EFE
BOGOTÁ, COLOMBIA.- Un mensaje de solidaridad y esperanza enviado por el Papa Juan Pablo II marcó ayer el funeral de trece de los veintiún niños de la capital colombiana que murieron hace dos días en el transporte escolar que fue aplastado por una máquina.
El Papa “les imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como prenda de esperanza en Cristo resucitado”, dice una parte del mensaje, que el obispo auxiliar de Bogotá, Agustín Otero, leyó durante la ceremonia religiosa de despedida de los estudiantes.
El funeral colectivo fue presidido por el arzobispo de la ciudad, cardenal Pedro Rubiano, ante un auditorio encabezado por el presidente del país, Álvaro Uribe y el alcalde de la ciudad, Luis Eduardo Garzón.
Unas tres mil personas concurrieron a la ceremonia, celebrada en el coliseo del Colegio Agustiniano del Norte,donde estudiaban los niños que perecieron en la tragedia y que desde la víspera les acogía en cámara ardiente.
“Que todos nosotros, como nos pide el Señor, afirmemos nuestra fe y nuestra confianza en él y nos abramos a la esperanza, a esa esperanza que el Señor quiere que nosotros tengamos para poder vivir también con serenidad y con responsabilidad con este país y con nuestros hermanos”, pidió Rubiano, quien además preside la Conferencia Episcopal de Colombia.
Una vez finalizada la ceremonia religiosa, varias caravanas partieron con los féretros de las víctimas, que fueron sepultadas en los campos cementerio de la periferia norte de Bogotá.
Tras el duelo nacional declarado el jueves por el Gobierno de Álvaro Uribe, los establecimientos educativos de la capital colombiana se unieron ayer en una “jornada de duelo estudiantil”, con oraciones al principio o al fin del día escolar.
La jornada fue convocada por el alcalde Garzón en memoria de las víctimas del accidente, que fue ocasionado por una máquina de obras públicas que se quedó sin control y se precipitó, desde el carril superior de una avenida, sobre el autobús escolar.
Además de los veintiún estudiantes, que tenían de cuatro a 17 años de edad, en el accidente también murió un hombre de 55 años que acompañaba al operario de la máquina, quien resultó herido junto a otros 27 alumnos del mismo colegio.
La máquina era una recicladora de asfalto que, según las primeras investigaciones oficiales, era movilizada de forma irregular por la avenida de Suba, en el noroeste bogotano.