30 de abril 2004.
Naciones Unidas, (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad la creación de una misión de paz para Haití integrada por 6 mil 700 soldados, que debería reemplazar el 1 de junio a la fuerza multinacional desplegada a finales de febrero.
La misión, que también integrarán mil 622 policías civiles, tendrá como objetivo consolidar la estabilidad en el país, apoyar el proceso constitucional y político, y ayudar a las instituciones haitianas en la protección de los derechos humanos, entre otras labores.
Por el momento, el mandato de la misión será de seis meses, un plazo muy inferior a los dos años que había recomendado el secretario general, cuando sugirió la creación de esta misión, pero la propia resolución advierte de que la intención del Consejo es renovarla por nuevos períodos.
Con la presencia durante dos años de la misión, Annan quería demostrar que la ONU está realmente comprometida a largo plazo con el proceso de transición en Haití, el país más pobre de la región, y que no lo abandonará mientras no se afiance un régimen democrático.
La misión, que se desarrollará bajo las siglas de MINUSTAH, deberá cooperar y coordinarse con la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comunidad del Caribe (Caricom) en el desempeño de su mandato.
Este consistirá en apoyar al gobierno de transición en el establecimiento de un entorno seguro y estable; la reestructuración de la policía nacional; la desmovilización y reintegración de todos los grupos armados; asistir en el establecimiento de un Estado de derecho y el fortalecimiento de las instituciones; garantizar la seguridad del personal de la ONU y proteger a los civiles que están bajo amenaza inminente de un ataque físico.
Los otros aspectos del mandato, están relacionados con el proceso político e incluyen apoyar el proceso constitucional puesto en marcha, los esfuerzos de diálogo y reconciliación, así como para extender la autoridad del Estado en todo el territorio.
En materia de derechos humanos, la misión deberá apoyar al gobierno en el promoción y protección de los derechos, especialmente de mujeres y niños, ayudar en la investigación de los abusos cometidos a dichos derechos para poner fin a la impunidad y reformar las instituciones judiciales.
La resolución de hoy destaca la necesidad de que los estados miembros y otras organizaciones internacionales y regionales, y las instituciones financieras multilaterales contribuyan a la promoción del desarrollo social y económico, a fin de mantener la estabilidad y combatir la pobreza.
Miembros del Consejo han apuntado las dificultades que habrá para reunir una fuerza militar de esa dimensión para Haití, en un momento en que las misiones de paz de la ONU sufren de escasez de efectivos ya que hay muchos frentes abiertos, por lo que esperan que haya una contribución significativa de la región.
El Consejo de Seguridad aprobó el 29 de febrero pasado, horas después de la salida del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, el despliegue de una fuerza multinacional, que lidera Estados Unidos, para estabilizar el país.
Esta fuerza, integrada por 3 mil 600 efectivos militares de EU, Francia, Canadá y Chile, debería ser sustituida por esta misión.
Aristide, que tras su exilio afirmó no haber dimitido sino haber sido secuestrado, se encuentra en Jamaica desde el pasado 15 de marzo y puede permanecer allí a condición de no realizar actividad política alguna mientras se encuentra algún estado fuera del Caribe que acepte concederle asilo.
El presidente interino de Haití, Boniface Alexandre, manifestó hace unos días durante una reunión de donantes internacionales en Puerto Príncipe que su país tiene cerca de 18 meses para efectuar una transición a la democracia.