EL SIGLO DE TORREÓN
POLICÍAS DESALOJAN A VECINOS QUE RECHAZAN BARDAS
Ante la inconformidad ciudadana el Gobierno sentencia: no habrá paso por las vías
TORREÓN, COAH.- Una mujer golpeada, un policía preventivo derribado de una pedrada, seis personas detenidas, fue el saldo de una manifestación efectuada por colonos cercanos al cruce del ferrocarril de la prolongación Cuauhtémoc.
El director de Atención Ciudadana, Carlos Bracho, se reunió con vecinos de las colonias Vicente Guerrero y Eduardo Guerra, bajo el puente vehicular recién construido sobre las vías férreas, para darles a conocer que tendrían un acceso más cercano y poder cruzar las vías, a la altura de la calle.
El servidor público les informó que los carromatos y triciclos que no pueden subir al puente, tendrán apertura al nivel de las vías para el paso de esos vehículos, de metro y medio de ancho.
Por su parte, Faustino Reyes, en representación del Gobierno del Estado, les dio a conocer que tendrán también un puente peatonal con rampas cómodas, dado que en forma definitiva no habrá paso por las vías en ese cruce.
“Deben recordar lo peligroso que resultaría cruzar camiones urbanos por las vías y luego el bulevar. Vamos a darle el beneficio de la duda a esta construcción que se hizo y analizar los flujos para ver cómo funciona. Si hay necesidades de cambios, se pueden hacer”, declaró el director de Atención Ciudadana.
La reunión se prolongó y al final no hubo acuerdo, lo que motivó el bloqueo de parte de los colonos, que colocaron piedras en ambos carriles del bulevar Laguna.
Más tarde acudió el secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya Aguilar, quien intentó dialogar pero tampoco llegaron a nada.
Los vecinos de ese crucero insistieron en que la única medida efectiva, para ellos, era dejar el paso libre sobre la prolongación Cuauhtémoc.
Los funcionarios municipales y estatales se retiraron, pero poco después llegaron decenas de policías preventivos comandados por el jefe operativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Alberto Vargas, que en pocos minutos desalojaron a los manifestantes en medio de gritos, golpes y jaloneos.
Finalmente se impone la fuerza
-“¿Entonces qué?”, preguntó el jefe operativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Alberto Vargas Mendoza al secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya y éste asintió con la cabeza. Era la orden para desalojar a los vecinos de las colonias Vicente Guerrero y Eduardo Guerra que habían bloqueado el bulevar Laguna, en su cruce con la prolongación Cuauhtémoc.
Todo comenzó alrededor de las diez de la mañana de ayer, cuando el director de Atención Ciudadana del Municipio, Carlos Bracho, junto con otros funcionarios estatales y municipales, se reunió debajo del puente recién construido con los vecinos de las citadas colonias para informarles que no se podía dejar el paso libre por la calzada Cuauhtémoc.
“En atención a sus peticiones, habrá acceso a la altura de la calle Séptima para los habitantes las colonias Vicente Guerrero, Braulio Fernández Aguirre y otro acceso por la prolongación Comonfort para evitar el riesgo que representa cruzar las vías del ferrocarril”, decía Carlos Bracho.
“En respuesta a sus demandas y dado que fue un error del Ayuntamiento no considerar sus necesidades, ya se cuenta en la calle Séptima con una apertura con retorno para que haya acceso de sur a norte y viceversa”.
-“¡No, no, no! Queremos el paso libre por la Cuauhtémoc. Se va hacer lo que diga el pueblo”, gritaban los colonos reunidos.
-“No podemos abrir un punto de alto riesgo”, decía una y otra vez el servidor público.
Varios colonos hicieron uso del micrófono para dar sus explicaciones y rechazar la barda que Ferromex ya comenzó a levantar con objeto de evitar el paso vehicular para atravesar las vías.
-“Nos están afectando las vías de comunicación. No tenemos por qué rodear por ningún lado si siempre lo hemos hecho por aquí. Les damos las gracias pero esto quedó en nada”, decía con la ayuda de un altavoz un vecino de nombre Jaime.
A las 10:55 los colonos decidieron bloquear con piedras el bulevar Laguna por los dos carriles, luego de las arengas de los que utilizaron el micrófono y el altavoz que portaba Jaime, uno de los vecinos. “Ánimo compañeros, la lucha será hasta el triunfo”.
11:10 horas. Armados con un marro, hombres y mujeres se turnaban para golpear la banqueta levantada con la finalidad de evitar el paso de vehículos por la Cuauhtémoc. “Al pueblo dormido se lo lleva la corriente. Compañeros, agarren el marro”, decía otro de los presentes con el altavoz. Y varios lo hicieron.
Mientras tanto, los tres policías municipales que hasta ese momento se encontraban en el lugar, un tanto nerviosos se limitaban a observar.
-“Sigue Raudel”, decía una mujer.
-“No, yo traigo la mano falseada”, contestaba Raudel.
-“Yo ando malo de la cintura”, decía otro.
-“No que muy hombres. ¡Órale, agarren el marro!”, gritaba otra de las mujeres.
-“¿Por qué no le van a cerrar el paso a Peñoles? Pues porque la empresa tiene dinero y nosotros estamos j...”, dijo un inconforme más de los cerca de 80 que había.
-“No está bien eso que están haciendo”, comentaba Carlos Bracho al observar que golpeaban el pavimento de la banqueta, quien propuso abrir un acceso justo en ese lugar donde se encontraban, a la altura de la calle Segunda de la colonia Vicente Guerrero.
-“Compañeros, Bracho nos propone abrir un acceso para poder salir por aquí a la Comonfort sin tener que rodear para subir al puente”, explicó Jaime a los concurrentes.
-“Bueno... todavía voy a gestionarlo pero no les puedo prometer nada todavía. Estoy seguro que sí se puede, pero no se los puedo asegurar”.
-“¡Mah...! éste salió como la Chimoltrufia”, dijo una señora de avanzada edad que también acudió.
El director de Vialidad, Jorge Jiménez Favela, pidió una tregua a los manifestantes, ya que el tráfico aumentaría y se haría un caos. La respuesta fue un grito. “¡Nooooo!”.
11:40 horas, llega Tafoya y se dirige con los manifestantes para exponer lo que había dicho ya Carlos Bracho, pero ya los colonos estaban molestos y lo interrumpieron en varias ocasiones.
-“En la postura que están no podemos platicar”.
-“Sí, Tafoya, pero nunca pensaron en nosotros, nada más ustedes se arreglaron con Ferromex y no nos tomaron en cuenta para nada”.
-“Vamos a platicar, queremos sacar esto adelante el Gobierno del Estado y el Municipio”, insistía Tafoya.
-“Ya no queremos platicar. Tú no sabes lo que nos afecta porque tú tienes carro y no vives aquí”.
-“Queremos el diálogo... ustedes tienen la palabra”, dijo el secretario del Ayuntamiento en forma terminante y los manifestantes presintieron lo que seguiría.
A las 12:00 horas, Varga Mendoza le pregunta a Tafoya Aguilar: “¿Entonces qué?”. Aquél sólo asintió con la cabeza.
Mientras los colonos continuaban hablando unos y otros, Vargas Mendoza daba instrucciones por radio a los patrulleros y en pocos minutos se organizaron.
A las 12:20 horas hace su aparición el primer grupo de policías (12 elementos), hombres y mujeres que llegaron a retirar las piedras de la carpeta asfáltica y como respuesta, varias mujeres se sentaron.
Minutos después llegaron por el otro extremo de las vías varias patrullas más con unos 40 agentes y comenzaron los gritos, confusión y detenciones. Jaime y otro manifestante fueron los primeros capturados y trasladados en una patrulla a la cárcel preventiva de la Colón.
Por su parte, las mujeres policías detuvieron a dos de las manifestantes: Ana y María de Jesús. A esta última la tuvieron que subir a la patrulla a jalones y golpes, pues se resistía y hubo necesidad de cargarla entre varias uniformadas. Hubo otros dos detenidos más.
Cuando estaban en el jaloneo, uno de los preventivos, de nombre Gerardo, recibió una fuerte pedrada en la espalda que lo derribó y casi le hizo perder el conocimiento.
De inmediato los uniformados corrieron hacia el lugar donde provenía el proyectil, pero no supieron quién fue el agresor, mientras el agente lesionado fue levantado por otros de sus compañeros para trasladarlo al hospital, en virtud que se encontraba mal.
Vargas Mendoza informó que son cuatro los detenidos. “Serán puestos a disposición del Ministerio Público, por daños y agresión”.
“Hoy nos quitaron, pero a lo mejor mañana nos vamos a poner otra vez”, sentenció un furioso vecino luego del desalojo.
LOS DETENIDOS
A continuación se enlista a las personas que fueron detenidas por elementos de la Policía Preventiva:
Ana Guadalupe Rangel Castillo de 22 años de edad, con domicilio en la privada Merced No. 212 colonia Eduardo Guerra.
Sandra Susana Muruaga Amador, de 21 años de edad y con domicilio en la calle E No. 667, colonia Eduardo Guerra.
María de Jesús Quiñones Córdova, de 30 años de edad y con domicilio en la avenida Tercera No. 238, colonia Vicente Guerrero.
Jaime Rodríguez Cardiel, de 52 años de edad y con domicilio en calle Quinta No. 547, colonia Vicente Guerrero.
Juan Manuel Reyes Durán, de 46 años de edad y con domicilio en la avenida Octava No. 217, colonia Vicente Guerrero.
René Castillo Esquivel, de 32 años de edad y con domicilio en la calle Quinta No. 485, colonia Eduardo Guerra.
FUENTE: Dirección de Seguridad Pública Municipal
