NUEVA YORK, EU.- Tras un derrumbe inimaginable ante su adversario más odiado, a los Yanquis de Nueva York les esperan más cambios y con casi seguridad absoluta habrá que rendirle cuentas al propietario George Steinbrenner.
No cuesta mucho preguntarse. La humillación que acaban de sufrir los Yanquis es de enormes proporciones.
Tras 86 años de supremacía en la rivalidad más intensa del beisbol, los Yanquis finalmente inclinaron la cabeza ante los Medias Rojas en siete juegos por la corona de la Liga Americana.
El jueves, Nueva York aún no podía darle crédito a lo que pasó. ¿Cómo un equipo con 26 títulos de Serie Mundial en sus pergaminos y luminarias millonarias pudo derrumbarse tan súbitamente?.
Los Medias Rojas lograron algo inédito. Ningún otro equipo en la historia de las mayores había podido darle la vuelta a un 3-0 en contra para alzarse con una serie de postemporada.
El colmo fue que Boston le hizo en un lugar sagrado: las últimas dos victorias fueron en el feudo de los Yanquis, el Yankee Stadium en el Bronx, ante 55,000 fanáticos.
?Debacle monumental?, rezó el titular principal de la página deportiva de The New York Times del jueves. Para el Daily News, ahora fue el turno de los Yanquis de ?ahogarse en la orilla?. Ese tabloide publicó un montaje de una foto de ?Babe? Ruth con una lágrima en la mejilla.
?No es el mismo equipo?, dijo el capitán yanqui Derek Jeter. ?Antes teníamos equipos que eran buenos para definir, este no es el mismo?.
Es notable el contraste con respecto al año pasado, cuando los ?Bombarderos? eliminaron a Boston en un séptimo juego gracias a un jonrón de Aaron Boone en episodios extras.
Los Yanquis pasaron entonces a la Serie Mundial, pero fueron fulminados por los Marlines de la Florida en seis partidos.
Esa derrota caló hondo y Steinbrenner, quien ha pregonado que sólo el máximo título vale, movió el tablero de los Yanquis.
La renovación fue profusa. Roger Clemens, David Wells, Andy Pettitte empacaron maletas, dando paso a Alex Rodríguez, Gary Sheffield, Kevin Brown y Javier Vázquez.
Sin duda, los Yanquis buscarán reforzarse. Desde ya suenan los nombres del jardinero central puertorriqueño Carlos Beltrán, cuya cotización sigue subiendo como la espuma, e incluso del dominicano Pedro Martínez. También brazos zurdos como Al Leiter o Eric Milton.
Steinbrenner, en un comunicado, felicitó a los Medias Rojas por su ?gran victoria?, pero con un claro mensaje de que se pondrá manos a la obra para la próxima temporada.
?Pueden estar seguros que nos pondremos a trabajar y armar un tremendo equipo el próximo año?, afirmó.
Algunos de los cambios para 2004 dieron dividendos, en lo particular Sheffield, un serio candidato al jugador más valioso de la liga.
Pero Brown y Vázquez, los pitchers que Boston vapuleó rumbo a su victoria 10-3 en el séptimo juego, no estuvieron a la altura de su antecedentes e incapaces de tapar los agujeros dejados por sus antecesores en la rotación yanqui.
Tras un arranque a toda máquina, los maderos de los Yanquis se enfriaron en los últimos cuatro partidos, principalmente la columna vertebral formada por Rodríguez, Sheffield, Hideki Matsui y el puertorriqueño Bernie Williams.
Excedidos por la carga de innings -ante la floja producción de sus abridores-, el bullpen de los Yanquis hizo agua en la postemporada. El panameño Mariano Rivera malogró dos ocasiones de salvamentos.
?¿Qué se puede hacer??, se preguntó Rivera. ?Nos quedamos cortos en pitcheo. No fue el mismo equipo tras tres partidos.
?Estas cosas pueden pasar?, dijo a modo de reflexión el manager de los Yanquis, Joe Torre. ?Recuerdo que antes era a nosotros que todo nos salía bien?.
El jueves, por segunda ocasión en los últimos siete años, nadie estaba trabajando en el Yankee Stadium para tener listo el parque para el clásico de octubre. Las taquillas estaban abiertas, pero sólo para hacer las devoluciones a los fanáticos con entradas para la Serie Mundial.
Lowe deja de ser el sobrante en la rotación de Boston
Derek Lowe era algo así como el lanzador menos socorrido en toda la rotación de los Medias Rojas de Boston, generalmente empleado cuando todos los demás estaban demasiado cansados para trabajar.
Pero Lowe le dio a Boston una de sus mejores actuaciones en play offs la noche del miércoles, llevándolos a una victoria de 10-3 sobre los Yanquis de Nueva York, y colocándolos camino a su primera Serie Mundial desde 1986.
Lowe le toleró apenas una carrera y un hit a los Yanquis a lo largo de seis entradas. Ponchó a tres y dio un pasaportes.
Lowe, quien alguna vez ganó 21 partidos y tiene en su historial un encuentro sin hits, fue el tercer abridor de Boston hasta que empezó a tener problemas en la temporada regular y finalmente fue sacado de la rotación de play offs.
Cuando la lesión de Curt Schilling envió ondas de choque en la cuadrilla de lanzadores, Lowe recibió el puesto de abridor en el cuarto juego. Con Boston enfrentando la eliminación, contuvo a los Yanquis con tres carreras en seis hits a lo largo de cinco entradas y un tercio, para iniciar la sin precedentes racha de cuatro victorias de los Medias Rojas.
