Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- A diferencia de Ramón, el reconocimiento del público y las ofertas de trabajo no fueron los motivos que llevaron a Érika a aceptar la propuesta de ser una inquilina VIP, lo de ella fue más allá: vivir una experiencia diferente y lograr que la gente la conociera como Érika Zaba y no como la ex OV7.
“Aunque yo súper orgullosa (de haber pertenecido al grupo), a lo que me refiero es que pude mostrar mi individualidad y que me reconocieran más como Érika”, dijo la tercera expulsada de Big Brother ayer por la mañana vía telefónica.
Hay quienes aseguran que la estancia de “La Güera” dentro de la casa más famosa de México fue un tanto silenciosa y poco notoria ya que tardó un poco en acoplarse a sus compañeros, pero aún así, la chica tuvo el “privilegio” de vivir de cerca los conflictos que han caracterizado a ese reality show, como la sorpresiva expulsión de Niurka.
“Creo que fue algo justo (su salida) porque el juego tiene reglas y son serias... todos tenemos ganas de salir y saludar a nuestra familia, sencillamente estás en un juego y estás aceptando todo, entonces creo que fue por la credibilidad del programa. Fue una decisión bien tomada”, dijo en referencia a la expulsión a que se hizo merecedora la cubana por haber subido a la azotea para tener contacto con su esposo e hijos.
Érika explicó que quizá sus ex compañeros nominaron a Niurka en tres ocasiones consecutivas por que se llevó su mundo exterior a la casa, ya que tenía consigo un muñeco y una fotografía de Bobby todo el tiempo y además éste iba tres veces al día a la casa a darle ánimos. “Cosas que no eran de su persona, sino que no se despegó de todo lo que traía afuera para entrar, y todos lo habíamos hecho. Entonces creo que eso fue un poco molesto para algunos”.
Ella, por su parte, aseguró que jamás tuvo un pleito fuerte con ninguno de los inquilinos pues trató de ser tolerante y se alejaba de los problemas siempre y cuando a ella no le afectaran. También aceptó que le hubiera gustado quedarse en la casa mínimo otros 15 días más.
Respecto a que el 14 de junio se cumplirá un año de la desintegración de OV7, Érika explicó que todo este tiempo ha sido de preparación pues desea dedicarse a la conducción y a la actuación.
-¿Hubo un momento en el que te arrepentiste de la separación?
“Sí porque extrañas, porque la pasabas bien. Llega un momento en el que te preguntas en qué momento fue, por qué pasó, en el que dices que te encantaría seguir con ellos, pero después entiendes que todo es un ciclo y que tienes que empezar a tomar tu propio camino.
Pese a que todavía no tiene muy claro qué quiere conseguir ahora que está fuera de Big Brother, Érika Zaba confesó que le encantaría hacer un programa diferente. “Estoy desarrollando varios proyectos. No sé a dónde quiero llegar, primero tengo que ver por dónde voy a empezar”, finalizó.
