Durango

Esperan hasta cinco horas para ser atendidos

La percepción de la derechohabiencia es que es lento el trabajo en la clínica del ISSSTE, sin importar si hay suficiencia o no de personal.

?Aunque haya más personal o menos en el ISSSTE es la misma?, dice María Rosa Presa Monsiváis, derechohabiente quien la semana pasada tuvo que esperar y esperar a que atendieran a su nieta de nueve años, quien sufrió una caída que resultó en fractura. Hubo que esperar casi cinco horas para que el pediatra le atendiera y sólo le dijera que se fuera a su casa.

Presa Monsiváis, de 50 años de edad, dice que la semana pasada su nieta Sofía Díaz del Monte sufrió una fuerte caída, en la que se presumía una fractura, pero a pesar de la presencia de un ortopedista no se confirmó y se le hizo esperar varias horas en esta área. Tenía un fuerte dolor en el brazo y en el área de Urgencias lo único que hicieron fue "encamarla" y no pudieron darle nada para el dolor, hasta que llegara el pediatra. Refirió muy molesta la entrevistada que había una doctora que se durmió y que por esta presunta negligencia, ésta no le comunicó al pediatra que había una niña con posible fractura en un brazo. Fue el motivo por el que fue atendida la niña tan tarde.

El pediatra llegó puntual a las 14:00 horas, a su hora de entrada, pero debido a que la otra doctora del área de Urgencias tomó su siesta, su nieta no recibió ningún medicamento para el dolor, ni siquiera alimento, hasta las 17:00 horas, cuando la hija de María Rosa Presa preguntó si es que ya se le iba a atender.

La niña ocupó un espacio en Urgencias. El pediatra le dijo a la madre de la niña que no se le apreciaba ninguna fractura, por lo que sólo habría que atender el dolor. Le recetaron ?naproxen? y la enviaron a su casa, sin embargo, manifestó molestia por tanto tiempo perdido y por una simple pastilla que tenía que tomarse.

Ayer estuvo esperando la consulta en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) del ISSSTE y explica que la recepcionista presta un mal servicio y mal trato.

Se requiere más personal

Generalmente hay mucha gente en la UMF, ayer fue una excepción, dice Altagracia Núñez Anceres, de 70 años de edad, por lo que se opuso a que se reduzca el personal de guardias y suplencias, si acaso se pensaba hacer un acto como éste, pues indica que es muy evidente la necesidad de acelerar el servicio que comúnmente es lento.

Esta señora fue a cambiar su medicamento, porque dice que le hizo dormir mucho y no podía despertar, pues la vez pasada le atendió un médico distinto (guardias y suplencias), quien le dijo que se tomara otro fármaco. Ella padece de diabetes, osteoporosis, presión alta, etcétera y son los motivos por los que pasa muchas horas esperando que le atiendan en el consultorio que le toca.

Debido a las horas de aguardo, para ella es común escuchar a otras personas que se quejan por el servicio, pues no existe el suficiente.

Para mí es bueno

José Acosta Machado, de 36 años de edad, dice que es la primera vez que acude al servicio de la Unidad de Medicina Familiar del ISSSTE, así que desconoce el procedimiento administrativo que se requiere y, aunque tenía esperando ya algunos minutos, no manifestó ninguna molestia.

Esperó información de su expediente, del que ya le estaban buscando la información y le dijeron que le llamaban en un rato más. Acosta Machado espera realizarse una revisión general de su estado de salud.

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