La permanente competencia electoral, un problema para el país
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Luis Felipe Bravo Mena se niega aceptar la metáfora de que México es un país “enfermo”. El líder nacional del Partido Acción Nacional opta por decir que la nación se encuentra en un proceso de cambio. Proceso que define de aprendizaje, el cual puede llevarse varios años, incluso varios sexenios.
El líder de los panistas acepta el reclamo de la clase empresarial que ve una “gran inmovilidad”, donde los actores políticos muestran desinterés por la sociedad, pues lejos de ocuparse de los graves asuntos de la agenda nacional, como el desempleo y la ola de secuestros, alimentan enfrentamientos estériles con miras a la sucesión presidencial de 2006.
“Tienen razón los empresarios al sentirse desesperados, de que teniendo el país tantas posibilidades de avance, todo esté detenido porque hay una política de bloqueo, una política de estar atrancando todas las propuestas que pueden ayudar”.
En visita realizada a las instalaciones de El Siglo de Torreón, Luis Felipe Bravo Mena se ve relajado. Dispuesto a abordar los temas de agenda nacional, dispuesto al debate de ideas donde incluso la risa está presente.
Luis Felipe Bravo Mena enarbola una tesis donde explica el origen de la crisis que actualmente vive México.Visualiza como principal problema la falta de cultura política para que el diálogo entre sus actores no se limite a una plática y en realidad se establezcan compromisos, “la cultura política no está madura todavía”.
Debido a esta situación, cada partido realiza su diagnóstico de los diferentes problemas que sufre el país y llega a sus propias conclusiones, mismas que no comparte con los demás organismos políticos. Por este motivo es necesaria una metodología que asegure el llevar a cabo un verdadero intercambio de ideas.
Sin embargo, el principal problema que advierte Luis Felipe Bravo Mena, es la permanente competencia electoral que se vive en el país.
“Tenemos elecciones un año, al siguiente, todos los meses. No hay democracia en el mundo que soporte el nivel de competitividad y de lucha política permanente para que después salgan acuerdos... eso no sucede en ninguna parte del mundo. La solución para este problema es la compactación de calendarios electorales y tener así períodos de paz, que entonces nos dé a las fuerzas políticas la serenidad, la mesura para realizar análisis certeros que sin estar sujetos al permanente interés electoral podamos construir soluciones más allá de intereses particulares”.
Análisis de los partidos
En ocasiones, Luis Felipe Bravo Mena levanta la voz, algunos temas le apasionan y no puede ocultar cierto enojo cuando habla de los enemigos políticos, la ironía también está presente y rompe con el esquema de seriedad con el que la mayoría de la población está acostumbrada a ver en la televisión.
—En los tiempos que corren, ¿cómo dibuja usted al PRI?
—Veo dos corrientes. A una de ellas yo le llamo restauratoria del viejo orden político, la cual considera que la transición democrática en México fue una mala decisión de los anteriores gobiernos y lo que se debe hacer es regresar para reinstalar un sistema monolítico, vertical. De concentración de poder que funcionaba muy bien y ésa es la venta que ellos hacen, tienen la tesis de “estábamos mejor cuando estábamos peor”. Entonces dicen, “regresemos, éstos no se ponen de acuerdo”.
También distingo otra corriente que se opone a la restauración y apuesta a que el PRI se modernice. Donde el partido se ponga a construir un país de siglo XXI, ubicado en la globalización mundial, con elementos de competitividad.
—¿Y este PRI que usted ve debatiendo entre dos corrientes, le hará caso a los empresarios, a la ciudadanía?
—Es ahí donde está la sensibilidad política. Yo ahí no me meto, porque deben ser los dirigentes de cada partido quienes escuchen la voz de la ciudadanía. La cual exige responsabilidad para tomar decisiones y que no solamente se privilegien intereses particulares, esto vale para todos los partidos. No asumo una actitud de maniqueo, para decir sólo allá hay problemas, también en el PAN necesitamos llegar a ese punto para poder sacar dos o tres temas delante de la agenda nacional.
—¿Y al PRD cómo lo ve?
—En el PRD el diagnóstico todavía es más difícil porque hay muchas tribus que conviven en ese partido. Hay muchas corrientes, desde aquéllas de la izquierda tradicional que no han evolucionado nada y siguen manejando las mismas tesis de los años treinta, cuarenta, cincuenta, hasta expresiones de izquierda modernas, puestas al día. Por ese motivo cuando hacemos alguna alianza con ellos nos es difícil porque les cuesta mucho trabajo ponerse de acuerdo entre ellos mismos... ¡vaya!, aquí el diagnóstico es todavía más complicado.
—¿Encuentra usted entre estas tribus alguna esperanza de que esta presión social encabezada hoy por los empresarios vaya a tener eco?
—El factor demanda de la sociedad civil a la clase política, es que debemos ser serviciales y no estar en constante competencia política, privilegiando los intereses partidistas.
—Entendemos que en el PAN no hay tribus y no ubicamos dos grandes corrientes... pero en el PAN no todo es miel sobre hojuelas ¿verdad?
—No, no, pues ahora sí que somos políticos estándar. Con todas nuestras dinámicas de un partido político que tiene sus expresiones, sus maneras de manifestar liderazgo. Sin embargo el partido tiene una alta conciencia de institucionalidad, entonces siempre se apela a ella y siempre se impone. Habrá cosas que no son así pero el partido tiene métodos, normas, una cultura interna de la institución que permite conllevar la siempre difícil política interna.
Tras el análisis de las principales fuerzas políticas, Luis Felipe Bravo Mena confiesa experimentar un sentimiento de incomodidad al no poder avanzar en materia de acuerdos.
“Los actores políticos debemos hacer un alto. Es cierto, tenemos las elecciones de 2006 pero el país no puede estar paralizado, debemos tomar uno o dos temas centrales si no se quiere la gran agenda de todas las reformas, que parecería muy difícil agotarla, pero vamos dando muestra de que podemos avanzar en uno, tal vez dos temas y así que el país no esté paralizado.
—¿Entonces Luis Felipe Bravo Mena no se encuentra totalmente satisfecho con lo logrado en el presente sexenio?
-Difícilmente puedo decir satisfecho, estamos en esto con una visión de un México al que todavía falta mucho por llegar, sabemos que no vamos acabar en seis años y tal vez vamos a necesitar otros 12 años más para concluir un proyecto de México. Hasta donde vamos creo que hay elementos objetivos que nos permiten decir que se ha comenzado a sembrar dinámicas de cambio.
El Mesías
Para Luis Felipe Bravo Mena la imagen de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República no es muy agradable.
—Su comportamiento de los últimos meses nos está enseñando elementos que lo pintan como un personaje autócrata mesiánico. Un dictador mesiánico, lo digo porque tiene una tendencia natural al maniqueísmo, buenos y malos.
—Y él siempre es el bueno
—Obviamente. Dicta sentencia inapelable y absoluta: buenos y malos. Eso es típico de una mentalidad maniqueísta que cuando se tiene poder deriva en la persecución de los malos. Por una señal que supongo le llegó del cielo, lo predestinaron para llevar al país por un camino alternativo, que por supuesto nunca especifica, ese destino “glorioso” le da derecho a brincarse la Ley y cuando se le exige que cumpla todo mundo agrede su predestinación, cuando se le señala un error en automático dice que se trata de un complot. Es una mentalidad muy peligrosa, imagínenselo de presidente, a su lado Hugo Chávez de Venezuela se va a quedar chiquito.
Espero que ese estilo político varíe a partir de las enseñanzas que nos está dejando a todos el debate que se está viviendo y que todos entremos al carril democrático y el primero de ellos debe ser Andrés Manuel López Obrador.
EN FRASES
Para Luis Felipe Bravo Mena el país puede avanzar si se logran generar los acuerdos para las Reformas Estructurales que se requieren y hasta ahora han sido bloqueadas por la oposición.
*Los legisladores de los otros partidos políticos no han asumido su responsabilidad frente al país porque han estado especulando en forma permanente para bloquear las cosas que al país le convienen, con interés electorero.
*Planteé al Comité Ejecutivo Nacional adelantar la elección del mismo, programada para marzo próximo, a fin de dar los tiempos y condiciones a la próxima directiva nacional de preparar lo concerniente al proceso político y los trabajos del mismo Partido de cara al año 2006.
*El PAN es una institución que tiene los métodos y las formas de realizar sus procesos con toda institucionalidad y orden para tomar las decisiones que mejor le convengan.
FUENTE: Luis Felipe Bravo Mena, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN
El proceso electoral
Luis Felipe Bravo Mena estuvo en la Comarca Lagunera para apoyar las campañas de los candidatos a las alcaldías de Gómez Palacio y Lerdo, así como a la gubernatura de Durango.
El dirigente nacional del PAN dice estar conmovido por la entereza y entusiasmo de los candidatos, “están dando una batalla contra viento y marea, contra todo tipo de adversidades como en los viejos tiempos, no han perdido el optimismo”.
Andrés Galván, candidato a la gubernatura de Durango, afirma que el estrechar la mano de decenas de personas, así como los comentarios que le hacen llegar en los mítines lo llevan a pensar en la victoria.
Paco Ramírez, candidato a la alcaldía de Gómez Palacio, también confía en la victoria. Comenta que las encuestas que dan la victoria al PRI no reflejan la realidad.
“Muchos ciudadanos temen represalias y por eso no contestan con la verdad cuando se hacen las encuestas, pero el domingo cuatro de julio vamos a conocer las verdaderas preferencias”.
Ambos candidatos coinciden en señalar que el principal problema del Estado de Durango es el cacicazgo.
“La sociedad quiere ya quitarse este yugo”, comenta Andrés Galván.
Entre las actividades desarrolladas por Luis Felipe Bravo Mena en Gómez Palacio, estuvo el entregar volantes en las calles de Gómez Palacio, así como participar en un mitin de Rosario Castro Lozano, candidata a la alcaldía de Lerdo.
