(Segunda parte)
Encuentro ineludible. En la espera edificante el ser humano vive momentos de introspección muy profundos. Percibe que necesita un propósito en la vida, reclama su razón de existir, reconoce su necesidad de servir, amar y trascender. En la espera edificante la persona se percata irremediablemente de un vacío interior; entonces se introduce en las profundidades de su ser en busca de la paz que tanto anhela. Así encuentra a Dios. El encuentro espiritual puede ser tan demoledor que lo obligue a entregarse completamente a otra forma de ser y de pensar. Si hubo errores sexuales en el pasado, quedan borrados; si hubo confusión, soledad nociva o decepción, las heridas quedan sanadas. Dios puede restaurar los mapas sexuales más dañados. Cuando Él interviene en la espera edificante, la persona recupera su riqueza interior y el cofre se llena de valores, principios, conceptos positivos y fuerza espiritual.
Regalo de Dios. La Biblia incluye un libro denominado Cantar de los Cantares, el cual, acreditando a las metáforas su significado más obvio, muestra cómo Dios diseñó para los hombres un cuerpo fundamentalmente sexual y cómo ¡el placer erótico es algo planeado, organizado y ordenado por el mismo Creador! Un regalo de bodas para la pareja.
Llamado espiritual (Citas). ?Mientras los jóvenes sigan buscando sólo placeres para vivir, seguirán vacíos, dando tumbos, sufriendo, como sedientos en el desierto?. ?La arrogancia y el orgullo forman la única barrera capaz de separarnos del amor del Creador?. ?Si el sexo es un regalo de Dios para el matrimonio, es fácil comprender por qué los jóvenes libertinos rechazan a Dios con tal vehemencia: han tomado su regalo por anticipado. Es como si un padre prometiera el obsequio de bodas más extraordinario a su hijo amado y éste, impaciente, lo hurtara para gozarlo antes de lo pactado. Seguramente el padre perdonaría el robo, pero el chico, en cambio, no sería capaz de volver a mirar a su progenitor a la cara?.
La mirada de Dios (Un caso real): Éste era un joven que había caído en libertinaje sexual. En un bacanal lo drogaron y estuvo a punto de perder la vida. Se sentía vacío, miserable. Experto en amores, no conocía el amor. Siempre se había burlado de ese sentimiento ?ciego?, asegurando que era sólo para mujeres y bobos idealistas; no obstante, ya no quería burlarse, ya no podía hacerlo. Cuando estuvo cerca de la muerte se percató de su profunda soledad. Estaba harto de pornografía, masturbación y aventuras rápidas. Deseaba contar con alguien a quien respetar y amar honestamente, con quien compartir los momentos alegres y los tristes, con quien permanecer juntos en la adversidad, a quien brindar una frase de consuelo, de ánimo, de apoyo. Ansiaba conocer a una mujer a quien entregar el alma y el corazón sin condiciones, sin fingir más; sobre todo, una mujer dispuesta a entregarle también su alma y no sólo su cuerpo. Pero, ¿cómo conocer a alguien así ? ¿Dónde hallarlo? ¿Y si lo encontraba, cómo ganar su respeto? ¿Cómo lograr que una chica con valores elevados lo amara? ¿Cómo cambiar su pasado? ¿Cómo eliminar de golpe los profundos surcos de su mapa sexual? ¿Cómo hacer ?cuenta nueva? en una vida tan lastimada? Pensó acudir a un psicólogo, pero desistió. Ningún consejero comprendería el dolor que sentía. Era algo tan profundo, tan íntimo, tan suyo, que sólo Dios lo entendería. ¿Dios? En su habitación buscó hablar con Él, pero le fue imposible. Era mucho el daño causado a tantas chicas, el cariño fingido a cambio de placeres genitales; había dado tantas veces la espalda al amor verdadero, había negado a Dios, se había burlado de la religión. ¿Cómo podía orar alguien como él? Se sentía vacío y miserable. Pensó en salir de la habitación y hablarle a cualquier chica para pasar con ella esa noche, pero apenas comenzó a marcar el teléfono sintió asco y colgó. La idea del suicidio lo tentó. Fue al librero en busca de una navaja. Comenzó a arrojar objetos al suelo. La soledad lo asfixiaba. De pronto se detuvo. Frente a él se encontraba un voluminoso libro negro. Una Biblia vieja y polvosa. Nadie en su casa la había abierto en años. Durante mucho tiempo la usó para sustituir una de las patas de su cama en la que tenía relaciones sexuales con mujeres. Tomó el libro en sus manos y le dio un par de golpecitos. Una nube de polvo se elevó. Tosió. Abanicó con la mano el aire y se acercó lentamente a la silla vieja que había servido de escalón para ciertas posiciones sexuales con sus compañeras más desinhibidas. Todo a su alrededor le recordaba lo indigno que era. Estaba hundido en el fango. Abrió la Biblia por primera vez en su vida. Al azar. Frente a él apareció un pasaje del Evangelio donde Pedro negaba al Señor. Una, dos veces, y el momento en que por tercera vez lo negaba, gritaba: ?¡No lo conozco, no sé de quién me hablan, déjenme en paz!?. Jesús pasaba por ahí y miró a Pedro. Entonces Pedro, al ver su mirada, salía corriendo y rompía a llorar abiertamente. Cerró la Biblia y se preguntó: ¿cómo habrá sido la mirada de Jesús hacia Pedro? ¿Habría reproche en ella? ¿Habría amenaza, enojo, frustración? ¿Qué le habrá querido decir con los ojos? Tal vez ?Te advertí que me negarías?. ¿Ya lo ves? ?¿Ya lo ves? Eres un traidor?. ¿Por eso salió corriendo Pedro y lloró? Tenía miedo de ver a Dios a la cara. Suponía que, al hacerlo, Dios le reclamaría exigiendo cuentas. ¿Qué más daba? Igual que Pedro, ¿qué más podía perder? Al fin se atrevió y levantó la vista de su imaginación con humildad, con el alma quebrantada, con el espíritu sediento de perdón. Un escalofrío recorrió su cuerpo al entender que Dios lo miraba... pero no con odio, no con coraje, no con reclamo. Los ojos del Señor estaban exentos de reproche o exigencia. Se limitaban a decirle, en silencio, lo que en silencio, seguramente, le habían dicho a Pedro: ?Te amo?. Se puso de pie. Quiso protestar. ?Pero, ¿cómo puedes amarme, si yo he hecho tanto daño, si he fingido amor, si he lastimado a muchas chicas...?. ?Calla? , le contestó Dios, ?ya no me acuerdo de eso?. Levantó la cara despacio. Se quedó mirando fijamente y ahí seguía el mismo mensaje... TE AMO... Entonces, igual que Pedro, salió corriendo y lloró amargamente. Fue un morir y volver a nacer. Una dolorosa cirugía espiritual que lo convirtió en un hombre nuevo. Su mapa psicosexual comenzó a limpiarse.
CUESTIONARIO (para contestarse en familia)
Escribe el nombre de algunas personas con quienes compartas actualmente lo que posees en cada uno de tus cinco cofres.
¿Qué es y cómo se incrementa el capital afectivo?
¿Por qué es tan valioso guardar la sexualidad para nuestra pareja definitiva?
¿Por qué es aconsejable que los novios que han tenido relaciones sexuales se detengan y esperen a consumar el compromiso matrimonial?
Define virginidad genital y virginidad real.
¿Por qué muchas chicas genitalmente vírgenes no son vírgenes en realidad? ¿Cómo puede una mujer que ha perdido la virginidad genital volver a ser realmente virgen?
¿Por qué merece la pena, también para los hombres, guardar su sexualidad?
¿Cómo se etiquetan las chicas fáciles y las difíciles?
¿Qué son los celos retrospectivos?
¿Por qué es un error pensar que el sexo es malo? ¿Quién diseñó el placer sexual y por qué?
¿Cómo se puede limpiar el mapa psicosexual?
¿Qué es una cirugía espiritual? ¿Por qué decimos que Dios es el único capaz de restituir los valores del quinto cofre?
¿Qué intenta decir Dios a los jóvenes que han vivido soledad nociva?
En la actualidad en el mundo de los negocios se tiene como requisito que las empresas tengan un certificado de calidad llamado ISO 9000 como garantía de que los productos que se adquieren cuenten con dichas características, en el tema de las relaciones humanas, se podría trabajar al respecto y para los jóvenes, matrimonios, y grupos de desarrollo humano en las empresas ya abriremos grupos para tal caso, de tal manera que seamos garantía de calidad humana ante la familia, nuestras fuentes de trabajo y la sociedad, si a usted le interesa de manera particular o como parte de su empresa o de la sociedad de padres de familia de su escuela o colegio, o como parte del personal docente de su institución, póngase en contacto con nosotros a la dirección electrónica que aquí aparece.
Los invitamos a seguir contestando los cuestionarios (de preferencia en familia), la retroalimentación o exposición de casos que nos mandan al buzón de sugerencias, se están contestando constantemente, los esperamos de manera permanente en la recepción de este diario con atención a la sección cultural, artículos Familia Sirviendo a la Vida, así como con Germán de la Cruz Carrizales: pmgerxxi@yahoo.com o pmger@hotmail.com.
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. El próximo tema a tratar será el de Matrimonio. Gracias por su atención.
?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.