“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices”.
En el mes de Enero me invitaron a conocer el movimiento de apoyo a niños marginados de Espiritu que Danza, A.C. Este movimiento, tuvo sus orígenes en 1994 y partió de la iniciativa de un grupo de damas cuya característica común es que no están dispuestas a vivir su vida “ agustito”, y que haciendo suyos los problemas de quienes están en el olvido, se dieron a la tarea, ardua tarea, de trabajar por la defensa de los derechos de la infancia estableciendo un modelo de intervención integral enfocado a que los niños y los adolescentes vivan en hogares y comunidades estables, protegidos por adultos para que tengan una vida digna y oportunidades de desarrollo humano y social. La tarea es ambiciosa, pero estas damas saben que hay que poner la mira muy alto, para ellas no hay imposibles y saben ellas que, como dijo Justo Sierra: “el trabajo es una plegaria que el cielo escucha”.
La intención particular de Espiritu que Danza es ayudar a los niños de la calle, niños que han sido llevados a esa situación por la extrema pobreza y marginación en que se desenvuelven y por ello, ésta asociación enfoca su intervención no solo al niño, sino también a su entorno social y a las causas que provocan su marginación. Más de dieciséis objetivos y metas definidas de corto, mediano y largo plazo constituyen los anhelos de todas las personas que participan en Espíritu que Danza. El organismo, es de participación colectiva, no gubernamental, sin fines de lucro y que se ha propuesto apoyar emocional, psicológica, intelectual, económica y socialmente a niños desprotegidos y que sufren agresiones de su propia familia, niños a quienes la vida a tratado muy mal y que muestran en sus cuerpos desnutrición y falta de estatura y peso; niños que cuando llegan aquí siempre andan con el seño fruncido porque todo, absolutamente todo, se les presenta cuesta arriba, pero quienes a pesar de ello, en cuanto sienten la ayuda y el consuelo, brindan tal cantidad de amor, tan solo comparable con la misma medida en que ellos lo necesitan.
La misión de Espíritu que Danza es acompañar, apoyar, proteger, prevenir, reeducar y capacitar al menor en situación de riesgo que tiene la calle por hogar, al que trabaja en la calle al que vive la violencia familiar con maltrato físico o mental, al que es explotado económica o sexualmente y al menor, marginado o abandonado. La principal estrategia es conocer a los niños y las niñas y su problemática psico-social, ofrecerles atención profesional para que tengan un desarrollo adecuado como personas y rehabilitarlos física, emocional y socialmente.
Las líneas de trabajo principales de Espíritu que Danza son la prevención y la rehabilitación, interviniendo en seis áreas: salud y nutrición, psicología, pedagogía, legal, investigación y producción de papel reciclado. Se cuenta con un terreno donado de 6,048 m2, en el cual ya se construyó la primera instalación: el primer edificio del centro de Atención Integral. Desde 1998, un prestigiado despacho lagunero audita los estados financieros anualmente y éstos se presentan a la comunidad de manera abierta y clara.
Dentro de los objetivos estratégicos, se contempla crear conciencia en la sociedad lagunera, involucrándola e informándola para crear sinergia sumando voluntades para integrar una red de apoyo no solo de personas, sino también de instituciones públicas o privadas y organismos no gubernamentales que en forma socialmente corresponsable, apoyen a la niñez marginada. Con su nombre, Espíritu que Danza, rinde homenaje a esa cualidad innata en los niños: espíritus libres, seres lúdicos en movimiento constante. El trabajo diario en esta asociación involucra y representa un cuidadoso acercamiento a niños y niñas mostrando respeto por su condición vulnerable. La atención es integral y personalizada y en ella interviene personal profesional muy capacitado que tiene una alta vocación por el servicio y cuidado de los menores y que ven su trabajo como una fuente de realización personal, entregándose a todos los niños y niñas sin reservas y de tiempo completo y que además todos los días muestran optimismo y dedicación que van más allá del simple deber cumplido.
Espíritu que Danza, continúa buscando recursos materiales y humanos para terminar la construcción del Centro de Atención Integral y para integrar una Red de Apoyo para la dignificación de la niñez marginada. Se puede cooperar también con donativos o empleos para madres de familia y contribuyendo a preservar el medio ambiente, adquiriendo tarjetas, folders, invitaciones, cajitas, bolsas para regalo y novedades hechos en el taller de reciclado de papel de Espíritu que Danza.
Un esfuerzo de ésta naturaleza y sobre todo, tomando en cuenta que está dirigido a los niños y niñas a quienes todo les ha sido negado, merece todo el apoyo de los laguneros; además de solidarizarnos con Espíritu que Danza debemos tomar en cuenta que, en esta vida, todo el bien que hagamos regresa.
Correo electrónico:
jgonzalez2001@hotmail.com