Entérate
Hace algún tiempo leí que un maestro se quejaba de por qué se habla más de los españoles que de los aztecas. Responder eso, me parece obvio pero también me indica que esa persona, a pesar de ser maestro, posiblemente no tenía la costumbre de visitar lugares donde pudiese existir esa información: bibliotecas y librerías.
Los libros que utilicé para escribir los artículos que anteceden a éste son mínimos en comparación de la bibliografía existente. Segundo, dicha bibliografía es posible encontrarla en las librerías y en las bibliotecas. Tercero, los libros de texto, en este caso los de preparatoria, pueden ser una guía de lecturas, en ellos hay referencias de los autores y de los títulos, casi todos publicados actualmente por ser acervo que desde la educación media superior debería de consultarse.
Para aquéllos que les gusta el camino fácil, les recomiendo que en la colección de ?sepan cuántos? busquen a los cronistas; su acervo contiene a todos. Básico, Sahagún, es el No. 300. Varias librerías de la ciudad tienen la colección completa; que además de libros de historia incluye lo clásico y lo básico de la literatura y de la filosofía. Dentro del tema que tratamos, recomiendo todo lo que encuentren de Ángel Ma. Garibay, excelente antologista de la literatura Náhuatl.
Si la curiosidad mueve su interés, entonces hay que ir a buscar información a otro lado; la librería Educal que se encuentra en el museo del bosque. Seguramente tienen los antiguos títulos de lecturas mexicanas en donde están publicados varios estudios sobre la cultura indígena. Otra colección interesante puede ser la colección Cien de México y la colección Los Noventa; mismas colecciones que existen en las bibliotecas municipales.
Si esto no le es suficiente, hay una cadena de restaurantes que a su vez vende libros y otras cosas. De manera esporádica es posible encontrar ahí una colección de libros baratos que se llama Crónicas de América que según el índice de la colección cuenta con 55 títulos. Lo malo es que únicamente está a disposición un mes al año. Curioso: la editorial es española.
Si quiere más, sígale buscando. De que hay, hay y mucho, no solamente en lo que se refiere a los aztecas, sino de los Mayas y de los Tarascos y de otras etnias. Lo que seguramente ha de faltar es el interés para informarse.
Dejemos las cosas de este tamaño. Yo sé que ustedes esperan que me aboque a analizar la otra parte de nuestra nacionalidad; ya lo hice en los quinientos años del descubrimiento, encuentro o como quieran llamarle. En aquella ocasión publiqué una serie de 44 artículos que se llamó La Hazaña de la Conquista. La bibliografía en la que me basé está publicada en las mismas colecciones que he mencionado. Habría que agregar la Cien del Mundo que distribuye Educal. Por si le interesa; y como dato curioso, hay faltantes de crónicas de la conquista de América del Sur, del Brasil, por ejemplo.
El Conócete a ti mismo, no puede agotarse en informaciones mínimas con las que la comunicación de masas trata de entretenernos. Va más allá, mucho más allá. Es una aventura en donde la curiosidad nunca acaba por satisfacerse, para toda la vida. Es un oficio, un entretenimiento, un gozo intelectual, un juego como cualquier otro que jugamos, que nunca se acaba, que nunca se agota, el chiste es estirar la hebra.
Cité: ?conócete a ti mismo? que junto a la referencia de los españoles me abre el panorama de mi otra mitad cultural, la greco latina que junto con la sajona y la influencia árabe llamamos la cultura occidental. Ahí está la punta de la hebra; tan vilmente desperdiciada por la estupidez de los medios en los pasados juegos olímpicos. Grecia, la cuna de la civilización, resultó ser pobre material informativo que fue suplido con vileza por una caravana de cómicos que en lugar de reír nos hicieron llorar.
Grecia ¿no tenía nada que decirnos en el campo de la comedia? ¿Y luego Aristófanes? Ni en el campo de la trágica participación de los atletas ¿y luego Esquilo, Sófocles y Eurípides? Ni en el campo del pensamiento ¡y luego Tales de Mileto, Anaxímenes, Anaximandro, Parmédides, Heráclito, Sócrates, Platón y Aristóteles? Ni en el campo del arte. Bueno sí, presentaron el Partenón. Ni en el campo de la política. ¿Dónde nació la idea de democracia? Ni en ningún otro campo. Lo que uno descubre es que los pueblos incultos, como el Romano antes de la conquista de Grecia, son capaces de descubrir valores que los supuestamente inteligentes y poderosos no ven. Jalemos hebra.