México, (Notimex).- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, insistió sin presentar las pruebas que prometió en que hubo un "complot" en la difusión de los videos que muestran a ex colaboradores y funcionarios de la capital del país recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada.
López Obrador señaló lo anterior con base en "cinco reportes" del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, y en un "testimonio" enviado por Humberto Alzaga Morales, quien dijo ser abogado "independiente".
Según él, en el complot para dañarlo políticamente habrían participado funcionarios del Gobierno Federal, los panistas Diego Fernández de Cevallos y Federico D”ring, y "muy probablemente Carlos Salinas de Gortari".
Dijo además: "sigo sin descartar la posibilidad de que haya existido colaboración entre instituciones del gobierno mexicano y el de Estados Unidos".
Se limitó a leer un documento de unas 10 cuartillas en el que reiteró que detrás de lo que llamó un "complot" están el senador panista Diego Fernández de Cevallos, el diputado de ese mismo partido, Federico D”ring "y muy probablemente Carlos Salinas de Gortari".
Demandó que el gobierno federal aclare la posible participación de la Secretaría de Hacienda, de la que él presume pudo haber solicitado la intervención de algún órgano de investigación estadounidense para filmar al ex secretario de Finanzas del gobierno capitalino, Gustavo Ponce, apostando en el hotel Bellagio de Las Vegas, Nevada.
Anunció, asimismo, que presentará una denuncia para que se investigue quién permitió la filmación en dicho hotel de Estados Unidos; reiteró que Ponce fue filmado por al menos cuatro cámaras y quienes efectuaron ese trabajo tuvieron acceso a los monitores del hotel.
López Obrador leyó cuatro reportes que le presentó a partir del 5 de marzo el secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, quien le informó de las reuniones que sostuvieron en el hotel Presidente Intercontinental, Fernández de Cevallos con funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), el empresario Carlos Ahumada y con miembros del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).
El funcionario reconoció que desde su campaña a la jefatura de gobierno supo de la presencia de Carlos Ahumada y de su cercanía con algunos militantes del Partido de la Revolución Democrática y desde ese entonces, dijo, le surgió desconfianza en contra del empresario de origen argentino.
"Aclaro que durante esa campaña utilicé sólo los recursos que por ley me correspondían, que nunca recibí financiamiento de empresarios, porque entre otras cosas, siempre implican algo a cambio o pueden dar motivo al chantaje".
Aseguró vivir modestamente, en la justa medianía y aclaró que una vez como jefe de gobierno se propuso vigilar a las empresas de Carlos Ahumada, conocer sus posibles negociaciones, por lo que ordenó una revisión exhaustiva de los contratos firmados con anteriores administraciones como consta en investigaciones efectuadas por la Contraloría del gobierno del Distrito Federal.
Incluso, aseguró que Ahumada quiso participar en la construcción del Distribuidor Vial de San Antonio, y aunque su empresa presentó la propuesta económica más baja, ordenó que se cancelara la licitación.
La mayor parte del texto leído por el jefe de gobierno es una recapitulación de lo sucedido desde el momento en que se exhibió el primer video de Gustavo Ponce en Las Vegas, por lo que su lectura provocó la decepción de los medios de información que acudieron al informe, debido a que la expectación que se generó indicaba que "iba a estallar una bomba" de acuerdo con comentarios de personal de Comunicación Social del gobierno local.
Al final de su intervención, insistió en que quienes urdieron el complot quieren quitarle al pueblo de México hasta el derecho a la esperanza, por lo que no se trata sólo de un asunto personal con el daño a su imagen pública política.
