MILAN, Italia, (Reuters) - Las escalofríantes esculturas de tres niños ahorcados en un árbol en una concurrida plaza de Milán impactaron a los transeúntes y enojaron a algunos políticos locales.
Las tres figuras de tamaño real de niños descalzos, con los cuellos amarrados a un árbol, clavan sus ojos sin vida en la distancia, haciendo que los que pasan por ahí echen un segundo vistazo a la imagen, sin creerse lo que están viendo.
"Es horroroso", dijo una mujer, "mirarlos me pone los pelos de punta. Dios mío, pero por qué".
Las esculturas, de apariencia real, fueron el último chispazo de controversia del artista italiano Maurizio Cattelan. Sus trabajos han incluido una escultura de Hitler arrodillándose en una habitación vacía en un museo de Munich y una imitación del Papa Juan Pablo II golpeado por un meteorito.
"Aunque sea por una buena causa, lo encuentro aterrador, especialmente para los niños y para la sensibilidad de las personas", afirmó Alessandra Pieroni, una transeúnte.
El concejal de la ciudad Stefano Di Martino fue uno de los políticos locales que condenó la obra, definiéndola como "una forma de revelar las fantasías enfermas de la gente".
Pero el artista dijo al periódico La Repubblica que los niños eran "casi angelicales" y que estaba intentando "dar una alarma sobre la infancia y sobre la violencia".
"La infancia, ese extraño lugar donde aparecen los traumas y puedes tener sueños increíbles, es un lugar al que siempre retrocedo", declaró. La exhibición, permanecerá hasta el 6 de junio.