El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Quizá, las carcajadas de las mujeres que acudieron al Teatro Isauro Martínez, eran el escudo que les permitía ocultar su verdad. Es que la historia de Gabriela (Klitbo) y Marlene (Duval) es tan común que cualquiera se identifica con ella: un hombre que engaña y dos mujeres que sin saberlo, lo veneran.
Ante un teatro lleno y contando con todo el apoyo del público, la noche del martes Cynthia Klitbo y Consuelo Duval impregnaron el ambiente con “su fragancia” y volvieron a anotarse otro éxito al presentar la puesta en escena Rosa de Dos Aromas, misma que agotó las localidades de las dos funciones, 19:15 y 21:15 horas.
Producida por Rubén Lara y basada en un texto que hace más de 15 años escribiera Emilio Carballido, el montaje volvió a demostrar que así pase el tiempo, el tema del amor y la pareja jamás pasarán de moda, sobre todo si se trata de la infidelidad.
Los reflectores se posaron en el escenario, descubriendo a dos mujeres que simulaban encontrarse en la sala de visita de una cárcel. Una de ellas culta y conservadora, esperaba ver a su esposo Marco, quien creía que estaba tras las rejas por haber atropellado a una menor.
La otra era el contraste: dicharachera, de clase baja y dedicada a atender su salón de belleza. Ella fue a buscar a su novio Tony, a quien habían acusado de violar a una jovencita de 16 años.
Durante la charla, las coincidencias entre el marido de Gabriela y la pareja de Marlene fueron aumentando, hasta que llegaron a la terrible verdad: se trataba del mismo hombre.
A partir de entonces, la diversión y la reflexión fueron de la mano. La gente celebró cada palabra y movimiento de Consuelo Duval, a quien su papel de hembra noble y populachera no le costó ningún trabajo. Es Cynthia quien realmente tiene una transformación en escena y deja más que probado su habilidad camaleónica para cada personaje, pues por esa noche dejó de lado su personalidad de villana dándole paso a la esposa engañada, pero dispuesta a sacar de la cárcel al padre de sus hijos.
El resto de la historia es fácil. Aunque dolidas, ninguna de las dos estaba dispuesta a dejar a “su hombre” por diez años en el reclusorio, así que se dieron a la tarea de conseguir los 400 mil pesos de fianza a como diera lugar, pero más que el dinero, lo que obtuvieron fue una amistad sincera que descubrieron entre pleitos, risas y situaciones tristes.
Carballido en su obra explora el alma femenina y saca a relucir la abnegación ancestral de la mujer latina para ir luego descubriendo otros sentimientos y darle una oportunidad de expresar sin restricciones, con un lenguaje fuerte y florido, sus problemáticas íntimas.
Una escenografía que recrea el departamento de Gabriela, un escritorio y por momentos una mesa de un salón de belleza son los únicos elementos con los que las actrices juegan en el escenario, dándole un ritmo vertiginoso que ayuda a que el interés de la audiencia nunca decaiga.
El final es divertido y con un mensaje detrás de éste, pero las experiencias y los anhelos de dos mujeres trabajadoras y en busca de sus ideales quedan como consejo para todas aquellas que buscan enfrentarse a la vida y salir adelante sin la presencia de un hombre en la casa.