ANAHEIM, EU.- Es el gorila de dos toneladas de todas las reuniones de beisbol en este invierno. Está en el vestíbulo del hotel. No está firmado. No está ni cerca de ser firmado.
Pero Carlos Beltrán igual logró sobrevivir a las reuniones entre dirigentes y jugadores.
El sábado por ejemplo, los Astros de Houston dieron una conferencia de prensa para anunciar que Roger Clemens había aceptado su oferta de jugar sólo para los Astros en caso de volver a lanzar.
En realidad, los Astros decidieron hacer esto para mostrarle a Clemens que puede tomarse el tiempo que quiera para decidir si quiere volver a jugar.
Aunque si uno se pone a pensar más allá, también le da a Clemens tiempo para ver si Beltrán firma con los Astros.
La diferencia es que a Beltrán se le está acabando el tiempo.
Puede firmar con cualquiera de los otros 29 equipos de las ligas mayores. Pero si va a retornar a Houston deberá confirmarlo en las próximas semanas.
Podría llegar al mismo acuerdo que Clemens, pero eso significaría conformarse con 185 millones de dólares menos que la cifra que Scott Boras, el agente de Beltrán, tiene en mente.
Y si cree que Boras tomará esa ruta, tenemos a un hermoso Afganistán para venderle.
Entonces, en esencia, fue una manera de que Clemens le diga a Beltrán: "Es tu movida".
Pero si parte del plan de Beltrán era esperar a ver si retornaba Clemens para tomar su decision, ya no tiene esa opción.
Es un dilema muy intrigante, porque para estos dos competidores, ganar es un factor muy importante en sus respectivas decisiones.
Clemens sabe que sin Beltrán, las oportunidades de ganar de los Astros disminuyen mucho. Y Beltrán sabe que las oportunidades de Houston serán ínfimas sin Clemens.
¿Volverá Clemens? Nadie lo sabe.
Cansado tras una larga temporada, seguida de un viaje a Japón, Clemens necesita un mes más para decidir si quiere volver a cargar sus batería para su vigesimosegunda temporada en las ligas mayores.
"Según lo interpreto yo" , dijo Randy Hendricks, el agente del lanzador, "si lo podría hacer de nuevo, lo haría, lo cual no significa que lo haga. Es como terminar un maratón en las Olimpiadas y que te pregunten si correrías otro".
Clemens también tiene otras preocupaciones como la familia, la salud y la edad. Y después de tener una conclusión de carrera de película, el lanzador no la arruinará volviendo a jugar si el equipo no es lo suficientemente bueno como para competir.
Entonces, seguirá muy de cerca la decision de Beltrán, y en caso de que no vuelva, observará con detenimiento a quién contratará Houston en su lugar.
Uno de los equipos que estaban interesados en Beltrán eran los Serafines de Anaheim. Pero cuando Boras pidió 200 millones de dólares por diez años, Anaheim decidió ir por Finley, a quien le firmaron un contrato de dos años por 14 millones de dólares.
Muchos equipos se han fijado en Beltrán, pero nadie se mostró dispuesto a pagar el dinero que Boras pretende.
La realidad es que cuanto más tiempo pase, menos equipos estarán dispuestos a pagar mucho dinero por Beltrán.
"Estoy llegando al punto en que realmente no me importa si firmamos a Beltrán, no si es por una suma excesiva de dinero", dijo un ejecutivo de uno de los equipos interesados. "Creo que muchos lo están sobrevaluando. No es un jugador de 20 millones por año, si se le compara con A-Rod y gente así".