Abanico de opciones para profesionales en La Laguna
COMARCA LAGUNERA.- Para los jóvenes laguneros hay una diversidad de opciones donde pueden elegir su carrera. En Torreón, hay más de 15 opciones en cuanto a instituciones de estudios profesionales, además de la Universidad Juárez del Estado de Durango en Gómez Palacio, el Tecnológico de Lerdo y próximamente el Tecnológico de San Pedro, que conforman más de casi 20 diferentes recintos educativos, si se incluyen academias de diseño.
En licenciaturas, las carreras más solicitadas son Administración de Empresas y Comunicación, mientras que en las ingenierías, son la Industrial y Sistemas. Los costos en las universidades van desde los dos mil 500 pesos por semestre hasta más de 40 mil.
Sociedad somos todos
Joel Arturo Martínez Juárez estudia Sistemas Computacionales e Informática en la Universidad Iberoamericana. Le interesa todo lo relacionado con la tecnología y el hecho de crear sistemas que solucionen problemas de la sociedad.
“Lo que más me gusta de mi carrera es que no tiene fin, tiene muchas ramas de desarrollo, además de saber que tienes el poder de cambiar el comportamiento de ciertos procesos si es necesario”, comenta, “me interesa el desarrollo de tecnología en software para hacer la vida más fácil a la sociedad, mirar de una forma tangible los resultados del conocimiento”.
Le apasiona que el lenguaje que se maneja para los diversos sistemas es, hasta cierto punto, universal. Aquí y en cualquier parte del mundo, dice, se puede explicar un comportamiento relacionado con las computadoras.
Desde su profesión, Joel pretende disminuir la automatización en las vías carreteras para que los semáforos estén sincronizados por medio de computadoras, donde se tenga instalada una cámara y así se observe si no hay mucho flujo de vehículos, un sistema inteligente que decida el paso.
“Me interesan sistemas donde casi no intervenga la mano o criterio del hombre, para evitar la corrupción, para que la toma de decisiones sea más justa e imparcial”, dice, “porque la mayoría de las veces los más afectados por esta situación son las personas de bajos recursos, precisamente los más desprotegidos, por los que necesitamos velar”.
Joel cree que el hecho de cursar una profesión es una forma de satisfacer las necesidades de la sociedad, es decir, de todos los laguneros y agrega que “seamos ricos o pobres, somos todos, esto nos lo inculca la Universidad Iberoamericana en el lema ‘ser mejor hombre para los demás’ y desde mi trabajo, tengo la obligación de apoyar a mi comunidad”.
Respeto y tolerancia
Jennifer Cristina García Montoya estudió Químico Farmacéutico Biólogo en la Universidad Juárez del Estado de Durango. Trabaja en un laboratorio de análisis clínicos, donde admite tener una gran responsabilidad, pues un error suyo puede dañar seriamente la vida de una persona.
“Lo que más me gusta de mi carrera es que puedes ayudar a la sociedad con nuevos descubrimientos en el área de investigación de medicinas, terapias o incluso en las enfermedades terminales”, explica.
Su primer acercamiento con esta profesión fue por la combinación de ramos, pues le atraían materias como la química, la biología y la medicina, así como la posibilidad de desempeñarse en diversos campos laborales, como el industrial.
“Quiero seguir preparándome para ofrecer a la gente una mejor calidad en el servicio”, cuenta, “algo que me enseñaron en la UJED fue que debemos tratar a los pacientes como quisiéramos que nos trataran a nosotros o mejor aún, como si fueran algún familiar cercano, siempre con respeto y tolerancia”.
A sus 23 años, recuerda entre sus mejores experiencias cuando, durante los experimentos en las prácticas de laboratorio, obtuvo sus primeros resultados positivos en el cultivo de una bacteria, al identificar a qué medicina era susceptible y de esta forma, atacarla.
“Se presenta como todo un reto la falta de trabajo, en todas las carreras, pero desde mi profesión, hay muy pocos trabajos y los que están esperándote, están muy mal pagados, llega a ser frustrante para algunos porque ven que sus funciones las podría realizar un técnico, cuando ellos tienen toda una carrera cursada”, agrega.
Líderes compañeros
Marcelo Herrera Herrera cursa el quinto semestre de Ingeniería Eléctrica en el Tecnológico de La Laguna. Para elegir cuál profesión estudiar, se puso a hacer combinaciones de su nombre con diversos títulos, pero decidió que ninguno se escuchaba tan bien como “Ingeniero Herrera”. Luego optó por una carrera donde no hubiera gran demanda por parte de los alumnos, pero sí de las empresas.
“Todo funciona con energía, es algo primordial, ya ahorita todo es a base de electricidad”, manifiesta, “a mí me encanta la idea de crear un sistema para que una planta eléctrica tenga la capacidad de abastecer a mayor cantidad de población a menor costo, y fabricarlo en México para favorecer a la industria de nuestro país”.
A este joven de 19 años le interesan las redes y los ciclos combinados. Además de que en otras universidades no le ofrecen esta carrera, Marcelo prefirió el Tec porque considera que cuenta con muchos recursos prácticos para el aprendizaje, como los laboratorios y diversos aparatos que no hay en otros lugares.
Reconoce que como estudiantes reciben mucho “apoyo moral” por parte de los profesores, que les insisten en que lo importante no es si asisten a una escuela pública o privada, sino la capacidad propia del alumno para crecer como profesionista e incrementar sus áreas de oportunidad.
“Te preparan para que seas líder, que salga de ti, pero guiando a tus compañeros, fuera de humillaciones y autoritarismo, sino más bien desde una perspectiva de compañero”, platica Marcelo, “también que el tener más o menos dinero ahorita no nos va ayudar, considerando que la mayoría vamos a empezar de cero, porque de todas formas a la hora de la toma de decisiones y de demostrar de qué estás hecho tu cartera no va a servir de nada”.
Ética laboral
Eduardo Rodarte Rodríguez tiene 24 años y recién terminó la licenciatura en Finanzas, en la Universidad Autónoma de Coahuila. Su familia tiene un negocio de agua purificada, lo que le impulsó a estudiar esta carrera, para tener conocimiento de cómo administrarlo y hacerlo crecer.
“El punto es resolver problemas y hacer proyectos de inversión que sean viables”, indica, “me gusta la consultoría sobre todo, que se trata de checar si tienes algún tipo de fuga económica o material, ya sea en cuanto a lo administrativo, de producción, en tus finanzas y en los recursos humanos, que si tienes el personal adecuado o que si te falta o te sobra, todo eso nos compete a nosotros, somos como administradores de empresas pero especializados en las finanzas”.
Entre sus metas, ahora que ya terminó de estudiar, se encuentra hacer el mejor trabajo, no ceder ante la corrupción y ayudar a la economía familiar.
“Tengo muy presente mis valores éticos en cuanto a lo laboral, en cuanto a lo que Hacienda respecta, claro que también en otros aspectos de mi vida, pero sí lo tengo muy claro el mantenerme alejado de la corrupción, porque fue algo que siempre nos marcaron en la escuela”, comenta, “llenar las expectativas del cliente, que quede satisfecho, además del gusto personal de hacer las cosas como deben de ser, de hacerlas bien”.
Como en todas las carreras, dice, el principal reto de la profesión es conseguir empleo, porque no hay tanto campo laboral como debería.
“Los mexicanos no están acostumbrados a planear, son desordenados generalmente, y precisamente la mía es una carrera inclinada a la planeación, porque es la base de todo negocio, una buena planeación inicial y sobre la marcha continuar con una visión de crecimiento, pero la limitante principal es el pensamiento de nosotros mismos de no estar acostumbrados a ello”, agrega.
Eliminar el miedo
Nibia Sánchez estudia en la Universidad Autónoma de La Laguna el noveno semestre de la licenciatura en Comercio Exterior. Aunque al inicio era su última opción, luego de Derecho y otras carreras, hoy admite que aquí encontró precisamente lo que le gustaba de todas las otras profesiones que tenía en consideración.
“Me encanta lo que viene siendo la logística, los trámites aduaneros, porque conoces los medios de transporte, lo principal y tienes que conocer muchos países, muchas formas de cómo traer la mercancía y ese tipo de cosas, las rutas, la geografía, conoces infinidad de países”, señala, “también me atrae el tráfico aduanero en las empresas que se encuentran aquí en Torreón”.
Aunque insiste en que la escuela no es importante, pues sea pública o privada, “la hace el alumno”, considera una ventaja el hecho de que esta universidad tenga tratados con escuelas en Europa y Estados Unidos, pues es un “impulso” para que los jóvenes quieran salir del país y abrir sus horizontes.
“Si tú tienes ganas de estudiar y de salir adelante, no importa dónde curses tus materias, vas a lograrlo”, dice, “en la UAL te enseñan mucho la unión con toda la escuela, a que seas bondadoso con las personas, son buenos valores”.
Conocer desde la geografía hasta la población y costumbres de otros países es lo más emocionante del comercio exterior para Nibia, pero advierte que antes de ello se preocupará también por aprender la riqueza de México, que califica como inmensa.
“Lo principal es desde esta carrera tratar de abrir campo a muchas empresas mexicanas chicas y grandes, a llamarles la atención para que empiecen a importar y exportar sus productos, que se lancen a llevar su mercancía a Estados Unidos, Europa, etcétera, abrir un gran espacio para incitar a empresas a que empiecen a exportar sus productos”, continúa.
“Lo difícil es lograr quitar el miedo a los empresarios, que no teman a los créditos que vienen de fuera a competir y que ellos también salgan adelante, ése es uno de los grandes logros, apoyar a los empresarios para que su mercancía sea conocida a nivel mundial”, agrega.
