Traspasa el líder palestino el poder a un triunvirato en caso de quedar inhabilitado.
EL PAÍS
CISJORDANIA.- La larga vida del presidente palestino, Yasser Arafat, de 75 años, parece apagarse. El líder histórico de la OLP se encuentra desde el miércoles en estado crítico. Las principales personalidades políticas de la Autoridad Nacional Palestina, (ANP), se dieron cita en el cuartel general de la Mokata, en Ramallah, donde se encuentra recluido desde hace casi tres años por orden del Ejército israelí. En caso de fallecimiento del rais, las leyes palestinas establecen que el presidente del Parlamento, Rouhi Fatuh, asumiría interinamente el poder durante 60 días hasta la convocatoria de las elecciones.
La salud de Arafat, que ya era preocupante desde hace semanas, se agravó ayer de manera brusca, según anunció la televisión israelí, primero y confirmaron diversas fuentes del Gobierno palestino después. Algunas de ellas admitían incluso que el Presidente había perdido la conciencia. El cáncer de colon detectado hace unos meses le ha provocado fuertes dolores y hemorragias intestinales. Los portavoces de Arafat trataban de restar dramatismo a las noticias e insistían en una versión más tranquilizadora ??complicación viral?, dijeron-. Uno de los ministros del Gabinete, que pidió anonimato, fue mucho más claro: Arafat ?está muy, muy enfermo?.
Las informaciones del agravamiento del estado de salud del líder palestino provocaron que un gran número de personas saliera a la calle y se concentrara en torno a las ruinas del cuartel general de la Mokata y que en las mezquitas, muy concurridas debido a las fiestas religiosas del Ramadán, se empezara a rezar por su mejoría.
El primer ministro, Ahmed Korei y el ex presidente Abu Mazen (Abu Alá), acudieron urgentemente a la Mokata en Ramallah. En medios políticos palestinos se asegura que la presencia de Korei, Mazen y la del coronel Mohamed Dahlan, que llegó procedente de Gaza, confirman la gravedad de la situación. Otro dato significativo es que su mujer, Suha Arafat y su hija Zuhawa, que viven en París, llegaron a Ramallah.
El Presidente ha traspasado el poder, a lo que se ha negado en los últimos años, incluso en momentos críticos, a un triunvirato formado por el secretario general de la OLP (Mazen), el primer ministro (Korei) y el jefe del Consejo Nacional Palestino, Saleem Zaanún, en caso de que quede inhabilitado para hacerlo él.
En cualquier caso, suceda lo que suceda en las próximas horas, no habrá vacío legal. Las leyes palestinas establecen que en caso de fallecimiento del rais, la Presidencia será asumida automáticamente por el jefe del Parlamento durante un período de 60 días hasta la convocatoria de elecciones. El presidente del Parlamento es el diputado por Rafah, al sur de la Franja de Gaza, Rouhi Fatuh, de 60 años, amigo personal de Arafat y que ya fue ministro de Agricultura en el anterior Gabinete de Abu Alá.
Arafat empezó a tener problemas físicos en 1992, cuando el avión en que viajaba se estrelló en Libia. Tras unas horas en las que se le dio por muerto apareció vivo pero con graves lesiones. Operado de urgencia en un hospital de Ammán, se le extrajeron varios coágulos en el cerebro. Desde aquel accidente y de su encierro por orden de Israel en la Mokata, la salud de Arafat no ha hecho más que mermar; aparecieron los primeros síntomas del mal de Parkinson y otros problemas relacionados con los riñones. Un equipo de médicos egipcios tiene instalado desde hace un año un verdadero hospital en el cuartel general de Ramallah. Fue ese equipo el que le practicó hace días una endoscopía, que al parecer reveló la presencia de un cálculo en los riñones.
Especialistas norteamericanos aseguran también que el Presidente padece una hidrocefalia, que le provoca además importantes dolores de cabeza.
Los síntomas más alarmantes de todo este cuadro clínico es, según los expertos, una constante propensión a hipocondría y la depresión, que le lleva algunas veces a encerrarse en sí mismo, para pasar luego a convertirse en un ser intratable y colérico. Los estallidos de ira se han hecho más evidentes y constantes en los últimos años, especialmente desde que se inició su confinamiento en la Mokata. En los momentos críticos suele ayudarle el presidente egipcio Hosni Mubarak, que se ha convertido en uno de sus mejores amigos personales, pero también en su psiquiatra.
El presidente Yasser Arafat no bebe, tampoco fuma, come poco y sus hábitos sexuales se adivinan escasos. Su única pasión es el trabajo, las comedias de la televisión y los dulces, especialmente el knafe un postre original de Nablus, hecho con leche y azúcar, habitual en el mes de Ramadán.
Un portavoz del Ministerio de Defensa israelí aseguró que se había dado permiso a Arafat para que abandonara excepcionalmente la Mokata y fuera internado en un centro hospitalario de Ramallah.
Recibe tratamiento en París
El líder palestino Yasser Arafat será trasladado en avión a París para recibir tratamiento médico tras pasar casi todo el día de ayer durmiendo y sin poder digerir alimentos ni ponerse de pie, dijeron fuentes allegadas.
Jordania envió dos helicópteros a Cisjordania para transportar a Arafat al reino, dijo la vocera oficial Asma Jader.
En la capital jordana de Amman, Arafat tomará un avión para volar a Francia.
Será la primera vez en casi tres años que el titular de la Autoridad Palestina se aleja de su asediado cuartel en Cisjordania.
El presidente francés Jacques Chirac dijo que ?en respuesta a una petición de la Autoridad Palestina, Francia acordó recibir a Yasser Arafat para que sea atendido en un hospital en Francia y enviará un avión a fin de transportarlo?, dijo una declaración de la oficina de Chirac.
Los funcionarios israelíes aseguraron a los palestinos que si Arafat se recupera, podrá regresar sin contratiempo alguno a Cisjordania. En el pasado, el Estado judío se mostró reacio a formular dicha garantía.
Los funcionarios palestinos intentaron inicialmente restar importancia a los achaques de Arafat, e indicaron que oró antes del amanecer y consumió un ligero desayuno de copos de avena.
Pero uno de sus allegados indicó que el líder palestino pasó la mayor parte del día durmiendo. Al despertar, fue trasladado a una silla de ruedas por encontrarse demasiado débil y no poder caminar, agregó la fuente a cambio de guardar el anonimato.
Arafat es incapaz de retener alimentos y sufre de diarrea, según la fuente. En ocasiones parece aturdido y no reconoce a varios de sus visitantes, agregó.
El miércoles por la tarde, Arafat tomó sopa durante un encuentro con el primer ministro palestino Ahmed Korei, su predecesor Mahmud Abbas, y otro funcionario, cuando vomitó, se desmayó y perdió el conocimiento por unos diez minutos, dijo un guardaespaldas.
Los funcionarios palestinos insistieron que Arafat sufría solamente una gripe aguda, y los médicos agregaron que padecía además de cálculos en la vesícula. Las autoridades israelíes han conjeturado que Arafat sufre de cáncer del aparato digestivo.
