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MÉXICO, DF.- México es un buen negocio para los bancos españoles. Y el Banco Santander Central Hispano (BSCH) es un ejemplo de esta afirmación.
En sólo cinco años, el grupo hispano invirtió dos mil 600 millones de dólares para la compra de Mexicano y Serfin; a la fecha ya recuperó cerca de dos mil millones de dólares.
El retorno proviene principalmente de la venta de 25 por ciento de Serfin a Bank of America en mil 600 millones de dólares, además de dividendos por 400 millones de dólares.
En el lustro, el grupo ibérico recuperó casi 100 por ciento de su inversión inicial. Sin embargo, la institución va por más. El nueve de junio se celebrará una asamblea extraordinaria de accionistas en donde se propondrá un aumento de capital por 200 millones de dólares que utilizarían para crecer la cartera de crédito.
En la reunión se nombrará o ratificará a los miembros del Consejo de Administración, correspondientes a las series “F” y “B”, así como reformas a estatutos.
Marcos Martínez Gavica, director general de Santander-Serfin, confirma que la ampliación de recursos se destinará para crecer la oferta de financiamiento empresarial, hipotecario, consumo y corporativo.
En entrevista, el también vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) explica que en sólo un año la institución ganó dos puntos en cuota de mercado. “Y queremos hacernos más grandes en todas las áreas”.
Martínez comenta que, contrario lo que ocurre en otros intermediarios, los préstamos a empresas empiezan a repuntar. “Los negocios aumentan más de lo que pensábamos y por eso se concluyó la ampliación de recursos”, menciona.
Además, con el dinero se generará más flujo y se elevará el índice de capitalización cerca de un punto y medio”, agrega.
Detalla que la política del grupo es mantener 12 por ciento del capital en América Latina, aunque algunos analistas consideran que es mayor el riesgo que en otras regiones.
El banquero anticipa que los siguientes trimestres se observará un aumento en la cartera.
Recuerda que hace casi un año, la ABM pronosticó captar 300 mil nuevos acreditados, pequeños y medianos empresarios.
La clave estandarizada
La Clave Bancaria Estandarizada (Clabe) empezará a funcionar a partir del primero de junio. Este número será indispensable para cualquier transacción electrónica a cuentas de otros bancos.
Los clientes con chequera tendrán su Clabe, la que se conformará de 18 dígitos, es decir, el número del banco, de la plaza, de cuenta y de dígito del verificador.
La Clabe aparecerá en la parte inferior de los estados de cuenta de chequeras y se requerirá en el momento de realizar una transferencia electrónica, nómina interbancaria y domiciliación de recibos.
Pero la nomenclatura no sustituirá al número de cuenta de cheques o tarjeta de débito, es sólo una referencia adicional para realizar traspasos electrónicas de fondos entre cuentas, sin necesidad de mover el dinero en efectivo o cheque.
Este número se considera una llave para que los clientes tengan acceso a los servicios del sistema de pagos con mayor seguridad.
Con estos 18 dígitos, en lugar de que el usuario acuda al banco de quién hará el depósito, basta con que el destinatario proporcione su Clabe.
Si la operación se realiza en ventanilla puede ser en cualquier entidad y pedir que depositen el efectivo o cheque a la cuenta.
También a partir del primer día de junio los bancos se regirán bajo nuevas normas de transparencia.
Con la entrada en vigor de la Ley sobre la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, los intermediarios estarán obligados a informar a los clientes los costos y comisiones de los productos que ofrecen.
La legislación también les prohibe realizar prácticas discriminatorias y cobros diferenciados.
El Banco de México regulará y sancionará abusos en el cobro de tarifas y cuotas interbancarias.
