Miles se dieron cita en las pirámides de Teotihuacán, para recibir la energía que brinda el astro solar.
SUN-AEE
SAN JUAN TEOTIHUACAN, Méx.- En punto del mediodía de ayer, miles de personas alzaron sus manos al cielo para cargarse de la energía del sol de primavera en Teotihuacán, mientras otros a través de ritos y danzas prehispánicas pidieron a la estrella la salud y “la liberación de los hombres, presas de malas vibras que circulan por la tierra”.
Para venerar a Tonatiuh y Mextli (Sol y Luna en náhuatl), las pirámides de Teotihuacán y la Calzada de los Muertos se inundaron de color blanco y llenaron el sitio de magia y misticismo.
Este año, según datos de la Cruz Roja y la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito del estado de México, llegaron al menos 800 mil visitantes, cifra similar a la de 2003.
“Equinoccio, el punto de equilibrio donde la noche y el día, la luna y el sol son iguales y donde podemos manifestarnos como pueblo de igualdad entre hombres y mujeres”, refirió un personaje con ropa prehispánica y un gran gran penacho, quien dijo ser “hombre jaguar”.
Vestidas de blanco y con un lienzo rojo en la cabeza, miles de personas subieron a las pirámides del Sol y de la Luna, sin embargo la creencia de que la primavera llega el 21 de marzo a las 12:00 horas los hizo llegar tarde para recibirla y estar en el sitio a la hora del equinoccio; pues la primavera llegó desde el sábado a las 00:49 horas.
En tanto, el director de la zona arqueológica de Teotihuacán, Arturo Zárate, señaló que este año la afluencia al lugar fue menor en comparación con los dos años anteriores, cuando la afluencia llegó al millón de personas.
Como cada año, los puestos de comida, cerveza y “souvenirs” inundaron las vialidades y toda la periferia del sitio arqueológico.
