“El partido en el poder no tiene candidato, el principal candidato no tiene partido y el principal partido está partido”.
Jaime Palacios Articulista
Ante el vacío de poder que existe actualmente, el lastre de las malas decisiones que están tomando tanto el Gobierno como los políticos y partidos que no muestran rumbo, carencia de programas y menos acuerdos concretos por tratar de imponer cada quien sus condiciones propicia el estancamiento de los grandes temas nacionales de tal forma que estamos inmersos en un ambiente de mediocridad y simplismo.
En los últimos meses todos los protagonistas políticos, están abocados sólo a la sucesión presidencial, preocupados más por descalificar a los contrincantes y lograr el brillo personal de tal manera que los cambios profundos que requerimos están quedando solo en simple retórica mientras otros países toman la delantera en el panorama mundial. Vale la pena repasar los últimos acontecimientos que mayor difusión han tenido ocupados a la opinión pública por conducto de los diversos medios de comunicación, y para validar lo que estoy mencionando:
El PRI inició el estrépito con la confrontación de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo que por cierto era una crónica de muerte anunciada, pues los dos tienen las mismas aspiraciones y por lo tanto la confrontación fue inminente; Madrazo aparentemente le daba su respaldo pero ganaba tiempo para aglutinar adeptos con lo que logró sustituir a la maestra en la coordinación de la bancada de su partido en la Cámara, lo que produjo una división que aún no permite se pueda evaluar el recuento de los daños, pero más adelante se reflejará sin duda al momento de la designación del candidato a la presidencia.
El resto de los aspirantes aprovecharon la situación para medir fuerzas y hacerse presentes provocando una reunión para neutralizar al Presidente del partido y tratar que cuando los tiempos lleguen todos estén con las mismas posibilidades, por lo que de antemano se prevé un choque de trenes que lastimará sin duda las endebles estructuras de éste partido.
En el PAN, donde se suponía mayor madurez y unidad, el ímpetu de la Señora Fox que rebasa a varios de los líderes panistas aprovechando su posición privilegiada de primera Dama del país, hace que algunos de ellos se manifiesten abiertamente en su contra lo que está provocando no sólo enfrentamientos que antes no se daban al menos hacia el exterior del PAN, sino también comprometen al propio Presidente de la República. De tal magnitud es ya el problema mencionado, que hubo necesidad de que la primera Dama tuviera qué hacer pública su renuncia a pertenecer al Consejo Nacional de su partido, además de aclarar que en lo sucesivo se enfocara a las actividades de asistencia social que le competen en su rol como esposa del Presidente; sin embargo, hay qué hacer notar que mencionó en una de sus entrevistas: “por el momento”, en una clara señal que no se descarta para lo que viene.
Parece mentira pero en donde existen más corrientes encontradas y proclives a la confrontación por sus muy variadas ideologías o sea en el PRD por más descalificaciones, ataques de sectores muy definidos tanto al interior como al exterior de éste partido, con todo y lo que pretenda Cuauhtémoc Cárdenas y Monreal es indudable que el nominado será Andrés Manuel López Obrador quien también ya expresó su frase propia sobre éste tema al cuestionársele sobre su candidatura “que me den por muerto”, veremos y diremos.
Mientras los principales actores políticos están inmersos en el tema de la próxima contienda presidencial, es notorio cada vez más el alejamiento hacia la sociedad ya que están más preocupados por obtener el poder que por acercarse a sus electores. La población no ve con optimismo ó con esperanza el votar por un partido ó un candidato en particular lo que se ha demostrado con la apatía en las recientes elecciones intermedias; no tenemos líderes con la suficiente fuerza que pueda convocar a una conciliación que permita reunir a los sectores políticos y empresariales, para tratar de resolver tantos y complejos problemas que aquejan a los mexicanos y hay qué tener cuidado de no despertar al México bronco.
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