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PYONGYANG, COREA DEL NORTE.- Corea del Norte anunció ayer que reanudará las negociaciones a seis bandas sobre la crisis nuclear hasta que el reelecto presidente estadounidense George W. Bush defina su política y gabinete para su segundo mandato.
Con este anuncio Norcorea respondió a las declaraciones que esta semana hizo un vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos, en el sentido de que se pretendía reanudar las negociaciones a seis bandas sobre la crisis nuclear de Pyongyang este mes o el próximo.
“Tenemos paciencia para reanudar las negociaciones y no deseamos una conclusión final precipitada. Dado que no ha emergido la nueva administración de Bush, nos gustaría esperar un poco más, para ver qué política va a tomar” dijo la cancillería norcoreana.
Pyongyang dio a conocer su postura a través de un comunicado difundido ayer por la Agencia de Noticias Central Coreana (KCNA, por sus siglas en inglés), donde afirmó además que no ha observado hasta ahora cambio alguno en la política “hostil” de Bush.
La cuarta ronda de negociaciones multilaterales -en las que participan Corea del Norte, Corea del Sur, China, Rusia, Estados Unidos y Japón- ha sido postergada por Pyongyang desde septiembre pasado con el argumento de una política hostil de Washington.Corea del Norte explicó que llegó a la conclusión de esperar para reanudar el diálogo ante los resultados arrojados por los encuentros que esta semana mantuvieron funcionarios norcoreanos y estadounidenses en Nueva York, de acuerdo con el reporte de KCNA.
“Nuestros análisis de los resultados de los contactos que se sostuvieron en Nueva York nos permitieron ver que no hay voluntad (estadounidense) de cambiar la política (hostil) hacia nosotros”, dijo el comunicado oficial de Corea de Norte.
“Bajo esta situación está claro que el diálogo a seis bandas no producirá ningún resultado”, apuntó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Norcorea, quien aclaró que a pesar de todo tampoco esperan grandes cambios en la nueva administración de Bush.
El vocero insistió sin embargo en que “debe haber las condiciones y el ambiente adecuado para la reanudación de las pláticas. Lo esencial es que Estados Unidos abandone su política hostil determinada a destruir el sistema de Norcorea”.
El mandatario estadounidense comenzará su segundo mandato el próximo 20 de enero y según analistas, Pyongyang desea observar el desarrollo de ésta, así como todos los cambios de personajes que tendrán lugar dentro de la administración.
La crisis nuclear entre Corea del Norte y Estados Unidos estalló en octubre de 2002, cuando funcionarios estadounidenses aseguraron que Pyongyang había admitido que trabajaba en un programa secreto de uranio enriquecido para el desarrollo de armas.