque ello podría tener un impacto en los precios.
También preocupan salarios
Las expectativas de los analistas privados para la inflación promedio entre 2005 y 2008 pasaron de 3.49 por ciento en septiembre del año pasado a 3.65 por ciento en enero de este año, dijo el banco central.
La decisión se tomó "considerando que el deterioro reciente que han tenido las expectativas de inflación parece comenzar a afectar las negociaciones salariales", agregó.
El aumento promedio de los salarios en enero fue de 4.7 por ciento, por arriba de lo registrado en los últimos tres meses. En los primeros meses se llevan a cabo una parte importante de las revisiones salariales de todo el año.
El índice de precios al consumidor subió 0,62 por ciento en enero, por arriba de lo esperado por analistas, debido principalmente a aumentos en la carne bovina y el transporte.
México cerró 2003 con una inflación de 3,98 por ciento, la más baja desde 1968, en gran medida por la política conservadora que ha mantenido la autoridad monetaria en años recientes y que ha generado elogios dentro y fuera del país.